Cómo interpretar un análisis de sangre y sus resultados

análisis de sangre

El análisis de sangre es una prueba muy utilizada por los médicos, por toda la información que ofrece del paciente. Se recomienda realizar uno al año, por lo menos, y se puede mandar por diversos motivos. Los principales son:

  • Diagnosticar posibles enfermedades o patologías del paciente.
  • Chequeo preventivo para conocer el estado de salud de una persona, si hace tiempo que no se realiza un estudio de sangre. El colesterol, por ejemplo, es uno de los parámetros que más preocupan a la población general. Aquellos con riesgo de hipercolesterolemia o con los triglicéridos altos deben llevar un control rutinario frecuente.
  • Control de embarazo, para medir parámetros como el azúcar en el embarazo y ver que la gestación transcurre con normalidad.
  • Cuando una mujer decide tomar anticonceptivos orales se pide previamente un análisis de hormonas.
  • Previo a la toma de medicación para eliminar el acné y al mes de comenzar el tratamiento, para controlar los niveles de transaminasas, colesterol y triglicéridos.
  • En pacientes que se someten a tratamientos de quimioterapia, como seguimiento para conocer cómo se encuentra su sistema inmunológico.

La analítica lleva una preparación sencilla. Antes de realizarse la prueba hay que estar en ayunas al menos 8 horas antes, para que ningún valor salga alterado por este motivo. La extracción de sangre de la vena es un poco dolorosa o molesta, aunque siempre depende del umbral de dolor de cada persona.

Por lo general se tolera bastante bien el pinchazo, pero para quien tiene respeto por las agujas, existe la opción de que la analítica se realice en posición decúbito supino en una camilla, con el fin de evitar que se maree. La cantidad de sangre que se extrae es muy pequeña y una vez recogida la muestra es enviada a un laboratorio para su análisis.

¿Quién debe interpretar un análisis de sangre?

Tras unos días de espera llegan los resultados y es en ese momento cuando muchas veces el paciente piensa ¡No entiendo nada! Lo ideal es acudir a la consulta del médico para conocer su significado, ya que es el especialista el que sabe cómo entender un análisis de sangre. En este artículo os vamos a contar para qué sirve cada uno de ellos y cuáles son los rangos entre los que deben moverse.

Pero os recordamos que quien debe interpretar un análisis de sangre completo siempre es el médico. Será quien haga una valoración global, puesto que a veces una variable alterada no significa nada si el resto de los parámetros están bien. Por eso, si buscas información en internet es fundamental que consultes con tu médico, antes de llevarte un disgusto pensando que te pasa algo.

Cómo interpretar un análisis de sangre según el tipo

Los análisis tienen dos partes importantes: el hemograma y la bioquímica.

El hemograma se solicita en prácticamente todas las analíticas. Es uno de los elementos diagnósticos que más información aporta a los médicos. En un hemograma se ve la serie roja (glóbulos rojos), la serie blanca (leucocitos o glóbulos blancos) y las plaquetas. Ofrece información muy valiosa, por lo que es importante saber cómo interpretar un hemograma completo.

La bioquímica es la concentración de las sustancias químicas disueltas en el plasma sanguíneo.

Cómo interpretar un hemograma completo. Datos a considerar

En el hemograma se analizan todos los componentes celulares de la sangre, es un recuento sanguíneo en el que se analizan los leucocitos o glóbulos blancos, los hematíes o glóbulos blancos y las plaquetas. A continuación desgranamos la interpretación de un hemograma.

Leucocitos o glóbulos blancos

Los leucocitos son células sanguíneas que forman parte del sistema inmunitario del organismo.  Su cometido es defender al cuerpo humano de posibles infecciones. Se producen y almacenan en la médula ósea y también están en el sistema linfático.

Valores recomendados:  Entre 3500 y 11000/ml. Hay diferentes tipos de glóbulos blancos y el valor total es la suma de ellos.

