Diferencia entre dolor de riñones y dolor lumbar

A lo largo de la vida es muy probable que se experimente algún tipo de dolor en la espalda. A menudo, esa molestia puede ser difícil de describir e incluso puede resultar complicado determinar si proviene de los riñones o de la espalda.

Comprender la diferencia entre  dolor de riñones y dolor lumbar, en el contexto de la salud y el bienestar, es fundamental para el autorreconocimiento de problemas, su prevención y manejo. Ambos tienen sus características propias, aunque ocasionalmente puede ser difícil distinguir entre ellos dada su proximidad anatómica.

¿Qué es el dolor de riñones? 

Los riñones son dos órganos, con forma de judía, situados en la parte baja de la columna vertebral, uno a cada lado. Ayudan a eliminar los desechos y el exceso de agua de la sangre, manteniéndola limpia y equilibrada.

El dolor de riñones, también conocido como dolor renal, es una molestia que se experimenta en la parte inferior de la espalda, generalmente de un lado u otro, donde están ubicados dichos órganos. Puede oscilar desde un dolor agudo y punzante hasta un dolor sordo y constante. Además, puede variar en intensidad o de ubicación cuando la persona cambia de posición e ir acompañado de otros síntomas como fiebre, náuseas, vómitos, cambios en la micción, o sangre en la orina.

Por lo general, se produce como resultado de patologías relacionadas con el riñón, como cálculos renales, infecciones del tracto urinario o enfermedades crónicas. 

El dolor de riñón es más común en adultos que en niños. Las infecciones renales son más frecuentes en mujeres que en hombres, mientras que con los cólicos nefríticos ocurre lo contrario. 

¿Qué es el lumbago o qué es la lumbalgia?

El dolor lumbar o lumbalgia es el que se localiza en la parte baja de la espalda. La columna lumbar está formada por cinco vértebras (L1 a L5) y es una de las regiones de la espalda más propensas al dolor, debido a su implicación en muchos de los movimientos. Además, es la responsable de soportar la mayor parte del peso del cuerpo, por lo que es más propensa a lesiones y desgaste.

Es común en personas de todas las edades, pero suele ser más frecuente a medida que envejecemos debido al desgaste natural de la columna vertebral. En adultos jóvenes y de mediana edad, entre 30 y 60 años, el inicio del dolor está causado por problemas en los discos intervertebrales y esfuerzos físicos inadecuados. En personas mayores de 60 años, a menudo está relacionado con el desgaste y con patologías como la artritis y la osteoporosis.

¿Qué causa el lumbago?

Las causas del dolor lumbar  más frecuentes son: 

  • Lesiones y esfuerzos. Es el motivo más común y suele ser temporal. Puede ser causado por hacer un movimiento incómodo, levantar algo pesado o tener una mala postura.
  • Condiciones médicas. Incluye enfermedades como artritis y escoliosis, que pueden afectar a la salud de la columna vertebral y causar dolor lumbar. También patologías como la estenosis espinal, la espondilosis o la deformidad de la columna vertebral.
  • Discos dañados. Los discos actúan como cojines entre las vértebras de la columna vertebral. Si un disco se lesiona o se desplaza, puede causar un dolor lumbar muy fuerte.
  • Envejecimiento. Con la edad, la columna vertebral tiende a desgastarse, lo que puede provocar dolor lumbar.

Tipos de dolor lumbar 

El dolor lumbar se puede clasificar de varias maneras; una de las más comunes es en base a su duración. Así, hablamos de: 

  1. Agudo. También conocido como lumbago, sucede de forma repentina y dura menos de seis semanas. A menudo es causado por un movimiento o elevación inadecuados.
  2. Subagudo. Dura entre seis semanas y tres meses.
  • Crónico. Cuando se alarga en el tiempo y continúa durante más de tres meses.

Cómo diferenciar el dolor de riñones del dolor lumbar

A pesar de su proximidad, hay varias señales que pueden ayudar a distinguir entre el dolor de riñones y el dolor lumbar. Las principales son: 

  • Ubicación del dolor. El dolor de riñón tiende a sentirse en la parte más baja de las costillas traseras o en los flancos, mientras que el dolor lumbar se siente en la región baja de la espalda.
  • Tipo de dolor. El dolor de riñón es a menudo agudo y severo, y se puede sentir como un golpe o un cólico. El dolor lumbar a menudo se describe como un dolor sordo, constante o con molestias.
  • Otros síntomas. Los problemas renales a menudo vienen acompañados de otros síntomas como fiebre, náuseas, o dolor al orinar, mientras que los problemas lumbares pueden estar asociados a rigidez en la espalda, limitación de movimiento, o irradiación del dolor hacia las piernas.

