Enterovirus en niños: por qué preocupa el repunte actual en España

Los enterovirus son un grupo de virus que pueden causar diferentes tipos de infecciones, en su mayoría leves, pero en algunos casos también afecciones graves. Existen más de un centenar de tipos distintos, y aunque muchos provocan únicamente síntomas respiratorios o gastrointestinales, otros pueden derivar en complicaciones neurológicas.

Este tipo de virus afecta con mayor frecuencia a los niños, debido a que su sistema inmunológico todavía se encuentra en desarrollo y están expuestos a entornos como guarderías y colegios, donde el contagio se facilita.

¿Qué está ocurriendo en España con el enterovirus?

En las últimas semanas, el Instituto de Salud Carlos III ha documentado que se ha detectado en España un aumento significativo de casos de enterovirus, especialmente en niños. Además, según han informado fuentes sanitarias, se ha identificado un tipo inusual de enterovirus asociado a cuadros respiratorios y también neurológicos, lo que ha encendido las alertas en el ámbito pediátrico.

Aunque en la mayoría de los casos los síntomas son leves, este subtipo ha provocado algunas complicaciones más serias, lo que está motivando una mayor vigilancia por parte de profesionales sanitarios y centros escolares.

¿Qué síntomas provoca el enterovirus?

Los síntomas varían dependiendo del tipo de enterovirus y del estado general del paciente. En niños, las manifestaciones más frecuentes incluyen:

  • Fiebre leve o moderada.
  • Congestión nasal, estornudos y tos.
  • Dolor de garganta.
  • Dolor abdominal o malestar general.
  • Náuseas, vómitos o diarrea.
  • Erupciones cutáneas o lesiones en la boca.
  • Dolores musculares.
  • Fatiga o irritabilidad.

En algunos casos, especialmente los más graves o con tipos más agresivos del virus, pueden aparecer síntomas neurológicos, como:

  • Dolor de cabeza intenso.
  • Rigidez en el cuello.
  • Mareos o pérdida del equilibrio.
  • Somnolencia excesiva.
  • Cambios en el estado de conciencia o letargo.
  • Dificultades motoras o convulsiones.

¿Cómo se transmite el enterovirus?

El contagio del enterovirus se produce de forma muy rápida, lo que explica su propagación en entornos infantiles. Las principales vías de transmisión son:

  • Contacto directo con secreciones respiratorias (saliva, mocos, estornudos).
  • Contacto fecal-oral, habitual en niños pequeños, sobre todo en cambio de pañales.
  • A través del contacto con superficies u objetos contaminados (juguetes, pomos, mesas).
  • Mediante el intercambio de utensilios, vasos o alimentos.

La facilidad de propagación hace que los brotes en guarderías, escuelas o incluso en el hogar sean comunes.

¿Cuándo acudir al médico?

En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen por sí solos en pocos días. Sin embargo, hay señales de alarma que deben vigilarse y que requieren valoración médica inmediata:

  • Fiebre persistente o muy alta que no responde al tratamiento.
  • Vómitos intensos que impiden una correcta hidratación.
  • Decaimiento marcado o somnolencia excesiva.
  • Dificultad para respirar o ruidos respiratorios anómalos.
  • Convulsiones.
  • Dolor de cabeza muy fuerte acompañado de rigidez en el cuello.
  • Alteraciones del equilibrio o movimientos extraños.
  • Pérdida de conciencia, confusión o dificultad para hablar.

¿Existe tratamiento para el enterovirus?

No existe un tratamiento antiviral específico para los enterovirus. El abordaje es sintomático, es decir, se centra en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones.

Las recomendaciones médicas habituales son:

  • Controlar la fiebre con antipiréticos adecuados para la edad del niño.
  • Garantizar una buena hidratación, especialmente si hay vómitos o diarrea.
  • Mantener reposo en casa.
  • Vigilar la evolución clínica y acudir al médico si aparecen signos de alarma.

En casos con síntomas neurológicos o complicaciones respiratorias, puede requerirse ingreso hospitalario.

¿Cómo se puede prevenir el contagio?

La prevención es fundamental, especialmente en el entorno escolar y familiar. Algunas medidas eficaces para reducir el riesgo de transmisión son:

  • Lavado frecuente de manos con agua y jabón, tanto en niños como en adultos.
  • Desinfección periódica de juguetes, mesas, pomos y superficies de uso común.
  • No compartir vasos, cubiertos o alimentos entre niños.
  • Evitar enviar al colegio o guardería a un niño enfermo hasta que esté completamente recuperado.
  • Enseñar hábitos de higiene respiratoria (cubrirse al toser o estornudar, usar pañuelos desechables).

Aunque no se puede evitar totalmente la circulación del virus, estas medidas contribuyen a reducir su propagación y proteger a los más vulnerables.

¿Por qué preocupa este nuevo brote?

El repunte actual no solo se explica por el aumento de casos habituales, sino por la aparición de un subtipo inusual de enterovirus que está generando algunos cuadros neurológicos más complejos. Aunque la mayoría de las infecciones siguen siendo leves, esta situación ha activado los protocolos de vigilancia en hospitales y centros pediátricos.

Este tipo de virus tiene una capacidad alta de transmisión, pero su comportamiento clínico puede variar mucho. De ahí la importancia de concienciar a padres, docentes y cuidadores sobre su existencia, su evolución y cómo actuar ante los síntomas.

Los enterovirus forman parte del entorno habitual de virus que circulan en épocas del año con más actividad infecciosa. No son nuevos, pero sí pueden causar complicaciones inesperadas en algunos casos concretos. Por eso, una buena información, el seguimiento médico adecuado y las medidas de prevención básicas son la clave para actuar con tranquilidad, pero con responsabilidad. Si crees que tu hijo puede haberse contagiado te recomendamos que acudas al médico. En SaludOnNet contamos con pediatras muy preparados, que te ayudarán en lo que necesites.

Sarampión: causas, síntomas, prevención y tratamiento

El sarampión es una de las enfermedades virales más contagiosas, pero también una de las más prevenibles mediante la vacunación. Aunque es una enfermedad rara en muchos países gracias a la inmunización, sigue siendo un problema de salud pública en diversas partes del mundo.

¿Qué es el sarampión?

El sarampión es una enfermedad viral que afecta principalmente a niños pequeños, aunque también puede ocurrir en adultos no inmunizados. Está causado por un virus del género morbillivirus y se transmite principalmente a través de las gotas respiratorias cuando una persona infectada tose o estornuda. Es muy contagioso y puede propagarse rápidamente en áreas con baja cobertura de vacunación.

Causas del sarampión

Está causado por un virus, específicamente el virus del sarampión. Este virus se encuentra en la saliva, la mucosidad y las secreciones respiratorias de las personas infectadas, y se transmite por contacto directo o al inhalar las partículas en el aire. El sarampión es tan contagioso que una persona infectada puede contagiar hasta 90% de las personas no inmunizadas que entren en contacto con ella.

Síntomas del sarampión

Los síntomas del sarampión generalmente aparecen de 10 a 12 días después de la exposición al virus y se desarrollan en varias etapas. Los primeros síntomas suelen incluir:

  1. Fiebre alta: es uno de los primeros síntomas del sarampión y puede alcanzar temperaturas de hasta 40°C.
  2. Tos seca y congestión nasal: estos síntomas pueden confundirse con un resfriado común al principio.
  3. Ojos rojos y llorosos: la conjuntivitis es común, lo que provoca irritación y enrojecimiento en los ojos.
  4. Manchas de Koplik: estas pequeñas manchas blancas, con un centro azul o blanco, suelen aparecer dentro de la boca, en la mucosa bucal, unos días antes de que aparezca el sarpullido característico.
  5. Sarpullido (exantema): aproximadamente tres a cinco días después de que los síntomas iniciales comienzan, aparece un sarpullido rojizo que generalmente comienza en la cara y luego se extiende hacia el cuerpo. El sarpullido es uno de los signos distintivos del sarampión.

¿Cómo se transmite?

El sarampión se transmite principalmente a través de las gotas respiratorias que una persona infectada expulsa al toser o estornudar. Estas gotas pueden permanecer en el aire durante varias horas, lo que hace que el sarampión sea extremadamente contagioso. También se puede transmitir a través del contacto con superficies contaminadas.

La persona infectada puede transmitir el virus a otras personas desde cuatro días antes hasta cuatro días después de la aparición del sarpullido.

¿Cómo prevenir el sarampión?

La vacunación es la forma más eficaz de prevenir el sarampión. La vacuna contra el sarampión, generalmente administrada en combinación con las vacunas contra la rubéola y las paperas (vacuna triple viral o MMR), es segura y efectiva. La inmunización con la vacuna MMR se recomienda generalmente a los 12 meses de edad y una segunda dosis entre los 4 y 6 años. Sin embargo, algunas personas pueden necesitar una dosis adicional, especialmente si no han sido inmunizadas previamente.

Otras medidas preventivas incluyen:

  • Evitar el contacto cercano con personas infectadas.
  • Lavado frecuente de manos con agua y jabón.
  • Cubrirse la boca al toser o estornudar para reducir la propagación del virus.

