Qué son los terrores nocturnos y cómo se tratan

  • Los episodios incluyen gritos de terror, movimientos de cuerpo, desorientación temporal, sudoración y lágrimas.
  • La ansiedad, los trastornos del sueño y el estrés pueden contribuir a los terrores nocturnos, especialmente cuando se combinan con otros factores.
niña con terrores nocturnos

Los terrores nocturnos son un trastorno de la conducta infantil. Se caracterizan porque se producen episodios repentinos de pánico nocturno, generalmente durante la hora de mayor profundidad del sueño, entre las 11 y las 2 de la madrugada. No suelen durar más de 20 minutos, pero pueden parecer mucho más largos.

Durante esos «dramas» los niños se despiertan gritando aterrorizados, sufriendo ansiedad extrema y profunda angustia como consecuencia del miedo que sienten. Los episodios pueden variar en duración desde unos pocos segundos a varios minutos.

Los padres a menudo no saben cómo ayudar a sus hijos a superar estos terrores nocturnos. Aunque no existe una solución fácil, es importante comprender cómo funcionan, para poder abordarlos de manera efectiva.

En qué consisten y cuándo se producen

Son más comunes en niños de 18 meses a 5 años, pero también pueden afectar a adolescentes y adultos jóvenes. A menudo, los episodios incluyen gritos de terror, movimientos de cuerpo, desorientación temporal, sudoración, lágrimas y llamar consciente.

Los padres pueden intentar acercarse a su hijo para tranquilizarlo, pero en algunos casos, esto puede empeorar la situación.

Los terrores nocturnos son impulsados por una variedad de factores, que incluyen:

  • Ansiedad.
  • Estrés.
  • Una dieta baja en nutrientes.
  • Una caída del sueño.

Muchas veces, también están relacionados con el desarrollo de habilidades cognitivas como el lenguaje, la memoria y el aprendizaje.

Terrores nocturnos en bebés de menos de 1 año

Son relativamente infrecuentes en bebés de 1 año, aunque es posible que algunos lo experimenten a esa edad. Suelen ser más leves que en niños mayores, ya que los bebés no pueden hablar y describir lo que está sucediendo. En lugar de despertar completamente, el bebé podría llorar, gritar, golpear los brazos y las piernas, sentirse muy ansioso o incluso salir de la cama.

Estos episodios pueden durar de 5 a 15 minutos, y generalmente no recuerdan nada al despertar. Cuando un bebé tiene terrores nocturnos, se pueden hacer algunas cosas para ayudar a aliviar los síntomas, aunque siempre lo mejor es consultar con el pediatra.

  • Asegurarse de que el bebé esté durmiendo en un entorno seguro y relajado.
  • Mantener la habitación lo más oscura y silenciosa posible.
  • Si el bebé se despierta durante un episodio, tratar de tranquilizarlo hablando con él en voz baja. No hay que tocarlo o abrazarlo, ya que esto puede hacer que el episodio sea peor.

Síntomas de los terrores nocturnos

Alrededor del 4-6% de los niños entre los 2 y los 12 años sufren de terrores nocturnos. Los síntomas generalmente se manifiestan entre la edad de 18 meses a 5 años y suelen desaparecer solos entre los 5 y los 8 años. Los síntomas principales incluyen:

  • Despertares bruscos que normalmente suceden entre las 3 y las 6 horas de sueño profundo y duran entre 5 y 15 minutos de duración. Durante los terrores nocturnos, los niños sienten miedo y pánico intenso y suelen hacer movimientos extraños e involuntarios.
  • Algunos niños también gritan, lloran o tienen espasmos musculares. Aunque los terrores nocturnos son a veces alarmantes para los padres, por lo general no tienen ninguna consecuencia a largo plazo en la salud.

Causas de los terrores nocturnos

Aunque los terrores nocturnos son comunes en los niños, su causa exacta sigue siendo un misterio. Sin embargo, hay algunas posibles explicaciones.

  • Los factores etológicos como la ansiedad, los trastornos del sueño y el estrés pueden contribuir a los terrores nocturnos, especialmente cuando se combinan con otros factores, como los cambios de horario, fatiga, sueño excesivo y estresantes situaciones ambientales.
  • Predisposición genética, elementos psicológicos y perturbaciones en el nivel de neurotransmisores. Entre ellos, se destaca un posible déficit de serotonina, un neurotransmisor que contribuye al sueño profundo.

Cómo actuar ante los terrores nocturnos

Los terrores nocturnos pueden ser frustrantes y aterradores tanto para los padres como para los niños, cuando no saben cómo lidiar con ellos. Pero, es importante mantener la calma y hablar con el médico del niño.  Si las estrategias de abordamiento de pánico son aplicadas con constancia, se pueden reducir los episodios de terrores nocturnos.

  • Enseña a tu hijo a relajarse usando técnicas como yoga infantil, respiración profunda y respiración cuenta atrás. Estas podrían ayudar a preparar el cuerpo y la mente para el sueño y reducir el estrés durante la noche, ayudando a dormir mejor.
  • Prueba con cambios en el ritmo de sueño para conseguir un horario de descanso estable y adecuado. Esto ayudará a su cuerpo a regular la producción de hormonas como la melatonina, necesaria para mantener el sueño profundo.
  • Los padres deben prestar especial atención la rutina de sueño saludable de su hijo y su estado de ánimo en general. Si hay un cambio súbito en los patrones de sueño y la angustia, busca el consejo de un profesional. Se debe tratar de mantener una hora de acostarse fija.
  • Combatir el miedo del niño. Utiliza los cuentos de hadas y el humor para ayudar a tu hijo a desarrollar una actitud positiva acerca de los terrores nocturnos. Esta es una forma muy poderosa de ayudarlo a superar esos miedos y de abordar sus preocupaciones con confianza.
  • Crear un ambiente seguro y relajado en la habitación
  • Tener una dieta nutritiva.

Hay que recordar a tu hijo que los terrores nocturnos van y vienen, y que pronto pasarán.

Tratamiento de los terrores nocturnos

Es importante hablar con un profesional de la salud mental puede ayudar a descubrir los factores que determinan los terrores nocturnos. Estos profesionales pueden realizar una evaluación y establecer medidas para que los niños duerman bien tales como:

  • Limitar la cafeína.
  • Establecer un horario de sueño regular.
  • Evitar los estímulos excesivos.
  • Asegurarse de que los niños estén relajados antes de acostarse.
  • Fomentar patrones de sueño saludables.

Los terrores nocturnos son parte del desarrollo normal de los niños y se suelen superar por sí solos a medida que el niño crece. Si te sientes preocupado por los terrores nocturnos de tus hijos, debes acudir a un profesional de la salud mental para obtener información y ayuda. En SaludOnNet contamos con pediatras especializados en este asunto dispuestos a ayudarte.

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