Diagnóstico de ambas dolencias

Generalmente, se puede diagnosticar el dolor de riñones o el dolor lumbar en función de los síntomas descritos y después de realizar un examen físico. Sin embargo, si el dolor persiste o es grave, se pueden realizar pruebas adicionales para una mejor evaluación. Estas pueden incluir:

  • Análisis de orina. Puede usarse para detectar infecciones o problemas renales.
  • Rayos X. Una simple radiografía de la columna vertebral puede revelar artritis o fracturas óseas.
  • Resonancia magnética o TAC. Estas pruebas proporcionan imágenes detalladas de los discos, los músculos, los ligamentos, los nervios y los vasos sanguíneos.

Es importante recordar que cuando el dolor es persistente en la espalda o en los flancos, se debe buscar atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Tratamiento de dolor lumbar y dolor de riñones

Otra diferencia entre  dolor de riñones y dolor lumbar es el tratamiento a seguir. 

Hay muchas personas que no saben qué tomar para el dolor de espalda. El dolor lumbar o lumbago generalmente se aborda a través de una terapia física y en casa, con analgésicos recetados por el médico y cambios en el estilo de vida como el ejercicio regular, la mejora de la postura y el peso saludable. Si el dolor persiste, puede requerir intervención médica con medicamentos, terapia física o, en algunos casos, cirugía. 

Así, los analgésicos, como los AINEs (antiinflamatorios no esteroideos) suelen recetarse como primera línea de defensa contra el dolor lumbar. Sin embargo, si las molestias se vuelven crónicas, se pueden recomendar tratamientos más específicos como la fisioterapia, que promueve flexibilidad y fortaleza en la espalda, o terapias invasivas como las inyecciones de corticosteroides.

Otra medicación que tomar para el dolor lumbar fuerte, cuando es severo y persistente, son los relajantes musculares o los analgésicos opioides como la codeína o tramadol. 

El tratamiento del dolor de riñones depende de la causa subyacente. Si está producido por una infección renal, se pueden recetar antibióticos. Sin embargo, si aparece como resultado de cálculos renales, se puede necesitar un tratamiento más específico. Además, el control del dolor se realiza frecuentemente con analgésicos no opioides.

La litotricia extracorpórea por ondas de choque es un tratamiento común para los cálculos renales. Se utilizan para romper las piedras en fragmentos más pequeños que pueden pasar a través del sistema urinario.

Ambos, el dolor lumbar y el de riñones pueden ser extremadamente incómodos y limitantes. Afortunadamente, los avances médicos han permitido la existencia de una variedad de tratamientos para abordarlos. 

Distinguir entre dolor de riñones y dolor lumbar puede ser complicado por su cercanía y la similitud de los síntomas. Sin embargo, la comprensión de las características únicas de ambos tipos de dolor, así como sus causas más comunes, puede ayudar a identificar el origen del problema y buscar el tratamiento más adecuado. 

Si tienes un dolor en esa zona y no sabes exactamente a qué corresponde te recomendamos que acudas al médico. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a unos precios muy competitivos. 

¿Existen los alimentos tóxicos para la salud?

En los últimos años, la preocupación por la salud y la nutrición ha ido en constante aumento. Son cada vez más las personas que se cuestionan lo que comen y buscan llevar una alimentación equilibrada y saludable. En este contexto, surge la pregunta: ¿existen los alimentos tóxicos para la salud?

Para responder a esta interrogante, es necesario entender el concepto de toxicidad en relación con los alimentos. La toxicidad se refiere a la capacidad que tiene una sustancia para causar daño al organismo cuando se ingiere en cantidades suficientemente altas. Sin embargo, en términos generales, la mayoría de los alimentos no son tóxicos si se consumen en cantidades apropiadas y dentro de una dieta balanceada.

Intolerancias y alergias

Es importante destacar que existen diferencias individuales en cuanto a la tolerancia de ciertos alimentos y que algunas personas pueden presentar una mayor sensibilidad o intolerancia a determinados componentes presentes en la comida. Por ejemplo, algunas personas pueden ser alérgicas al gluten, a la lactosa o a ciertos aditivos alimentarios, lo que puede generar una respuesta adversa cuando consumen esos alimentos.

En el caso de las alergias alimentarias, estas suelen ser más comunes en ciertos alimentos como los cacahuetes, los mariscos, los huevos y los lácteos. Cuando una persona alérgica consume alguno de estos alimentos, su sistema inmunológico responde de manera exagerada, causando síntomas que pueden ir desde una leve irritación en la piel hasta una reacción anafiláctica grave.