Tratamiento del sarampión

No existe un tratamiento antiviral específico para el sarampión. El tratamiento se centra principalmente en aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Descanso y líquidos: ayuda a reducir la fiebre y la deshidratación.
  • Antipiréticos y analgésicos: como el paracetamol, para reducir la fiebre y aliviar el dolor.
  • Antibióticos: si hay infecciones bacterianas secundarias, como neumonía o infecciones del oído, los antibióticos pueden ser necesarios.

Complicaciones

Aunque la mayoría de las personas se recuperan sin problemas graves, puede haber complicaciones, especialmente en personas inmunocomprometidas o niños pequeños. Las complicaciones más comunes incluyen:

  • Neumonía: una infección pulmonar grave que se caracteriza por la inflamación de los alvéolos pulmonares.
  • Otitis media: infección en el oído medio.
  • Encefalitis: inflamación del cerebro, que puede causar daño cerebral permanente.
  • Problemas en el embarazo: las mujeres embarazadas que contraen sarampión pueden tener un mayor riesgo de complicaciones.

¿Quiénes deben vacunarse contra el sarampión?

Las personas que deben vacunarse contra el sarampión incluyen:

  • Niños pequeños: la vacuna MMR se administra a los 12 meses y a los 4-6 años.
  • Adultos no vacunados: si nunca han recibido la vacuna o no han tenido el sarampión, deben vacunarse, especialmente si están en contacto con personas que podrían estar infectadas.
  • Viajeros: las personas que viajan a países donde el sarampión es común deben asegurarse de estar inmunizadas.

Sarampión en el mundo: ¿una enfermedad erradicada?

A pesar de que esta enfermedad ha sido erradicado en muchos países debido a los esfuerzos de vacunación, sigue siendo un problema en algunas regiones del mundo. En 2019, hubo un aumento alarmante en los casos de sarampión, especialmente en países donde las tasas de vacunación han disminuido.

En algunos lugares, los brotes de sarampión han sido impulsados por la reticencia a la vacunación y la propagación de desinformación sobre las vacunas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones internacionales continúan trabajando en la erradicación del sarampión a través de campañas de inmunización y concientización pública.

La vacunación no solo te protege a ti, sino que también ayuda a prevenir la propagación del virus a otras personas, especialmente a aquellas que no pueden recibir la vacuna por razones médicas. Si aún no has recibido la vacuna contra el sarampión o tienes dudas sobre tu inmunización, consulta a tu médico para obtener más información y asegurarte de que tú y tu familia estén protegidos. En el caso de los niños, se debe seguir el calendario vacunal. Si tienes dudas, una consulta con un pediatra puede ayudarte. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a unos precios muy asequibles.

¿Qué es la hora bruja del bebé?

La hora bruja del bebé es un término utilizado para describir un periodo de tiempo en el que los bebés parecen llorar inconsolablemente, generalmente al final del día, como si no hubiera ninguna razón aparente para su malestar. Este fenómeno, que afecta a muchos padres, suele ocurrir a partir del primer mes de vida, especialmente en bebés de 1 mes, y puede durar hasta los tres meses o incluso más en algunos casos. Aunque puede ser estresante y desgastante para los padres, es una fase temporal y común en el desarrollo de los más pequeños.

¿Por qué los bebés lloran por la noche?

El llanto nocturno en los bebés es completamente normal. Sin embargo, muchas veces este llanto se intensifica durante lo que se conoce como la hora bruja o colic crying time, un fenómeno que afecta a muchos bebés entre las 6 p.m. y las 10 p.m. Las razones por las que los bebés lloran por la noche son variadas, y pueden incluir lo siguiente:

  1. Cansancio y sobreestimulación. Los bebés suelen experimentar muchos estímulos a lo largo del día, y su sistema nervioso aún está en desarrollo. Después de un día lleno de actividades, puede ser difícil para ellos procesar toda la información y relajarse.
  2. Cólicos y malestar estomacal. El llanto desconsolado bebé 3 meses puede estar relacionado con cólicos o gases. A menudo, el sistema digestivo del bebé aún no está completamente maduro, lo que puede causar dolor y malestar.
  3. Hambre o necesidad de succión: Aunque el bebé haya comido recientemente, puede necesitar más alimento debido a su rápido crecimiento, o simplemente estar buscando consuelo a través de la succión.
  4. Fase de desarrollo. Los bebés pasan por múltiples fases de desarrollo durante los primeros meses de vida, y a veces sus cuerpos y cerebros no logran adaptarse tan rápidamente, lo que genera frustración o incomodidad.
  5. Reloj biológico. Al principio, los bebés no tienen una rutina de sueño establecida. Su reloj biológico interno puede hacer que se despierten más fácilmente a ciertas horas de la noche.

¿Qué es la hora bruja del bebé?

La hora bruja bebé hace referencia al período en el que el bebé parece estar más irritable y propenso al llanto, que suele ser alrededor de la tarde-noche. Esta fase no está relacionada con el ciclo de sueño del bebé, sino con un cúmulo de factores que afectan su bienestar físico y emocional. El llanto puede ser especialmente intenso durante la hora bruja de un bebé de un mes, ya que a esta edad aún está ajustándose al entorno fuera del útero.

A medida que el bebé crece, el fenómeno de la hora bruja puede disminuir, pero no desaparece por completo hasta que el niño es un poco mayor y su sistema digestivo y emocional se estabilizan.

¿Por qué mi bebé llora todas las noches a la misma hora?

Es común que los bebés lloren todas las noches a la misma hora. Este patrón puede ser simplemente una manifestación de su reloj biológico interno o un signo de su necesidad de establecer una rutina. Los factores que contribuyen incluyen:

  • Hambre o necesidad de consuelo. Algunos tienen intervalos regulares de hambre, por lo que el llanto a la misma hora puede ser simplemente una señal de que necesitan alimentarse.
  • Cansancio acumulado. A medida que el día avanza pueden sentirse sobreestimulados o fatigados, lo que provoca el llanto como una forma de liberar la tensión acumulada.
  • Cólicos nocturnos. Si el bebé tiene gases o problemas digestivos, estos pueden empeorar durante la noche, provocando llanto a la misma hora.

¿Qué hacer durante la hora bruja bebé?

Si tu bebé llora desconsolado por la noche durante la hora bruja, es importante tener en cuenta algunas estrategias que pueden ayudar a calmarlo y hacer que el proceso sea más llevadero para todos:

  1. Mantén una rutina predecible. Los bebés se sienten más seguros cuando tienen una rutina. Intentar establecer una rutina tranquila antes de la hora de acostarse, como un baño relajante y luego un biberón o la lactancia, puede ayudar a preparar al bebé para dormir.
  2. Revisa si tiene hambre o cólicos. El hambre y los cólicos son las causas más comunes del llanto nocturno en los bebés. Asegúrate de que el bebé haya comido lo suficiente y revisa si tiene gases o algún malestar digestivo. En este caso, intenta hacerle masajes suaves en el abdomen o utilizar productos específicos para aliviar cólicos.
  3. Ofrece consuelo físico. Cargar al bebé, mecerlo o utilizar una cuna que permita movimientos suaves puede ser útil. Muchos encuentran consuelo en el contacto físico y se calman con la cercanía de sus padres.
  4. Crea un ambiente relajante. Mantén las luces tenues, el ambiente tranquilo y asegúrate de que el bebé esté cómodo en su espacio para dormir. Un ambiente relajante puede ayudar a reducir el estrés del bebé.
  5. Sé paciente y mantén la calma. Aunque puede ser agotador, es importante que los padres mantengan la calma. Los bebés son muy sensibles a las emociones de los adultos, y si los padres están tensos o estresados, el bebé puede percibirlo y sentirse aún más intranquilo.

La hora bruja en bebé de 3 meses

Aunque la hora bruja suele comenzar en los primeros meses de vida, puede durar hasta los tres meses o más, dependiendo del bebé. A los tres meses, algunos comienzan a tener un ciclo de sueño más regular, lo que puede reducir la intensidad del llanto en la noche. No obstante, otros factores como el desarrollo emocional o la necesidad de consuelo pueden seguir provocando momentos de llanto.

Este fenómeno es natural, aunque puede ser difícil de manejar para los padres, pero es una etapa pasajera que todos los bebés atraviesan. Si tu bebéde 1 mes o bebé de 3 meses experimenta este comportamiento, es importante recordar que no hay nada de malo en ello. Con el tiempo, se adaptará mejor a su entorno y aprenderá a calmarse por sí mismo. Mientras tanto, es fundamental crear un ambiente de calma, mantener una rutina constante y, sobre todo, brindar amor y paciencia durante estos momentos de llanto desconsolado.

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Virus boca, mano y pie en adultos y en niños

La enfermedad de boca, mano y pie es una infección viral que afecta principalmente a niños menores de 5 años, aunque no excluye a adolescentes o adultos. Esta condición, generalmente leve, es conocida por provocar fiebre, llagas en la boca y erupciones en manos y pies. Sin embargo, en casos raros, puede derivar en complicaciones graves.

Aunque es más conocida como una afección infantil, los casos en adultos no son tan infrecuentes como podríamos pensar. Por eso, entender cómo es el virus de boca, manos y pies, cómo se contagia, su duración y los mejores métodos para manejarlo es crucial para evitar su propagación y aliviar los síntomas.