Los valores normales son los siguientes:

  • Neutrófilos. Entre 2000 y 7500 ml.
  • Linfocitos. Entre 1000 y 4500 ml.
  • Monocitos. Entre 200 y 800 ml.
  • Eosinófilos. Entre 50 y 500 ml.

Aumentan cuando existen infecciones de virus o parásitos. También en casos de alergia, asma, tumores y leucemia.

Disminuyen en infecciones graves, por la toma de algunos medicamentos como antibióticos o antiinflamatorios o cuando la médula ósea no genera células por tejido tumoral o agentes infecciosos.

Hematíes o glóbulos rojos

También llamados eritrocitos, son las células más numerosas de la sangre. Contienen una proteína denominada hemoglobina, encargada de llevar el oxígeno al resto del cuerpo e intercambiarlo por dióxido de carbono, que será expulsado por los pulmones. El tamaño de los glóbulos rojos se mide por el volumen corpuscular medio y la cantidad de hemoglobina que hay en cada glóbulo rojo por la hemoglobina corpuscular media.

Valores recomendados: 

  • Hematíes: Entre 4.300.000 y 5.900.000/mL.
  • Hemoglobina: Entre 12,5 y 17gr/L.
  • Volumen corpuscular medio (VCM). Entre 78 y 100 fl.
  • Hemoglobina corpuscular media (HCM). Entre 27 y 32 pg.

Valores superiores: Si la cifra está por encima del máximo en hematíes y hemoglobina puede ser por culpa del tabaco, por una insuficiencia respiratoria o por vivir en lugar de gran altitud. En el caso del VCM, un rango alto indica situaciones de déficit de vitamina B12, ácido fólico o patologías en el hígado.

Valores inferiores: Si la cifra está por debajo puede indicar que el paciente tiene anemia a consecuencia de déficit de hierro, menstruaciones abundantes…etc. En el VCM y el HCM un valor por debajo del recomendado puede tener que ver también con la talasemia. Se trata de un trastorno hereditario de la sangre en el que el cuerpo produce menos glóbulos rojos sanos y menos hemoglobina.

Plaquetas

Las plaquetas o trombocitos son las encargadas de cerrar los vasos sanguíneos cuando hay una herida. Es decir, juegan un papel muy importante en la coagulación.

Valores recomendados: Entre 130.000 y 450.000/mL

  • Aumentan cuando hay una hemorragia importante o una enfermedad puntual o crónica. 
  • Disminuyen en infecciones muy graves o cuando existe mucha actividad en el bazo.

Velocidad de sedimentación

La velocidad de sedimentación mide la distancia que recorren los hematíes en una hora, al descender en un tubo de ensayo tras sacar una muestra de sangre. Cuantos más glóbulos rojos desciendan mayor es la respuesta inflamatoria del sistema inmunitario.

Valores recomendados: Por debajo de 20 mL/h

  • Aumenta en infecciones, enfermedades inflamatorias crónicas (artritis reumatoide, lupus…) o anemia. Si la velocidad está alterada es síntoma de que hay alguna patología o trastorno que hay que diagnosticar.

Qué miden las pruebas bioquímicas

La bioquímica se encarga de medir los niveles de determinadas sustancias en la sangre que indican si los diferentes órganos están sanos. Ayudan al médico a confirmar un diagnóstico y a controlar los síntomas de algunas enfermedades.

Glucosa

La glucosa mide la cantidad de este azúcar que tenemos en la sangre.

Valores recomendados: Entre 70 y 110 mg/dL.

  • Aumenta en personas diabéticas, en intolerantes a la glucosa, en algunos pacientes que toman corticoides o en determinadas enfermedades como el síndrome de Cushing.
  • Disminuye provocando hipoglucemia cuando hay un ayuno prolongado o cuando un paciente diabético está medicado en exceso.

Creatinina

La creatinina es una proteína que informa sobre la función de los riñones.

Valores recomendados: Entre 0,6 y 1,2 mg/dl.