Apostar por una dieta sana

Por otro lado, existen ciertos alimentos que, si bien no son tóxicos, pueden resultar perjudiciales para la salud si se consumen en exceso o de forma inadecuada. Un ejemplo de ello son las grasas trans, presentes en muchos procesados como las galletas, las patatas fritas y los fritos en general. Las grasas trans, además de aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, también se asocian a un aumento de la inflamación en el organismo.

Asimismo, algunos alimentos pueden contener compuestos naturales que, si se consumen en grandes cantidades, pueden resultar perjudiciales. Un ejemplo de esto es el caso de las espinacas y otros vegetales de hoja verde, que contienen ácido oxálico y nitratos en niveles moderados. Estas sustancias pueden interferir en la absorción de algunos nutrientes y, en casos extremos, pueden formar cálculos renales.

Sin embargo, es importante destacar que estos casos son la excepción y no la regla. La mayoría de los alimentos que consumimos diariamente no representan un riesgo para la salud si se consumen en cantidades adecuadas y dentro de una dieta equilibrada. Es fundamental tener una alimentación variada, que incluya frutas, verduras, proteínas, cereales integrales y grasas saludables, para asegurar una ingesta adecuada de nutrientes.

Es importante también estar atentos a las recomendaciones de salud pública y a las guías alimentarias de expertos. Estas orientan acerca de la cantidad y la frecuencia recomendada de consumo de ciertos alimentos, así como de las principales fuentes de nutrientes.

Consejos para evitar alimentos tóxicos

Algunas medidas que se pueden tomar para huir de estos alimentos son:

Identificar los alimentos tóxicos

El primer paso para enfrentar esta situación es reconocer los alimentos tóxicos más comunes. Estos incluyen aquellos altos en contenido de grasas saturadas, azúcares añadidos, sodio, aditivos químicos y pesticidas. También, hay que saber de los alimentos que pueden estar contaminados con microorganismos dañinos, como bacterias, hongos y parásitos.

Minimizar la exposición a alimentos tóxicos

Para evitar la ingesta de alimentos tóxicos, es importante adoptar hábitos de compras conscientes. Optar por productos orgánicos certificados puede ser una alternativa para reducir la exposición a pesticidas y otros químicos dañinos. Además, leer cuidadosamente las etiquetas de los alimentos y evitar aquellos que contienen ingredientes artificiales y de dudoso origen, pueden ayudar a proteger la salud.

Lavar adecuadamente los alimentos

Lavar los alimentos antes de su consumo es esencial para minimizar la exposición a sustancias tóxicas. Las frutas y verduras frescas deben ser lavadas bajo agua corriente, asegurándose de remover cualquier residuo de pesticidas o contaminantes superficiales. Además, es importante manipular adecuadamente los alimentos para evitar la contaminación cruzada con sustancias nocivas.

Cocinar los alimentos de manera segura

La cocción adecuada de los alimentos también juega un papel fundamental en la prevención de enfermedades causadas por la ingesta de alimentos tóxicos. Cocinar completamente los alimentos a temperaturas seguras y mantener la higiene en la cocina son claves para evitar la contaminación bacteriana. El uso de termómetros para alimentos y utensilios de cocina limpios y desinfectados son medidas importantes a tener en cuenta.

Hidratación y eliminación

Cuando se consumen alimentos tóxicos, es fundamental mantener el cuerpo adecuadamente hidratado para ayudar a eliminar las sustancias dañinas del organismo. Beber suficiente agua y líquidos saludables ayuda a eliminar toxinas y mantener una adecuada función renal y digestiva. Además, consumir alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros, puede promover una mejor eliminación de toxinas a través del tracto gastrointestinal.

Consultar a un médico

Si se sospecha o hay síntomas de envenenamiento alimentario o se han consumido alimentos tóxicos en cantidades significativas, es crucial buscar atención médica de inmediato. Un profesional de la salud podrá evaluar la situación, proporcionar el tratamiento adecuado y realizar análisis clínicos para determinar la presencia de sustancias perjudiciales en el organismo.

Si necesitas consejo sobre cuáles son alimentos que no debes tomar te recomendamos que acudas a un endocrino. Ya que este especialista puede ayudarte en tu dieta diaria. En SaludOnNet contamos con endocrinos dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a los mejores precios.

Gangrena de Fournier: causas y tratamiento

La Gangrena de Fournier es una enfermedad poco común pero extremadamente grave que afecta principalmente a hombres. Se caracteriza por una infección bacteriana de los tejidos blandos de la zona genital y perineal, que puede extenderse rápidamente a la zona circundante. Es una patología peligrosa y potencialmente mortal, que requiere atención médica inmediata. 