También es importante resolver dudas frecuentes como cuánto dura el virus boca, manos y pies o de dónde viene este virus.

¿Qué es la enfermedad de boca, mano y pie?

La enfermedad de boca, mano y pie está causada por un grupo de virus pertenecientes a la familia de los enterovirus, principalmente por el Coxsackievirus A16 y el Enterovirus 71. Aunque suele ser leve y autolimitada, puede generar molestias importantes debido a sus síntomas característicos, como las llagas en la boca y las ampollas en las extremidades.

¿Por qué afecta más a los niños?

La enfermedad es más común en niños pequeños porque su sistema inmunológico aún no está completamente desarrollado. Al pasar tiempo en entornos como guarderías y escuelas, donde el contacto cercano es frecuente, el virus se propaga rápidamente.

Sin embargo, los adultos también pueden contraerla, especialmente si están en contacto con niños infectados. Aunque suelen experimentar síntomas más leves, en algunos casos puede ser igual de molesta.

¿Cómo es el virus de boca, manos y pies?

El virus que causa esta enfermedad pertenece a la familia de los enterovirus, conocidos por su capacidad para propagarse fácilmente en entornos comunitarios. Los enterovirus son pequeños microorganismos resistentes que pueden sobrevivir en superficies y ser transmitidos por contacto directo o a través de gotitas respiratorias.

Las principales variantes del virus son:

  1. Coxsackievirus A16: es la causa más común de la enfermedad y suele provocar casos leves.
  2. Enterovirus 71: aunque menos frecuente, puede asociarse con complicaciones neurológicas o respiratorias graves, especialmente en brotes epidémicos.

¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad boca, mano y pie?

Los síntomas pueden variar según la edad del paciente y la gravedad del caso, pero generalmente incluyen:

En niños:

  • Fiebre leve a moderada (primer signo).
  • Dolor de garganta.
  • Llagas dolorosas en la boca, conocidas como estomatitis, que dificultan comer y beber.
  • Erupciones cutáneas en las manos, pies y, en algunos casos, en las nalgas. Estas erupciones suelen evolucionar a ampollas pequeñas y rojas.
  • Irritabilidad y fatiga.

En adultos:

  • Síntomas similares, aunque en algunos casos son más leves o incluso asintomáticos.
  • Dolor muscular y fatiga más pronunciada.
  • Mayor probabilidad de experimentar úlceras bucales severas, que dificultan la alimentación.

¿De dónde viene el virus boca, mano y pie?

El virus de boca, mano y pie fue identificado por primera vez en los años 50. Desde entonces, ha causado brotes recurrentes en diversas partes del mundo.

  • Origen: pertenece al grupo de los enterovirus, que también incluye otros virus como el de la poliomielitis.
  • Zonas más afectadas: aunque puede aparecer en cualquier lugar, es más común en regiones con climas cálidos y húmedos.

El virus es especialmente prevalente en comunidades donde hay contacto cercano entre personas, como guarderías, escuelas y hogares con niños pequeños.

¿Cómo se contagia el virus manos, pies y boca?

El virus es altamente contagioso, especialmente durante la primera semana de la enfermedad. Las principales vías de transmisión son:

  1. Contacto directo: al tocar las ampollas, saliva o secreciones de una persona infectada.
  2. Gotitas respiratorias: a través de la tos o los estornudos.
  3. Superficies contaminadas: juguetes, mesas, utensilios o ropa infectada con el virus.
  4. Heces contaminadas: es posible contraer el virus al cambiar pañales o no lavarse las manos correctamente tras ir al baño.

Aunque los síntomas desaparezcan, una persona puede seguir siendo contagiosa durante varias semanas a través de las heces.

¿Cuánto dura el virus boca, manos y pies?

El virus puede estar presente en el organismo durante varias semanas, incluso después de que los síntomas desaparezcan.

  • Periodo de incubación: de 3 a 7 días desde el contagio hasta la aparición de los primeros síntomas.
  • Duración de los síntomas: entre 7 y 10 días, aunque la recuperación completa puede tomar más tiempo.
  • Persistencia del virus: se elimina por las heces durante 4 a 6 semanas, por lo que es importante mantener una higiene adecuada.

Virus boca, mano y pie en adultos: ¿Qué debes saber?

Aunque la enfermedad es más común en niños, los adultos no están exentos de riesgo, especialmente si tienen contacto frecuente con niños pequeños.

Síntomas en adultos:

  • Fatiga extrema y malestar general.
  • Aparición de llagas o ampollas en la boca, manos y pies.
  • Dolor más intenso en las úlceras bucales, lo que puede dificultar comer o hablar.

En general, los adultos suelen experimentar una versión más leve de la enfermedad, pero pueden ser vectores importantes del virus, contagiando a otros sin saberlo.

¿Cómo tratar la enfermedad boca, mano y pie?

Aunque no existe un tratamiento específico para eliminar el virus, hay formas de aliviar los síntomas y acelerar la recuperación:

  1. Descanso: es fundamental para que el cuerpo pueda combatir la infección.
  2. Hidratación: beber líquidos fríos o helados para calmar el dolor de garganta y prevenir la deshidratación.
  3. Analgésicos: paracetamol o ibuprofeno pueden ayudar a reducir la fiebre y aliviar el dolor.
  4. Higiene oral: usar enjuagues bucales suaves o realizar gárgaras con agua salada para aliviar las úlceras bucales.
  5. Evitar alimentos irritantes como los cítricos, picantes o muy calientes, ya que pueden empeorar las molestias en la boca.

¿Cómo prevenir el contagio del virus boca, mano y pie?

La prevención es clave para evitar la propagación del virus:

  • Lavarse las manos: con agua y jabón después de ir al baño, cambiar pañales o tocar superficies compartidas.
  • Desinfección de objetos: limpiar juguetes, mesas y otros objetos frecuentemente usados por niños.
  • Evitar el contacto cercano: no compartir utensilios, vasos o toallas con personas infectadas.
  • Aislamiento: mantén a los niños afectados en casa hasta que los síntomas desaparezcan.

Mantener una buena higiene es la mejor defensa contra esta enfermedad contagiosa y molesta. Si experimentas fiebre, ampollas o malestar general, consulta a un médico, especialmente si los síntomas persisten más de 10 días. En Saludonnet te ofrecemos la posibilidad de acudir a un especialista, a buen precio y sin esperas

¿Por qué hay que cuidar la salud mental en la infancia?

La salud mental en la infancia es un aspecto fundamental del desarrollo integral de los niños. Desde la detección temprana de problemas como la ansiedad y la depresión, hasta la promoción del bienestar emocional a través de diversas actividades, el cuidado de la salud mental desde una edad temprana es crucial para garantizar un futuro saludable y feliz para los más pequeños.

Detección temprana de problemas

La importancia de detectar y abordar los problemas de salud mental en la infancia no debe ser subestimada. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente uno de cada cinco niños y adolescentes experimenta problemas de salud mental en algún momento de su vida. La ansiedad y la depresión son dos de los trastornos más comunes en esta etapa de la vida, y pueden tener un impacto significativo en el bienestar y el desarrollo de los niños si no se tratan adecuadamente.

Ansiedad en niños

La ansiedad en los niños puede manifestarse de diferentes formas. Las principales son:

  • Miedos irracionales.
  • Preocupaciones excesivas.
  • Dificultad para separarse de los padres o cuidadores.
  • Problemas para conciliar el sueño.
  • Quejas físicas inexplicables como dolores de cabeza o de estómago.

Es importante reconocer que la ansiedad puede ser debilitante para los niños y afectar su rendimiento académico, relaciones sociales y bienestar emocional si no se aborda adecuadamente.

Depresión en niños

La depresión en la infancia puede presentarse como:

  • Tristeza persistente.
  • Irritabilidad.
  • Falta de interés en actividades que solían disfrutar.
  • Cambios en el apetito o el sueño.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Sentimientos de desesperanza o inutilidad.
niño triste y pensativo

La depresión puede ser especialmente difícil de detectar en los niños, ya que pueden tener dificultades para expresar sus emociones o no reconocer que están experimentando depresión.

La detección temprana es esencial para proporcionar intervenciones efectivas y prevenir complicaciones a largo plazo. Los padres, cuidadores y profesionales de la salud deben estar atentos a señales como cambios en el comportamiento, dificultades para dormir o comer, irritabilidad excesiva o pérdida de interés en actividades que solían disfrutar. Si se observan estos síntomas, es importante buscar ayuda profesional lo antes posible para evaluar la situación y determinar el mejor curso de acción.

Tratamiento de ansiedad y depresión en niños

El tratamiento de la ansiedad y la depresión en la infancia generalmente implica una combinación de terapia cognitivo-conductual, apoyo familiar y, en algunos casos, medicación. Es importante brindar a los niños un ambiente de apoyo donde se sientan seguros para expresar sus emociones y recibir el tratamiento necesario para recuperarse.

Además, es fundamental promover un entorno que promueva el bienestar emocional de los niños y les enseñe habilidades para manejar el estrés y las emociones difíciles. Fomentar el autocuidado, la resiliencia y la autoestima puede ayudar a los niños a enfrentar los desafíos de la vida con confianza y fortaleza emocional.