  • Aumenta cuando no funcionan correctamente los riñones, en momentos de deshidratación o cuando existen problemas en las vías urinarias (posibles cálculos renales, próstata…). También su valor está por encima del recomendado en personas musculadas.
  • Disminuye a causa de desnutrición (suele ocurrir en los ancianos).

Urea

La urea mide también la función renal, la masa muscular y la hidratación.

Valores recomendados: Entre 10 y 40 mg/dl.

  • Por encima puede indicar insuficiencia renal, elevada masa muscular o deshidratación. También puede ser indicativo de sangrado digestivo. 
  • Disminuye en personas sin masa muscular.

Ácido úrico

El ácido úrico es como se metabolizan algunos aminoácidos, que se expulsan por la orina.

Valores recomendados: Entre 3,4 y 7 mg/dl

  • Aumenta en dietas de alto contenido proteico, en recambios celulares rápidos o tras un importante esfuerzo físico. Su incremento puede ocasionar gota.

Colesterol

El colesterol es la grasa que circula por la sangre y que está también presente en hígado y cerebro. Cuando se incrementa demasiado existe riesgo de padecer enfermedades coronarias, a consecuencia de una obstrucción de las arterias.

Valores recomendados: Entre 0 y 200 mg/dL

  • Aumenta con dietas ricas en grasas o por antecedentes familiares.
  • Disminuye tras dietas severas.

Existen diferentes tipos de colesterol:

  • Colesterol Total: Si está elevado hay que analizar los otros tipos.
  • Colesterol malo o LDL: Un valor elevado está relacionado con riesgo de infarto. Lo ideal es tener niveles por debajo de 100 mg/dL en personas con antecedentes cardiovasculares o 135 mg/dL para el resto.
  • Colesterol bueno o HDL: Es bueno tenerlo alto, puesto que es un indicador de protección del sistema cardiovascular.

Triglicéridos 

Los triglicéridos son otro tipo de grasa que circula por la sangre. Es la grasa ingerida y tiene que ver con la dieta diaria y con el consumo excesivo de alcohol.

Valores recomendados: Entre 0 y 150 mg/dL.

  • Aumenta en dietas grasas, con alcohol, tabaco o por causas genéticas.

Bilirrubina

La bilirrubina se usa para conocer la función biliar y del hígado.

Valores recomendados: Entre 0,2 mg/dL y 1 mg/dL

  • Aumenta en casos de hepatitis, piedras en vesícula o cuando se produce una importante destrucción de glóbulos rojos.

Transaminasas 

Las transaminasas son enzimas que miden la función del hígado. Existen tres tipos: GOT, GPT y GGT.

Valores recomendados: 

    • GOT-ALT: Entre 0 y 37 U/L
    • GPT – AST: Entre 0 y 41 U/L
    • GGT: Entre 11 y 50 U/L
  • Aumentan en personas con hepatitis por virus, hígado graso, elevado consumo de alcohol, tumores o quistes o por una obstrucción grave de la vía biliar.

Fosfatasa alcalina

La fosfatasa alcalina es una enzima que se altera durante el crecimiento o por enfermedad.

Valores recomendados: Entre 40 y 129 U/L

  • Aumenta en casos de crecimiento o fractura ósea, raquitismo, enfermedades de los huesos u obstrucciones de la vía biliar. También con la toma de ciertos medicamentos como anticonceptivos y antiepilépticos.
  • Disminuye cuando existe desnutrición.

Además de las analíticas de sangre los médicos también suelen pedir un examen de orina. En este sentido, te recomendamos que leas nuestro artículo para saber cómo interpretar un análisis de orina.

Como decíamos anteriormente, los resultados de una analítica siempre deben de ser interpretados en consulta con el médico, para evitar sustos innecesarios. En SaludOnNet ponemos a tu disposición los servicios que necesites, tanto de análisis clínicos como de citas con los especialistas.

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