El contagio de la Gangrena de Fournier no es posible, en el sentido de que no se transmite de persona a persona a través del contacto directo. No obstante, la enfermedad puede propagarse de forma indirecta si las bacterias presentes en las lesiones infectadas entran en contacto con heridas abiertas en otra persona.

Qué es la Gangrena de Fournier

También conocida como fascitis necrotizante de la región perineal, fue descrita por primera vez en 1883 por el médico francés Jean Alfred Fournier. Consiste en una rápida destrucción de los tejidos, causada principalmente por bacterias anaerobias y mixtas, que penetran en el cuerpo a través de heridas, abscesos o infecciones del tracto urinario.

Puede afectar a personas de cualquier género y edad, pero se presenta con mayor frecuencia en hombres adultos a partir de los 50 años, llegando a causar necrosis y gangrena testicular. Puede estar relacionado con factores anatómicos, como la uretra más larga en los hombres, que puede facilitar la entrada de bacterias. Sin embargo, en los últimos años se ha observado un aumento en la incidencia de esta enfermedad en mujeres, aunque las causas exactas de esta tendencia no están totalmente claras.

Causas de la Gangrena de Fournier

Las causas de la enfermedad de Fournier son diversas, pero la principal es la invasión bacteriana. Las bacterias más comúnmente asociadas con esta infección incluyen Escherichia coli, Klebsiella, Clostridium, Enterococcus y Staphylococcus aureus. Estos microorganismos ingresan en el cuerpo a través de heridas abiertas, cortes, úlceras, infecciones del tracto urinario, traumatismos en el área genital, quemaduras o cirugías en la zona perineal.

Otras enfermedades subyacentes, como la diabetes o el alcoholismo, también pueden predisponer a una persona a desarrollar Gangrena de Fournier. Son condiciones que debilitan el sistema inmunitario, lo que facilita la proliferación de las bacterias y el desarrollo de la infección.

La falta de higiene también es un factor de riesgo importante. Aquellos que no mantienen una buena higiene genital, como la limpieza adecuada después de la micción o la defecación, son más propensos a la infección.

Gangrena de Fournier en mujeres

Aunque el Síndrome de Fournier es más común en hombres, las mujeres también pueden verse afectadas por esta enfermedad. Algunos factores específicos pueden predisponerlas a desarrollarla, como: 

  • Presencia de infecciones vaginales crónicas.
  • Uso prolongado de dispositivos intrauterinos
  • Complicaciones relacionadas con el parto, como desgarros perineales.

Factores de riesgo

Además de las causas mencionadas, existen varios factores de predisposición a desarrollar gangrena de Fournier. Estos incluyen: 

  • Diabetes mellitus
  • Obesidad.
  • Alcoholismo.
  • Trastornos inmunosupresores.
  • Enfermedades crónicas como la enfermedad renal o hepática.
  • Uso de medicamentos inmunosupresores.

Síntomas de la Gangrena de Fournier

Los síntomas iniciales pueden ser sutiles y fácilmente confundidos con otras afecciones menos graves. Sin embargo, es importante conocer los signos de advertencia para buscar atención médica de inmediato.

Uno de los primeros síntomas es el dolor y la inflamación en los genitales y la región perineal. Esta área puede volverse de un color rojizo o púrpura a medida que la infección avanza. Además, puede haber fiebre y escalofríos, así como una sensación general de malestar.

Con la progresión de la infección, pueden aparecer ampollas llenas de pus, acompañadas de un olor fétido y desagradable. Estas ampollas pueden crecer rápidamente y propagarse a áreas cercanas como el abdomen y los muslos. La piel también puede volverse negra y mostrar signos de necrosis o muerte del tejido.

Otros síntomas de la Gangrena de Fournier incluyen dificultad para orinar o defecar, así como un aumento del ritmo cardíaco y la presión arterial. En algunos casos graves, puede haber síntomas de sepsis, como confusión, disminución del estado de alerta y shock.

Esta patología es una enfermedad poco común, pero su gravedad justifica la necesidad de conocer sus síntomas. Si bien afecta principalmente a hombres, como deciamos, las mujeres también pueden tenerla. Por lo tanto, estar informado puede ayudar a reconocer los signos de esta afección potencialmente mortal y buscar ayuda médica de manera oportuna.

Diagnóstico de la Gangrena de Fournier

El diagnóstico requiere un alto grado de sospecha clínica, ya que los síntomas iniciales pueden ser vagos y poco específicos. Algunos de los síntomas comunes incluyen: 

  • Dolor intenso en la zona afectada. 
  • Fiebre alta.
  • Enrojecimiento e hinchazón de los genitales y la zona perineal. 
  • Presencia de ampollas o vesículas.