Fomento del bienestar

Es fundamental promover el bienestar emocional de los niños a través de actividades que fomenten su desarrollo integral. El juego, por ejemplo, es una parte crucial del crecimiento y desarrollo de los niños, ya que les permite explorar el mundo, desarrollar habilidades sociales y expresar emociones de manera segura. Fomentar el juego creativo y el tiempo al aire libre puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, y promover una actitud positiva hacia la vida.

niño pequeños jugando en casa

El ejercicio físico también desempeña un papel importante en el bienestar emocional de los niños. La actividad física regular no solo es beneficiosa para la salud, sino que también puede tener un impacto positivo en la salud mental, ayudando a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la autoestima. Fomentar la participación en actividades deportivas y recreativas puede ayudar a los niños a desarrollar hábitos saludables que los acompañarán a lo largo de sus vidas.

Apoyo de la familia

Además del juego y el ejercicio, el apoyo familiar es fundamental para el bienestar emocional de los niños. Los padres y cuidadores desempeñan un papel importante en la creación de un entorno seguro y de apoyo donde los niños se sientan valorados y amados. Pasar tiempo de calidad juntos, comunicarse abierta y honestamente, y brindar consuelo y apoyo en momentos de dificultad son formas efectivas de fortalecer los lazos familiares y promover la salud mental de los niños.

niños con su madre disfrutando del campo

Así, cuidar la salud mental de los niños es fundamental para garantizar su bienestar y desarrollo integral. Desde la detección temprana de problemas como la ansiedad y la depresión, hasta la promoción del bienestar emocional a través del juego, el ejercicio y el apoyo familiar, es importante proporcionar a los niños las herramientas y el apoyo que necesitan para prosperar. Al trabajar juntos para promover la salud mental en la infancia, podemos ayudar a construir un futuro más brillante y saludable para las generaciones venideras.

Si necesitas orientación sobre este tema el pediatra o un psicólogo te pueden ayudar. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a unos precios muy asequibles.

Labio leporino y paladar hendido: causas, diagnóstico y tratamiento

El labio leporino y el paladar hendido son malformaciones congénitas que afectan al desarrollo del rostro y la boca de los bebés. Estos trastornos craneofaciales, que influyen en el desarrollo normal de los tejidos faciales en el feto durante el embarazo, se denominan fisuras labio palatinas. Las padecen un número considerable de niños en todo el mundo y pueden tener un impacto significativo no solo en la apariencia física, sino también en su salud y desarrollo. 

¿Qué es el labio leporino y qué es el paladar hendido?

El labio leporino, también conocido como fisura labial, es una malformación en la que hay una abertura o hendidura en el labio superior, generalmente en uno o ambos lados. Puede ser pequeña o extenderse desde el labio hasta la nariz, lo que afecta la apariencia estética y puede dificultar actividades vitales como la alimentación y el habla

El paladar hendido, también conocido como fisura palatina, es una malformación en la que hay una abertura en el paladar blando, el techo de la boca. Puede ser parcial o completa, y puede extenderse desde el paladar blando hasta el paladar duro y afectar la unión entre la boca y la nariz. El paladar hendido también puede tener un impacto en la alimentación, el habla y la salud auditiva.

Causas del labio leporino y el paladar hendido

Las causas del paladar hendido y el labio leporino no se conocen completamente, pero se cree que hay una combinación de factores genéticos y ambientales involucrados. Algunos estudios sugieren que existe una predisposición genética, y que ciertos factores ambientales, como el consumo de tabaco, el alcohol y algunos medicamentos durante el embarazo, pueden aumentar el riesgo de desarrollar estas malformaciones.

  • Factores genéticos. Se ha descubierto que existen ciertos genes que están asociados con un mayor riesgo de desarrollar estas afecciones. Pueden heredarse de uno o ambos progenitores, aumentando la predisposición del bebé a tener esta condición. Además, se ha observado una mayor incidencia en ciertos grupos étnicos, lo que sugiere una predisposición genética específica en estas poblaciones. Por ejemplo, los asiáticos y los indígenas tienen mayores prevalencias, en comparación con otros grupos étnicos.
  • Factores ambientales.  La exposición a ciertos teratógenos como el tabaco, el alcohol y ciertos medicamentos, se ha asociado con un mayor riesgo en el feto. Asimismo, las carencias nutricionales y la falta de ácido fólico durante el embarazo también pueden aumentar las posibilidades de que se produzcan estas malformaciones.

Es importante destacar que la fisura labio palatina puede variar en su gravedad y extensión. En los casos más severos, ambos trastornos pueden estar presentes al mismo tiempo.

Tipos de paladar hendido y labio leporino

Existen diferentes tipos de labio leporino y paladar hendido, que varían en su gravedad y ubicación. Los más comunes son:

  • Labio leporino unilateral. Una fisura en un solo lado del labio superior.
  • Labio leporino bilateral. Fisuras en ambos lados del labio superior.
  • Paladar hendido blando. Una fisura en el paladar blando.
  • Paladar hendido duro y blando. Fisuras en el paladar duro y el paladar blando, que pueden estar conectadas.

Síntomas de labio leporino y paladar hendido

Estas anomalías pueden presentarse de forma aislada o en combinación y no están directamente asociadas a trastornos específicos. No obstante, pueden causar una serie de problemas y complicaciones para quien las padece. 

Los síntomas pueden variar ampliamente dependiendo de la gravedad de la anomalía. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Fisura visible en el labio superior, que puede ser unilateral o bilateral, dando sensación de labio partido.
  • Abertura en el paladar duro y/o blando, que puede dificultar la alimentación y la succión.
  • Problemas en el habla, como dificultad para articular ciertos sonidos y patrones vocales.
  • Infecciones frecuentes en los oídos debido a la falta de protección adecuada entre la cavidad oral y la nasal.
  • Problemas dentales, como dientes mal alineados y maloclusión.
  • Problemas de audición debido a las infecciones recurrentes y la estructura anormal de la cara y los oídos.
  • Problemas respiratorios, ya que la abertura en el paladar puede dificultar la respiración nasal normal.

Pruebas de diagnóstico

La detección temprana y el diagnóstico preciso de estas anomalías son fundamentales para garantizar un tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida del paciente. Para ello, se utilizan diversas pruebas y técnicas de diagnóstico que permiten evaluar la extensión y la gravedad de la malformación.

El diagnóstico del labio leporino y el paladar hendido se realiza generalmente poco después del nacimiento del bebé, mediante un examen clínico de un equipo médico especializado. Este incluye una exploración del médico y la realización de pruebas complementarias para evaluar la extensión exacta de las malformaciones. No obstante, se puede ver el labio leporino en ecografía 4D antes del nacimiento, durante el desarrollo del embarazo. 

El diagnóstico de estas afecciones incluye: 

  • Examen físico. Realizado por un profesional de la salud especializado en malformaciones craneofaciales. El médico examina cuidadosamente la boca, el paladar y la nariz del paciente en busca de anomalías evidentes.
  • Pruebas de imagen. Incluyen radiografías, ecografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas. Estas imágenes proporcionan una visión detallada de los tejidos internos, permitiendo al médico evaluar la forma y la función de los diferentes elementos de la boca y el paladar del paciente.
  • Examen genético. Puede ayudar a identificar posibles causas genéticas subyacentes de la malformación. Esto puede ser útil tanto para el diagnóstico como para el asesoramiento genético a las familias, en los casos de labio leporino hereditario.
  • Pruebas de audición para evaluar posibles problemas de audición asociados con estas malformaciones. Esta prueba se realiza solo en algunos casos, para comprobar que las anomalías en la estructura de la boca y el paladar no afecten a la audición y el desarrollo del habla.

Tratamiento del labio leporino y el paladar hendido

El tratamiento del paladar hendido y el labio leporino generalmente requiere de un enfoque multidisciplinar que incluye cirujanos plásticos, foniatras, ortodoncistas y otorrinolaringólogos, entre otros especialistas. Puede realizarse en diferentes etapas a lo largo de la infancia y la adolescencia del niño. Un correcto diagnóstico permite planificar el tratamiento adecuado y establecer un plan de acción.

El objetivo principal es aumentar la función respiratoria, de alimentación y del habla, y también mejorar la estética facial del niño. Es decir, restaurar la función y la apariencia normal de los tejidos afectados y minimizar las complicaciones asociadas.

Cirugía del labio leporino y paladar hendido

La cirugía reconstructiva es el tratamiento principal para corregir estas malformaciones. Se trata de modificar la separación del labio, el paladar blando y/o el paladar duro, así como la reconstrucción de los músculos y tejidos dañados. La intervención quirúrgica del labio leporino generalmente se lleva a cabo en los primeros meses de vida del bebé, mientras que la cirugía del paladar hendido se realiza cuando el niño tiene aproximadamente entre 9 y 18 meses de edad. 

Durante la cirugía, el médico reconstruye los tejidos y cierra la abertura en el labio y/o el paladar. En el caso del labio leporino, los cirujanos plásticos unen los bordes de los labios para cerrar la separación y reconstruir el contorno normal del labio. 