La exploración física puede revelar signos característicos como edema, eritema, dolor y presencia de áreas necróticas. El diagnóstico definitivo se realiza mediante la observación directa de los tejidos afectados a través de una exploración quirúrgica

También se realizan pruebas de laboratorio, como un hemograma completo para evaluar los niveles de glóbulos blancos y la presencia de infección, así como cultivos de muestras de tejido para identificar el tipo de bacteria responsable de la infección. Asimismo, se usan pruebas de imagen como radiografías o resonancias magnéticas, para evaluar la extensión de la infección.

El diagnóstico temprano es crucial para un tratamiento exitoso. La enfermedad progresa rápidamente y puede provocar complicaciones graves, como sepsis y shock séptico, que son potencialmente mortales.

Tratamiento de la Gangrena de Fournier

La Gangrena de Fournier tiene cura. Puede ser tratada y, en muchos casos, controlada y curada. El tratamiento requiere un enfoque multidisciplinario y urgente, una combinación de intervenciones quirúrgicas y terapia antibiótica. 

La cirugía tiene como objetivo eliminar el tejido necrótico y drenar cualquier absceso o colección de pus que pueda haber. Esto se logra mediante incisiones y desbridamiento del tejido afectado. En casos graves, puede ser necesario realizar múltiples cirugías para garantizar la eliminación completa de la infección y realizar procedimientos de reconstrucción posterior para restaurar la función y la apariencia de los tejidos afectados.

Además, los pacientes con Gangrena de Fournier deben recibir terapia antibiótica de amplio espectro para combatir la infección bacteriana. Las opciones pueden variar según el agente infeccioso implicado, pero generalmente se administran antibióticos intravenosos de forma continua durante al menos cuatro semanas.

En algunos casos, el tratamiento puede requerir técnicas de terapia de oxígeno hiperbárico. Esta terapia implica la exposición del paciente a oxígeno puro a presiones superiores a la atmosférica normal, lo que puede ayudar a aumentar la eficacia de los antibióticos y promover la cicatrización de tejidos.

Es importante destacar que el tratamiento debe ser realizado por un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, que incluya cirujanos, urólogos, especialistas en enfermedades infecciosas y enfermeras especializadas en heridas. La atención integral y coordinada es crucial para lograr los mejores resultados posibles.

Secuelas de la Gangrena de Fournier

Si no se trata correctamente, puede dejar diversas secuelas, como:

  • Daño cutáneo permanente. Puede producir grandes áreas de fuga de tejido cutáneo, lo que puede resultar en cicatrices y deformidades permanentes.
  • Daño muscular y nervioso. La infección puede afectar los músculos y los nervios de la zona genital y perineal, lo que potencialmente puede ocasionar debilidad muscular, pérdida de sensibilidad o incluso disfunción sexual.
  • Problemas urinarios. Puede afectar los órganos del sistema urinario, lo que puede llevar a dificultades en la micción, incontinencia urinaria o incluso daño renal.
  • Problemas sexuales. La infección y el daño resultante pueden ocasionar problemas sexuales, como disfunción eréctil o dificultades para alcanzar el orgasmo.
  • Problemas psicológicos.  Las secuelas físicas pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de la persona afectada, lo que puede llevar a problemas psicológicos como depresión, ansiedad o dificultades para relacionarse socialmente.

Es importante destacar que estas secuelas pueden variar en función de la gravedad de la infección y de la efectividad del tratamiento recibido. Por ello, es fundamental buscar atención médica de emergencia ante cualquier síntoma o signo de Gangrena de Fournier para minimizar el riesgo de secuelas a largo plazo.

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¿Importa el tamaño del pene en las relaciones sexuales?

Si hay una pregunta que ha generado mucha controversia e innumerables debates a lo largo de los años es si el tamaño importa. Para llegar a una respuesta definitiva sobre el tamaño del pene, es importante comprender qué se considera normal y cuáles son los pros y los contras de tener un pene grande o pequeño.

Journal of Sexual Medicine, una revista especializada en investigaciones relacionadas con la sexualidad humana, publicó un estudio en el que determinaba que el tamaño promedio de un pene erecto es de aproximadamente 13 centímetros, con una desviación estándar de 1,66 centímetros. Estos datos son importantes para establecer un punto de referencia y entender qué se considera como un tamaño normal.