En la cirugía del paladar hendido, los cirujanos unen los tejidos del paladar para crear una barrera sólida entre la boca y la cavidad nasal. En algunos casos más complejos pueden ser necesarias múltiples cirugías a lo largo de la infancia y adolescencia para obtener los mejores resultados posibles.

Después de la cirugía, el paciente requiere atención postoperatoria para garantizar una recuperación exitosa. Esto puede incluir cambios en la alimentación, terapia del habla y cuidados especiales para asegurar la correcta cicatrización de las heridas.

Labio leporino antes y después de la cirugía

Después de la cirugía, se observan notables mejoras en los pacientes con labio leporino. La primera operación generalmente se realiza cuando el bebé tiene entre 2 y 3 meses de edad y consiste en cerrar la abertura en el labio. A medida que el niño crece, puede ser necesario realizar cirugías adicionales para corregir otros aspectos del labio leporino, como el paladar hendido.

Conforme el paciente se recupera de la cirugía, se nota una mejora considerable en la función de la boca y la apariencia facial. La capacidad para alimentarse adecuadamente y hablar correctamente mejora significativamente. Además, se reduce el riesgo de infecciones del oído y problemas dentales. 

La cirugía reconstructiva del labio leporino no sólo brinda beneficios funcionales, sino también emocionales. Los niños que se someten a esta cirugía pueden sentir una mejora en su autoestima y pueden disfrutar de una vida más plena y sin complejos relacionados con su apariencia.

El pronóstico para los niños con estas malformaciones en general es bueno, especialmente si reciben un tratamiento adecuado y oportuno. Con el tiempo, es probable que experimenten una mejora significativa en la apariencia facial, el desarrollo del habla y la función respiratoria y de alimentación.

Prevención del labio leporino y paladar hendido

La prevención comienza antes del embarazo. Es esencial que las mujeres en edad fértil mantengan una buena salud general y sigan una dieta equilibrada y nutritiva. Se recomienda consumir una variedad de frutas y verduras frescas, proteínas magras y granos enteros para asegurar una ingesta adecuada de nutrientes esenciales como el ácido fólico, el hierro y el zinc. Estos nutrientes son fundamentales para el desarrollo adecuado del feto.

Además, es importante evitar fumar, consumir alcohol y drogas durante el embarazo, ya que se ha demostrado que aumentan el riesgo.

Asimismo, es esencial que las mujeres en edad fértil tomen suplementos de ácido fólico antes de la concepción y durante el primer trimestre del embarazo. El ácido fólico es esencial para el correcto desarrollo del tubo neural del feto, y su deficiencia ha sido asociada con un mayor riesgo de que el bebé tenga malformaciones.

Además, hay que mantener una buena higiene bucal durante el embarazo y evitar infecciones bucales. Por lo tanto, se recomienda cepillarse los dientes dos veces al día, usar hilo dental y visitar regularmente al dentista para detectar y tratar cualquier problema oral.

En el caso de tener antecedentes familiares, es recomendable consultar con un genetista antes de planificar un embarazo. Un profesional genético puede evaluar el riesgo específico y brindar orientación sobre las medidas preventivas adicionales que se pueden tomar.

Si tienes preocupaciones sobre el labio leporino y/o el paladar hendido en tu hijo, te recomendamos buscar el asesoramiento de un especialista en cirugía craneofacial pediátrica, quien podrá proporcionarte información más detallada y personalizada. En SaludOnNet contamos con cirujanos maxilofaciales dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a unos precios muy asequibles. Ahora puedes comprar una consulta de cirugía maxilofacial desde 26 euros. 

Consejos para prevenir el ahogamiento de niños en piscinas  

El verano es una de las estaciones más esperadas del año por toda la familia, especialmente por los niños. El calor trae consigo un aumento de las actividades al aire libre, como los baños en las piscinas. Aunque ofrecen diversión y disfrute para los pequeños, para los padres es una preocupación añadida. Además de prestarles atención para que no les pase nada, se deben tomar algunas precauciones que el baño sea seguro y sin miedos y no se produzca ningún ahogamiento.

Pautas a seguir para evitar accidentes

Lo primero que hay que tener en consideración es el tamaño del niño. Cuando son bebés no se les debe dejar nunca solos en la piscina, debido a que aún no tienen el suficiente control y equilibrio corporal. En estos casos nadar o flotar podrían ser actividades un tanto peligrosas.

En el caso de niños que sean más mayores, es bueno que disfruten de la piscina sin la ayuda de un adulto, pero con cuidado. Se deben tener en cuenta tener algunas directrices para que el baño sea seguro.

Consejos para un baño seguro

 La Academia Americana de Pediatría señala algunas medidas que los padres deben seguir y que también sirven para el baño en el mar o en un río:

  • Supervisión. Es imprescindible que un adulto de la familia mantenga una vigilancia firme de los niños cuando están en el agua. Sólo se necesitan 30 segundos y 6 centímetros de agua para que un niño pueda ahogarse. Además, es importante que el adulto se mantenga cerca, a menos de un brazo de separación.
  • Prevención de ahogamientos. Se debe enseñar a los niños los principios básicos de la natación desde temprana edad para prevenir accidentes. Si no saben nadar no deben entrar en el agua si no hay un adulto cerca con ellos. En este sentido se recomiendan cursos de formación en natación, teniendo en cuenta su edad. Esto fomenta la seguridad en el agua, reduce el riesgo de ahogamiento y les brinda un sentimiento de confianza. Se aconseja añadir ejercicios de supervivencia, para que los niños conozcan los mecanismos de distinción de situaciones de riesgo.
  • Llevar una protección adecuada. Los niños más pequeños deben usar un dispositivo de flotación adecuado, como un chaleco, una burbuja, un churro, unos manguitos o un flotador, para mantenerse a salvo en todo momento.
  • Ropa adecuada. Tanto para los niños como para los adultos se recomienda el uso de trajes de baño, no sólo para proteger la piel de los rayos ultravioleta, sino también para reducir el riesgo de asfixia.
  • Contaminación del agua. Para evitar que se produzca una contaminación por parte de los excrementos de los niños, debemos de usar los pañales adecuados diseñados para uso en el agua.
  • Accesorios peligrosos. Los niños pequeños deben alejarse de objetos como flotadores, juguetes o trampolines, que no solo representan un peligro ellos, sino que también pueden contaminar el agua de la piscina.
  • Precaución con los cortes de digestión. Variaciones repentinas en la temperatura, así como ciertas enfermedades preexistentes que causan desorientación, pueden ser la causa de lo que se conoce como un corte de digestión.

Así, es recomendable vigilancia firme y constante durante el baño; los adultos deben estar atentos a no distraerse para evitar cualquier clase de accidente o emergencia. Es importante no tener miedo, sino prestar atención para evitar cualquier riesgo innecesario.

Principales causas de ahogamientos

El ahogamiento constituye una de las principales causas de mortalidad infantil en nuestro país, así como en el mundo. Cada año, decenas de niños menores de 15 años se ahogan en aguas domésticas y naturales, dejando a sus familias destrozadas. Según la Asociación Española de Pediatría, el ahogamiento es la segunda causa de muerte por lesiones en niños menores de 19 años y el tercero en aquellos con edades entre los 20 y 24 años. De acuerdo con un estudio realizado por Fit For Youth en el año 2020, los menores tienen hasta cinco veces más probabilidades de morir ahogados que los adultos.

Las principales causas de ahogamiento son:

  • Descuido. La mayoría de los ahogamientos se producen cuando los niños quedan solos en una piscina o en el mar sin vigilancia. Algunos niños quedan sin supervisión visual durante periodos cortos de tiempo, pero es suficiente para que un accidente ocurra sin previo aviso.
  • Exceso de confianza. Muchos padres no valoran la capacidad de sus hijos para nadar o para predecir ciertas situaciones de riesgo, como fuertes olas en el mar o estar cerca de una zona particularmente profunda en la piscina.
  • Número de personas que se bañan a la vez. Puede ser determinante, porque cuanta más gente haya, el tiempo y la atención que se le da a cada una es inferior. Incluye también a las familias con más integrantes, donde la vigilancia que se le da a todos miembros es menor. L
  • Baños en lugares que no se controlan. Los niños también están en riesgo cuando se bañan en zonas que no conocen. Por ejemplo, al nadar en aguas abiertas, hay que tener en cuenta factores externos como las corrientes o el cambio de temperatura.
  • Uso de flotadores no homologados.

Consejos para identificar un accidente

En caso de presenciar un ahogamiento, el adulto debe actuar de manera rápida y segura. Los consejos que se recomienda seguir son:

  • Cambiar inmediatamente al modo de acción. Comprender la situación e intentar evaluar la gravedad de la situación antes de responder de la mejor manera posible.
  • Brindar ayuda rápida. Sacar al niño de inmediato del agua, si es posible y realizar reanimación cardiopulmonar (RCP).
  • Establecer prioridades. Una vez que se identifique el ahogamiento, deben aplicarse todos los esfuerzos para evitar la muerte del niño.
  • Llamar al 112, asistencia sanitaria inmediata.
  • Protegerse de las corrientes en áreas más profundas para evitar el ahogamiento.