Aspectos para tener en cuenta en una relación

Es importante destacar que el tamaño del pene no es el único factor determinante en la satisfacción sexual. Existen otros aspectos como la comunicación, el afecto, la compenetración emocional y la técnica sexual, que juegan un papel fundamental en el disfrute de la sexualidad. Además, cada persona tiene preferencias y necesidades diferentes, por lo que lo que es satisfactorio para una pareja, puede no serlo para otra.

Ventajas de tener un tamaño del pene grande

Para algunas personas, tener un pene grande puede resultar una cualidad deseable y asociada a mejores experiencias sexuales. Sin embargo, es fundamental analizar de manera imparcial los pros y contras de esta característica, a fin de combatir los mitos y entender la realidad.

Los pros de tener un pene grande son:

  • Autoconfianza. Para algunos hombres, puede proporcionarles una mayor autoestima y confianza en sí mismos. Esta seguridad puede influir positivamente en su relación de pareja y en su vida sexual.
  • Estímulo más intenso. Al tener un tamaño genital mayor, existe la posibilidad de estimular más terminaciones nerviosas en la pareja sexual. Esto podría aumentar las probabilidades de alcanzar orgasmos más intensos y placenteros.
  • Atractivo para algunas personas. Es importante mencionar que a algunas personas les atrae un tamaño de pene grande. Aunque los gustos varían, hay quienes pueden experimentar una mayor excitación o satisfacción visual con este tipo de características.

Desventajas de tener un pene grande

Algunos contras de tener un miembro más grande de los normal son:

  • Dolor y molestias durante el sexo. En algunos casos puede generar incomodidades o dolor durante las relaciones sexuales, tanto para el poseedor como para su pareja. La penetración puede resultar incómoda o incluso dolorosa, por lo que se debe prestar atención a las necesidades y preferencias de ambas partes.
  • Expectativas irrealistas. En ocasiones, estos hombres pueden sentirse presionados por las expectativas sociales o de su pareja. Esto puede generar ansiedad y preocupación ante la idea de no alcanzar un rendimiento sexual óptimo, lo cual afecta negativamente su calidad de vida.
  • Limitaciones en el sexo oral y anal. Un tamaño grande puede dificultar estas prácticas debido a la incomodidad o incluso al daño físico que pueda ocasionar.

Ventajas de tener un tamaño del pene pequeño

Es importante comprender que el tamaño del pene no determina la masculinidad ni define la capacidad sexual de una persona. Las principales ventajas son:

  • Mayor sensibilidad. Al tener el miembro más pequeño, es probable que tenga una mayor sensibilidad durante el acto sexual. Esto podría aumentar el placer y la satisfacción para ambos miembros de la pareja.
  •  Mayor versatilidad: Un órgano más pequeño puede brindar mayor versatilidad durante el sexo. Al ser más manejable, puede explorar diferentes posiciones y ángulos con mayor facilidad, lo que puede generar experiencias más variadas y excitantes.
  • Menos probabilidades de causar dolor. En algunas situaciones, un pene grande puede causar incomodidad o incluso dolor durante el coito. En este sentido, tenerlo más pequeño podría disminuir estas posibilidades, permitiendo una experiencia más placentera y confortable para ambos miembros de la pareja.

Desventajas de tener un pene pequeño

Las principales son:

  • Inseguridades personales. Aunque la seguridad y la autoestima no deberían basarse en el tamaño del pene, algunas personas pueden experimentar inseguridades o complejos debido a ello. Estas preocupaciones emocionales pueden afectar la confianza sexual y la relación de pareja, apareciendo problemas como la eyaculación precoz.
  • Expectativas culturales. La sociedad ha establecido ciertos estándares de belleza e idealización del tamaño del pene. Estas expectativas culturales pueden influir en la percepción negativa que algunos hombres tienen sobre su propio cuerpo, generando ansiedad y frustración.
  • Menor autoaceptación. Tener el miembro pequeño podría generar sentimientos de inferioridad y falta de aceptación, especialmente si se compara con los cánones de belleza establecidos. Esto puede afectar la salud mental y emocional de un individuo.

Hay que mencionar que, en la mayoría de los casos, el tamaño del pene no es determinante para alcanzar el placer sexual y satisfacer a la pareja. La comunicación, la empatía y el conocimiento mutuo pueden ser elementos fundamentales para disfrutar de una vida sexual plena y satisfactoria.

Recordemos que el placer y la intimidad se construyen a través de la conexión emocional y del conocimiento mutuo, más allá de las dimensiones físicas. Por tanto, es esencial centrarse en el disfrute mutuo y en la experimentación, en lugar de preocuparse por el tamaño del pene.

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¿Qué es la parafimosis y cómo se trata?