La prevención de ahogamientos en niños en piscinas y mar es un tema de suma importancia. La Asociación Española de Pediatría estima que con las medidas de prevención adecuadas se puede reducir el porcentaje de accidentes. Para ello, se recomienda adoptar los pasos mencionados anteriormente, es decir, establecer supervisión constante durante las actividades acuáticas, conocer los patrones de corrientes en el mar, usar equipo de seguridad adecuado y contar con cursos de natación para los niños y jóvenes. Finalmente, hay que recordar que es imprescindible estar atentos a todas las posibles señales de ahogamiento para actuar de forma inmediata y evitar así un desenlace fatal.

Si tienes dudas sobre algún tema relacionado con la salud de tu hijo te aconsejamos que acudas a un pediatra. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites. Ahora puedes compra una consulta de pediatría desde 23€.

¿Es normal que mi hijo tenga un amigo imaginario?

¿Qué es un amigo imaginario?

Entre los 2 y los 8 años es frecuente que los niños tengan un amigo imaginario. Aunque al principio es algo que puede asustar a los padres, es importante saber que es normal. Según las estadísticas, entre el 50% y el 65% de los niños tiene un amigo que no existe. De este porcentaje, el 70% son hijos únicos o primogénitos. No obstante, no debe pensarse que los amigos imaginarios aparecen para suplir la soledad de no tener un hermano, ya que hay niños que lo tienen y no son hijos únicos.  

A grandes rasgos, un amigo imaginario se entiende como una figura imaginaria con la cual se comparten emociones, inquietudes y desarrollan actividades. Pasan mucho tiempo con él y hablan y juegan como si fuese real. Generalmente es una persona, un niño o niña, que está en su imaginación, fuera de la realidad. Pero hay casos en los que es un peluche u objeto con el se relacionan.

Un amigo imaginario les ayuda a relacionarse con sus conflictos internos, experimentando sentimientos y adaptándose con el entorno. Igual que aparecen van a desaparecer, y es frecuente que haya niños que tengan varios amigos imaginarios en diferentes etapas de la niñez. El concepto “amigo imaginario” tiene diferentes definiciones que vamos a explicar a continuación.

Enfoque psicológico

Desde un punto de vista psicológico, es una construcción mental totalmente individual, única e intangible, que se ubica entre la imaginación y la realidad. Es decir, es el intento de un niño por comprender y relacionarse con el contexto, además de adentrarse en su psique para conocer sus mecanismos.

En el caso de los niños, consiste en una figura capaz de apoyarles socialmente mostrando, a su vez, los conflictos y problemas que pueda presentar la interacción con personas reales.

Enfoque psiquiátrico

Desde el campo de la psiquiatría se retoma la definición anterior, refiriéndose a las figuras imaginadas como crisoles emocionales. Son una proyección de la realidad del niño, que les ayuda a mostrar sus emociones sin el miedo a ser juzgados. Un mecanismo, en cierta manera, terapéutico. Además, pueden conectarse profundamente con los propios sentimientos, reflexionando sobre sí mismos y afrontando los miedos.

Enfoque sociológico

Por otro lado, la perspectiva sociológica está más relacionada con cómo se comporta el niño con la figura imaginaria. Esta es una conexión crucial, puesto que incluye a otras personas reales o imaginarias. Desde este enfoque, el niño puede usarlo para tener el control emocional, liderar o seguir la situación, así como establecer mayores límites y manipular mejor el entorno.

Perfil de los niños con amigo imaginario

Aunque no existe un perfil específico, sí hay algunos rasgos comunes entre los niños que tienen un amigo imaginario. Los expertos asumen que tienen algunas habilidades psicológicas más desarrolladas que los demás. Se ha descubierto que en la mayoría de los casos tienen un nivel de inteligencia más alto que el promedio y una gran imaginación. No obstante, los amigos imaginarios se tienen solo durante una etapa concreta en la que expresan sus sentimientos, quieren sentirse acompañados y desarrollan su imaginación. Además, también tienen un deseo de jugar de forma creativa y original. De igual forma, aunque es cierto que algunos niños son muy creativos, es importante identificar que se trata solo de una etapa.

Otra característica asociada con los niños que tienen amigos imaginarios es que suelen ser introvertidos. Esto se debe a que son personas más reflexivas y sensibles, que ven y sienten el mundo de forma diferente al de otros niños. Los amigos imaginarios proporcionan un lugar seguro para explorar su mundo interior, ya que no hay juicio ni expectativas.

Finalmente, los niños con amigos imaginarios muchas veces tienen una mayor capacidad para hacer frente a situaciones difíciles. Esto se debe a que sus compañeros invisibles les dan seguridad y les permiten explorar sus sentimientos y pensamientos de forma independiente.

Ventajas de tener un amigo imaginario

Ahora que conocemos mejor el significado de un amigo imaginario, podemos afirmar que tener uno es absolutamente normal. Esto le ayudará a desarrollar la capacidad de empatía, agilidad mental, autonomía, positivismo y estabilidad emocional.

Aunque su presencia suele ser motivo de preocupación en algunos padres, es bueno que los niños ejerciten su imaginación y creatividad. Es un entorno seguro, en el que ellos pueden controlar qué pasa, cuáles son los resultados y cómo afecta a su realidad.

Normalmente, se ve como una forma de hacer desaparecer angustias y preocupaciones, a través de la relación con una figura imaginaria. Así, algunas de las ventajas para los niños serían:

  • Desarrollan una mejor capacidad para relacionarse con los demás.
  • Afianzan su sentido de la responsabilidad hacia los demás.
  • Fomentan la creatividad y el desarrollo emocional.
  • Ayudan a canalizar la energía del niño.
  • Maduran y se acercan más al autoconocimiento y la comprensión de sus emociones.

Desventajas de un amigo imaginario

Aunque, generalmente, no hay nada malo en tener un amigo imaginario, sí existen algunas desventajas, que van ligadas a la forma de ser de cada niño. Hablamos de:

  • Es posible que el niño no quiera establecer relaciones con compañeros reales.
  • Es importante que los padres controlen el uso excesivo de esta figura.
  • En algunos casos, los niños pueden ser demasiado protectores con el amigo imaginario o fantasear demasiado al respecto.

Para evitar que se produzcan estas situaciones los padres deben observar las conversaciones que su hijo tiene con su amigo imaginario y comprobar si se relacionan menos con el resto de los niños. Si esto ocurre se debe de hablar con el niño para explicarle que su amigo invisible solo debe de aparecer en los que está solo, pero que debe de seguir jugando con sus amigos como siempre.

Si tu hijo tiene un amigo imaginario y te preocupa que no se relacione con sus amigos te recomendamos que consultes con un especialista para que te tranquilice y te pueda orientar. En SaludOnNet contamos con psicólogos y pediatras que están preparados para escucharte y guiarte. Puedes comprar una consulta de pediatría desde 23€.

¿Cuánto podemos exigir a los hijos? ¿Son buenos los límites?

Los niños tienen identidades únicas e incluso, dentro de una misma familia, un hermano puede ser diferente al otro, lo que hace muy difícil saber qué es lo que podemos exigirles y qué no. Por ello, es fundamental conocer sus particularidades para saber hasta qué punto los límites impuestos pueden ser apropiados por su edad, su madurez y su ámbito familiar y social; hasta dónde hay que exigir a los hijos.

En este artículo pretendemos enumerar algunas claves básicas para entender y comprender mejor cuáles son los límites que se pueden o no imponer a los niños.

Edad

En primer lugar, es esencial tener en cuenta la edad que tienen los niños para comprender el tipo de límites que pueden afrontar. Debido a su desarrollo mental, los más pequeños de la familia tienen límites diferentes a los adolescentes. Por tanto, la comprensión de estas diferencias según la edad es imprescindible a la hora de fijarlos. Por ejemplo, los niños pequeños, en edad preescolar, suelen tener límites menos estrictos ya que su capacidad de autogestión es mucho más limitada.

Dar límites y establecer líneas de expectativas es fundamental para establecer las responsabilidades de los hijos.

De los 0 a los 2 años

Los bebés tienen muy pocos requisitos en términos de responsabilidades. A esta edad, a menudo no pueden comprender ni cumplir las órdenes de los adultos y no están capacitados para llevar cargas excesivas.

De los 3 a los 4 años

En esta etapa, los niños comienzan a asumir pequeñas responsabilidades como:

  • Aprender el nombre de los objetos.
  • Seguir instrucciones sencillas.
  • Cambiarse la ropa.
  • Recoger juguetes.
  • Ayudar con tareas sencillas en casa.
  • Comer lo que han pedido.
  • Usar su vocabulario para comunicarse adecuadamente.

Los padres también pueden exigirle al niño que reconozca los límites, cuide la propiedad de los demás, respete a los adultos, controle sus berrinches y maneje sus sentimientos de manera saludable.

De los 5 a los 7 años

A esta edad, los niños son capaces de entender conceptos más abstractos y pueden ser responsables de algunas áreas de su vida. Los padres pueden insistir en que hagan sus tareas, ayuden con los quehaceres domésticos sencillos y respeten los turnos en el uso de la tecnología. También pueden pedirles que hagan los deberes y se acuesten pronto. Asimismo, deben respetar las normas, ayudar, reconocer la propiedad de los demás, cumplir con la rutina diaria del hogar y aprender a ser organizados.

De los 8 a los 10 años

Los niños pueden empezar a desarrollar un sentido de responsabilidad. Los padres deben alentar a los niños a adquirir habilidades sociales y autorresponsabilidad para lidiar con situaciones cotidianas. Esto incluye entrenarles y enseñarles a ser honestos o manejar la frustración. Los padres también pueden exigirles:

  • Que sean más responsables.
  • Ayuden en el mantenimiento diario de la casa.
  • Sean más conscientes de cómo manejan sus relaciones con familiares y amigos.
  • Aprendan a trabajar en equipo en actividades extracurriculares tales como deportes.

De los 11 a los 13 años

A los 11 años, los niños están desarrollando un sentido de independencia y comenzando a relacionarse con los iguales. Los padres pueden empezar a exigirles que asuman más responsabilidades en la casa (hacer su propia cama, lavar su ropa, ayudar en la cocina, poner la mesa… etc). Los padres también pueden establecer reglas relacionadas con el uso de ordenadores, tabletas y móviles.

De los 14 a los 17 años

De los 14 a los 17 son años de mayor independencia para los adolescentes. Los padres deben exigirles que adquieran habilidades de vida como:

  • Entregar trabajos escolares a tiempo.
  • Cuidar su propia salud.
  • Tomar decisiones inteligentes.
  • Tener buen comportamiento al salir.
  • Trabajar bien en equipo en los deportes o proyectos escolares.
  • Evitar los comportamientos problemáticos.
  • Respetar los límites de la casa.

En conclusión, los padres deben esforzarse por establecer límites y responsabilidades adecuados para sus hijos de acuerdo con su edad. Esto significa fijar líneas de comportamiento básicas para educar a los niños en cuanto a lo que deberían hacer que incluyan las áreas de educación, hogar, comportamiento, relaciones, y otros aspectos que son importantes para el desarrollo adecuado a cada edad.

Habilidad cognitivas

Se deben tomar en cuenta las habilidades cognitivas del niño como su madurez, inteligencia y habilidades abstractas para percibir conceptos nuevos. Estas destrezas juegan un papel importante en la determinación de los límites adecuados para los niños. Por ejemplo, un pequeño de 6 años cuyas habilidades cognitivas son más avanzadas que la media podría soportar unos límites más altos que otro niño de su misma edad.

Por este motivo es importante conocer a fondo las habilidades cognitivas de los niños para establecer expectativas realistas y apoyar su desarrollo intelectual. En ese sentido se recomienda estar alerta a las diferencias entre los niños y evaluar cuidadosamente en función de su desarrollo. Esto significa conocer sus habilidades cognitivas únicas, como:

  • Atención.
  • Memoria a corto y largo plazo.
  • Percepción.
  • Procesamiento de la información.
  • Habilidades matemáticas.
  • Capacidad de razonamiento.

Muchos padres tienen la tendencia a exigir mucho a sus hijos sin considerar a su madurez emocional o su temperamento. Esto puede ser desalentador para el hijo y ralentizar su desarrollo. Por lo tanto, los padres deben evaluar el comportamiento de su hijo en situaciones concretas a fin de establecer expectativas adecuadas que beneficien su desarrollo.

Entorno social

Los niños son seres sociales y, como tal, les resulta difícil tomar decisiones por sí mismos por falta de experiencia o por la influencia de otras personas. Por ello, hay que prestar especial atención a la influencia y presión del ambiente en que viven respecto a establecer límites. Por ejemplo, los niños podrían tener tendencia a imitar las malas conductas de otros niños de su entorno, lo que podría complicar el establecimiento de los límites.

Los padres tienen la responsabilidad de guiar a sus hijos para que sean adultos responsables y éticamente sensibles. Exigir a los hijos depende en gran medida del entorno en el que se encuentran; esto significa tener en cuenta el contexto, la cultura, la población, los recursos y mucho más.

Contexto

Hay que prestar atención al contexto, a la situación en que se vive. Algunos límites pueden ser prácticos en un contexto y menos útiles en otros. Por ejemplo, la exigencia para que realicen ciertas tareas o la hora de acostarse deben ser exigidas independientemente del contexto en el que se desarrollen, mientras que los límites relacionados con el comportamiento u otro tipo de actividades deben ajustarse a la situación.

Forma de decir las cosas

Se debe dar a los niños una explicación clara y lógica de los límites para que comprendan mejor la razón detrás de cada uno de ellos. Esto les ayudará a comprometerse con su cumplimiento en lugar de intentar burlarlos. Por ejemplo, explicarles el motivo por el que se debe acostar o realizar determinadas actividades les ayudará a comprender mejor la razón y así seguir las reglas con mayor facilidad.

La mejor forma de exigir a los hijos es a través del diálogo, explicando con claridad el comportamiento que se desea de ellos y las consecuencias si no lo cumplen. Es importante evitar los gritos y los castigos físicos, ya que estos pueden generar traumas y destruir la confianza entre padres e hijos.

Reacción

Por último, es importante comprender la reacción de los niños ante los límites. Por lo general, los niños, sobre todo los más pequeños, cuando se acercan a un límite, reaccionan con desobediencia o aversión. Tales reacciones son completamente normales y hay que tratarlas con comprensión y paciencia, dando el tiempo necesario para que lleguen a comprender las reglas por sí mismos. Esto implica escuchar sus opiniones, explicándoles en lenguaje sencillo la lógica de cada límite.

En resumen, establecer límites apropiados a los niños es un proceso vital para su desarrollo saludable y bienestar. Por tanto, hay que tener en cuenta varios factores, entre ellos la edad, madurez, intelecto, habilidades cognitivas, influencias sociales y contexto, así como la manera en que los límites son planteados y la reacción de los niños hacia tales límites. Estas 6 claves son esenciales para realizar un trabajo concienzudo y eficaz a la hora de fijar los límites pertinentes para los menores.

Si necesitas asesoramiento sobre qué es lo que le puedes exigir a tu hijo o sobre los límites que puedes poner te recomendamos que visites a un pediatra. Este especialista te dirá qué puedes hacer y qué no. En SaludOnNet puedes comprar una consulta de pediatría desde 23 años y elegir a qué centro médico u hospital acudir.   

¿Qué puedo hacer si mi hijo tiene lombrices?

Las lombrices intestinales son un problema común entre los niños, que suele preocupar bastante a los padres. Es una enfermedad parasitaria causada por los oxiuros (Enterobius vermicularis), también conocidos como lombrices intestinales. Son gusanos parásitos comunes de color blanquecino que viven en el intestino humano, principalmente en el grueso, con un tamaño entre dos y cinco milímetros de longitud. Se pueden reproducir y crecer dentro del cuerpo humano y pueden ser transmitidos fácilmente de una persona a otra, especialmente a niños.

La infección se adquiere al ingerir huevos de oxiuros, los cuales se encuentran en espacios sucios o alimentos contaminados, y pueden llegar a provocar infecciones graves como anemia, daño cerebral y retraso en el crecimiento y desarrollo.

Los síntomas más comunes son picazón irritación anal, especialmente en niños. El tratamiento consiste en medicamentos antiparasitarios. Tratar la infestación a tiempo ayuda a evitar complicaciones, por eso es muy importante acudir al médico para un diagnóstico y tratamiento adecuado.

Diagnóstico de las lombrices

En los últimos años, el número de casos de infección por oxiuros ha aumentado considerablemente, tanto en niños como en adultos. Se estima que entre un 20 y un 30 por ciento de la población podría estar infectada en algún momento de su vida. Este parásito puede provocar síntomas desagradables como prurito anal y dolor abdominal leve, por lo que es importante realizar un correcto diagnóstico para controlar la infección.

El método más eficaz para detectar los oxiuros es examinar una muestra de heces, quepuede ser recogida en dos ocasiones diferentes. Esta prueba, que debe ser realizada en pacientes pediátricos y adultos que presenten síntomas, identifica la presencia de huevos en las heces.

Una vez confirmada la infección, es importante aplicar un tratamiento farmacológico recomendado por el médico, junto con los hábitos de higiene y alimentación adecuados.

Síntomas de la infección por oxiuros

Los oxiuros o lombrices son comúnmente conocidos como gusanos del ano, porque suelen salir de este lugar durante la noche y ser visibles. En el caso de los niños, los padres deben estar alertas a los cambios en la salud y comportamiento.

Los principales síntomas de la infección por oxiuros incluyen:

  • Comezón perianal. Ocurre cuando los oxiuros adultos salen por la noche para depositar huevos.
  • Ardor alrededor del ano. Se produce cuando los huevos pasan a través del ano.
  • Dolor abdominal leve. Aparece cuando los huevos alcanzan el intestino.
  • Problemas para dormir.
  • Nerviosismo y ansiedad.  

Otros síntomas de la infección por oxiuros incluyen estreñimiento, náuseas, vómitos, falta de apetito, dolor facial o palpitación.

Tratamiento de las lombrices

Existen una variedad de tratamientos para la infección por lombrices, que pueden ayudar a aliviar los síntomas y prevenir la reinfección. Generalmente el médico receta un medicamento antiparasitario específico para matar a los gusanos. Es importante recordar que la mayoría no elimina los huevos de los gusanos, por lo que suele ser necesario dar una segunda dosis para su desaparición.