La parafimosis es una urgencia urológica que se produce cuando la piel de prepucio se atasca, una vez retraída, y no puede volver a su posición natural. Esto hace que se comprima el pene y se reduzca la cantidad de sangre que llega hasta el glande. Puede causar el desarrollo de una infección o la muerte progresiva de los tejidos.

Aparece por una maniobra de reducción indebida, quedando atrapado el prepucio por detrás del surco balanoprepucial y causando inflamación y una estrangulación progresiva del mismo.  Es una complicación de la fimosis en la que el anillo prepucial, retenido por detrás del surco coronario, estrangula el glande originando una congestión venosa que produce edema y dolor.

Principales síntomas de la parafimosis

Los signos y síntomas de la parafimosis más habituales son:

  • Dolor
  • Decoloración de la punta del pene, que se vuelve de color rojo oscuro o azulado.
  • Hinchazón de la punta del pene al retraer el prepucio o llevarlo para atrás.

Si no es tratada a tiempo puede producir obstrucción del riego sanguíneo y necrosis posterior a la obstrucción.

Diferencias entre la fimosis y la parafimosis

No se debe confundir la fimosis de la parafimosis. Para ello es importante saber lo siguiente.

¿Qué son?

La fimosis es la incapacidad de descubrir la cabeza del glande, debido a la estrechez de la abertura del prepucio.

La parafimosis es una urgencia urológica, donde el prepucio está retraído y atascado por detrás de la cabeza del glande y no retoma su posición inicial.

Principales síntomas

En ambos casos aparece edema y eritema, pero en la fimosis hay prurito en el prepucio y en la parafimosis dolor en el glande.

Diagnóstico

El diagnóstico en ambas patologías se realiza mediante la historia clínica y la exploración física. Es el médico en la consulta o en urgencias el encargado de llevarlo a cabo.

Tratamiento

En la fimosis el tratamiento adecuado es la circuncisión. Se realiza para evitar una parafimosis.

El tratamiento de la parafimosis puede incluir:

  • Reducir el prepucio manualmente, lubricándolo y realizando la maniobra muy lentamente. El tratamiento de la parafimosis con crema disminuye el edema tisular y el tamaño del glande.
  • Prepucioplastia. Si no se logra la reducción manual es necesario realizar una incisión longitudinal del anillo constrictor, para que se pueda reducir.
  • Circuncisión, una vez que ha remitido la inflamación. Esta operación de parafimosis es el tratamiento de elección, que evita que se produzca de nuevo.  

Complicaciones y riesgos

Si no se trata la fimosis pueden aparecer complicaciones como:

  • Parafimosis.
  • Infecciones recurrentes.
  • Erecciones o micciones dolorosas.

La principal complicación de la parafimosis es la necrosis del pene.

Causas de la parafimosis

La parafimosis puede producirse por diversas causas, en función de la edad. Así, en lactantes y menores aparece una fimosis fisiológica, que suele complicarse en parafimosis en niños, tras la higiene del área genital o después de la micción.

La fimosis suele resolverse de forma espontánea, en la mayoría de los casos, antes de los 5 años. A los 18 años el 99% de los varones puede retroceder su prepucio sin problemas, por lo que diversos estudios consideran innecesaria la circuncisión o la dilatación forzada del prepucio en la mayoría de los niños.

En el caso de los adultos las causas pueden ser:

  • Tras la realización de sondajes vesicales o procedimientos y diagnósticos quirúrgicos urológicos, como la citoscopia.
  • Por traumatismos. El uso de piercings es una causa frecuente. También puede aparecer después de las relaciones sexuales, cuando se realiza una higiene adecuada del órgano genital y el prepucio no vuelve al sitio correcto.
  • Infecciones o inflamaciones como la balanitis o la balanopostitis.

Tratamiento de la parafimosis

La parafimosis debe ser tratada con urgencia. Por lo general se siguen los siguientes pasos:

  • En el momento en el que se detecta se aplican compresas de hielo en la zona, para aliviar el dolor y reducir la hinchazón.
  • En algunos casos, el médico puede remover la sangre y el pus acumulado, mediante la irrigación con una jeringa, para aliviar la presión.
  • Cuando la hinchazón disminuye, el prepucio se coloca manualmente para devolverlo a su posición normal mediante la maniobra de reversión. Esta acción puede realizarse con anestesia local, para reducir el dolor.
  • En los casos más graves el médico puede indicar una circuncisión de urgencia, donde la piel del prepucio es removida a través de la cirugía para aliviar la presión del pene y evitar que vuelva a suceder.

Recomendaciones para evitar la parafimosis

Para prevenir la aparición de la parafimosis, los especialistas recomiendan realizar algunas acciones como:

  • Limpieza del pene todos los días. Para ello hay que retraer el prepucio y lavar cuidadosamente la zona con agua y jabón. Después secarlo.
  • Devolver el pene a su posición normal, siempre que se haya retraído. Esto puede suceder durante las relaciones sexuales, antes de orinar o al limpiar el pene.
  • Asegurarse siempre de que el prepucio está en la posición normal después de cualquier examen médico o procedimiento, como la sonda vesical.
  • No utilizar piercings en el pene, si la parafimosis apareció a consecuencia de una perforación.
  • Abstenerse de mantener relaciones sexuales durante unos días, si el problema apareció en ese momento.

Es importante buscar ayuda médica cuando el hombre tenga los siguientes síntomas:

  • El prepucio está atascado.
  • Aparecen síntomas de infección como aumento del dolor, hinchazón, enrojecimiento o temperatura elevada o hay fiebre o pus.
  • Supura pus.
  • Tiene fiebre.  

Si cree que puede tener fimosis o parafimosis es importante que acuda al médico para que realice un diagnóstico y oriente sobre el tratamiento más adecuado. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin largas esperas y a precios muy competitivos.

Qué es la resección transuretral (RTU) de próstata

La resección transuretral (RTU)  es una cirugía que se realiza cuando el paciente lleva una sonda vesical o tiene problemas al miccionar. Consiste en la extirpación de parte de la próstata, de un tejido que ha crecido de manera anormal y obstruye el cuello de la vejiga, dificultando la salida normal de la orina. Se realiza cuando hay un crecimiento benigno de la próstata, denominado adenoma, o uno maligno, llamado carcinoma.

La hiperplasia benigna de próstata es una enfermedad que afecta al 50% de los varones mayores de 50 años y  al 70% con más de 60 años. Actualmente la mitad de los pacientes que acuden a consulta de urología lo hacen por esta causa.

Procedimiento quirúrgico de la resección transuretral

La resección transuretral consiste en la introducción por la uretra de un aparato endoscópico denominado resector, que reseca y corta el tejido aumentado de volumen en pequeños trozos. Estas partes de tejido prostático obstructivo se extraen, mientras la parte externa de la próstata se mantiene. Lo eliminado es analizado en un laboratorio de anatomía patológica. Gracias a esta técnica se logra la resección de la hiperplasia prostática a través del conducto urinario, pudiendo ver la uretra, la próstata y la vejiga.

Posteoperatorio de la RTU

La RTU tiene un postoperatorio que va desde los dos días a la semana y durante ese periodo es posible que el paciente tenga que llevar una sonda ureteral puesta. Una vez retirada debe ir al baño por sí mismo, aunque al orinar puede que note escozor o ganas constantes de evacuar.

Algunas recomendaciones tras la cirugía son:

  • Dieta rica en fibra para evitar el estreñimiento.
  • Toma abundante de líquidos (al menos 2 litros al día).
  • Higiene diaria. Si tiene la sonda puesta no debe desconectarla de la bolsa. Se deben lavar bien las zonas genitales que están en contacto con la sonda, así como la parte del prepucio, que debe ser retraída para su completo lavado.
  • Cuidado de la sonda vesical, que no debe colocarse en el suelo ni desconectarse para su lavado. Debe vaciarse cada 6 horas.

Riesgos de la RTU

Esta intervención quirúrgica ofrece buenos resultados y suele realizarse con seguridad. Lo habitual es que el postoperatorio transcurra sin efectos secundarios. No obstante, a veces aparecen algunas como:

  • Poca mejoría en la calidad de la micción.
  • Imposibilidad de retirar la sonda, si es que el paciente la llevaba.
  • Aparición de estenosis uretral.
  • Incontinencia urinaria o urgencia miccional.
  • Estenosis uretral.

Los riesgos pueden incrementarse debido a las circunstancias de cada paciente. Así, la probabilidad aumenta cuando el paciente es diabético, hipertenso o tiene alguna cardiopatía.

El paciente debe acudir al médico si nota que la orina cambia de color, si le duele al orinar, si tiene fiebre o si la sonda está obstruida.

Esta intervención quirúrgica no tiene consecuencias en las erecciones ni disminuye el deseo sexual. No obstante el paciente debe saber que a partir de la misma tendrá lo que se denomina eyaculación retrógrada, en la que la cantidad de semen expulsado se reduce con respecto a la que liberaba antes de la cirugía.

Si tiene problemas al miccionar y le han recomendado realizarse una resección transuretral (RTU) de próstata en SaludOnNet tenemos la solución a sus problemas. Contamos con especialistas de primer nivel que le devolverán la calidad de vida perdida.

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