Existen una variedad de opciones de tratamiento, incluyendo antihelmínticos orales, geles tópicos y supositorios. Se recomienda siempre seguir el plan de tratamiento recomendado por el médico.

Los oxiuros pueden ser muy contagiosos, ya que los huevos pueden permanecer fuera del cuerpo humano hasta tres semanas. Por lo tanto, es importante llevar a cabo una higiene adecuada para prevenir la infección, como lavarse las manos con frecuencia y limpiar y desinfectar los artículos utilizados en el hogar. Además, hay que tratar a todos los miembros de la familia que presenten síntomas de infección para evitar la propagación.

Una vez que el tratamiento médico ha comenzado, hay algunas medidas que se pueden tomar para reducir la gravedad de los síntomas y prevenir la reinfección. Son:

  • Aseo adecuado. Lavarse bien manos y genitales con agua tibia y jabón después de ir al baño y antes de acostarse puede ayudar a prevenir los oxiuros de propagarse.
  • No compartir toallas, ropa de cama y otros objetos con otros miembros de la familia.
  • Desinfectar la ropa y los juguetes, en el caso de los niños, especialmente aquellos que hayan estado en contacto directo con sus heces.
  • Llevar una dieta adecuada. Los alimentos que contienen fibra, como los cereales integrales, la fruta y los vegetales, pueden ayudar a prevenir que los oxiuros se propaguen al aumentar el movimiento del tracto intestinal.

Si la infección por oxiuros es crónica, puede recomendarse un tratamiento a largo plazo con un fármaco antiparasitario. Esto ayudará a reducir el riesgo de reinfección y garantizará que los síntomas se alivien.

Muchos medicamentos a base de hierbas, por ejemplo, pueden ayudar a aliviar los síntomas y a curar la infección. Los remedios caseros para el tratamiento de lombrices, como el ajo, la cáscara de naranja y la papaya, también pueden resultar eficaces.

Prevención de la infección de oxiuros

Los oxiuros son un grupo de gusanos pequeños y delgados que viven dentro de los intestinos del huésped y se conocen también como lombrices solitarias. La infección se produce cuando entran al cuerpo humano a través del contacto con alimentos u objetos contaminados.

La mejor manera de prevenir la infección de lombrices en los niños es la educación. Deben ser instruidos desde una edad temprana sobre las medidas de higiene básicas, como no ingerir alimentos o bebidas contaminadas, y lavarse las manos después de usar el baño. También es importante tener cuidado cuando los niños jueguen en terrenos de tierra.

Se puede prevenir siguiendo algunas sencillas prácticas:

  • Higiene. Lavarse las manos con agua y jabón frecuentemente y limpiar los utensilios de cocina, platos y cubiertos con agua caliente y jabón para evitar la propagación.
  • Desparasitar a los animales domésticos con regularidad. No se debe alimentar a los gatos o perros con comida del hogar.
  • Limpieza diaria del hogar. Lavar la ropa de cama, toallas y alfombras con agua caliente y detergente ayudará a matar los huevos del gusano.
  • Evitar comer alimentos crudos o mal cocidos e incluir una variedad de alimentos completos en la dieta para el bienestar general.
  • No tener contacto cercano con alguien que haya tenido una infección de oxiuros para prevenir la propagación.

En resumen, las lombrices pueden resultar un problema común en los niños y adultos, pero se pueden prevenir y tratar eficazmente. Si crees que tu hijo puede tener lombrices te recomendamos que acudas al pediatra para que realice el diagnóstico y ponga tratamiento. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites. Puedes comprar una consulta con un pediatra desde 23 euros, sin esperas y con una amplia oferta donde elegir.

Qué son los terrores nocturnos y cómo se tratan

Los terrores nocturnos son un trastorno de la conducta infantil. Se caracterizan porque se producen episodios repentinos de pánico nocturno, generalmente durante la hora de mayor profundidad del sueño, entre las 11 y las 2 de la madrugada. No suelen durar más de 20 minutos, pero pueden parecer mucho más largos.

Durante esos «dramas» los niños se despiertan gritando aterrorizados, sufriendo ansiedad extrema y profunda angustia como consecuencia del miedo que sienten. Los episodios pueden variar en duración desde unos pocos segundos a varios minutos.

Los padres a menudo no saben cómo ayudar a sus hijos a superar estos terrores nocturnos. Aunque no existe una solución fácil, es importante comprender cómo funcionan, para poder abordarlos de manera efectiva.

En qué consisten y cuándo se producen

Son más comunes en niños de 18 meses a 5 años, pero también pueden afectar a adolescentes y adultos jóvenes. A menudo, los episodios incluyen gritos de terror, movimientos de cuerpo, desorientación temporal, sudoración, lágrimas y llamar consciente.

Los padres pueden intentar acercarse a su hijo para tranquilizarlo, pero en algunos casos, esto puede empeorar la situación.

Los terrores nocturnos son impulsados por una variedad de factores, que incluyen:

  • Ansiedad.
  • Estrés.
  • Una dieta baja en nutrientes.
  • Una caída del sueño.

Muchas veces, también están relacionados con el desarrollo de habilidades cognitivas como el lenguaje, la memoria y el aprendizaje.

Terrores nocturnos en bebés de menos de 1 año

Son relativamente infrecuentes en bebés de 1 año, aunque es posible que algunos lo experimenten a esa edad. Suelen ser más leves que en niños mayores, ya que los bebés no pueden hablar y describir lo que está sucediendo. En lugar de despertar completamente, el bebé podría llorar, gritar, golpear los brazos y las piernas, sentirse muy ansioso o incluso salir de la cama.

Estos episodios pueden durar de 5 a 15 minutos, y generalmente no recuerdan nada al despertar. Cuando un bebé tiene terrores nocturnos, se pueden hacer algunas cosas para ayudar a aliviar los síntomas, aunque siempre lo mejor es consultar con el pediatra.

  • Asegurarse de que el bebé esté durmiendo en un entorno seguro y relajado.
  • Mantener la habitación lo más oscura y silenciosa posible.
  • Si el bebé se despierta durante un episodio, tratar de tranquilizarlo hablando con él en voz baja. No hay que tocarlo o abrazarlo, ya que esto puede hacer que el episodio sea peor.

Síntomas de los terrores nocturnos

Alrededor del 4-6% de los niños entre los 2 y los 12 años sufren de terrores nocturnos. Los síntomas generalmente se manifiestan entre la edad de 18 meses a 5 años y suelen desaparecer solos entre los 5 y los 8 años. Los síntomas principales incluyen:

  • Despertares bruscos que normalmente suceden entre las 3 y las 6 horas de sueño profundo y duran entre 5 y 15 minutos de duración. Durante los terrores nocturnos, los niños sienten miedo y pánico intenso y suelen hacer movimientos extraños e involuntarios.
  • Algunos niños también gritan, lloran o tienen espasmos musculares. Aunque los terrores nocturnos son a veces alarmantes para los padres, por lo general no tienen ninguna consecuencia a largo plazo en la salud.

Causas de los terrores nocturnos

Aunque los terrores nocturnos son comunes en los niños, su causa exacta sigue siendo un misterio. Sin embargo, hay algunas posibles explicaciones.

  • Los factores etológicos como la ansiedad, los trastornos del sueño y el estrés pueden contribuir a los terrores nocturnos, especialmente cuando se combinan con otros factores, como los cambios de horario, fatiga, sueño excesivo y estresantes situaciones ambientales.
  • Predisposición genética, elementos psicológicos y perturbaciones en el nivel de neurotransmisores. Entre ellos, se destaca un posible déficit de serotonina, un neurotransmisor que contribuye al sueño profundo.

Cómo actuar ante los terrores nocturnos

Los terrores nocturnos pueden ser frustrantes y aterradores tanto para los padres como para los niños, cuando no saben cómo lidiar con ellos. Pero, es importante mantener la calma y hablar con el médico del niño.  Si las estrategias de abordamiento de pánico son aplicadas con constancia, se pueden reducir los episodios de terrores nocturnos.

  • Enseña a tu hijo a relajarse usando técnicas como yoga infantil, respiración profunda y respiración cuenta atrás. Estas podrían ayudar a preparar el cuerpo y la mente para el sueño y reducir el estrés durante la noche, ayudando a dormir mejor.
  • Prueba con cambios en el ritmo de sueño para conseguir un horario de descanso estable y adecuado. Esto ayudará a su cuerpo a regular la producción de hormonas como la melatonina, necesaria para mantener el sueño profundo.
  • Los padres deben prestar especial atención la rutina de sueño saludable de su hijo y su estado de ánimo en general. Si hay un cambio súbito en los patrones de sueño y la angustia, busca el consejo de un profesional. Se debe tratar de mantener una hora de acostarse fija.
  • Combatir el miedo del niño. Utiliza los cuentos de hadas y el humor para ayudar a tu hijo a desarrollar una actitud positiva acerca de los terrores nocturnos. Esta es una forma muy poderosa de ayudarlo a superar esos miedos y de abordar sus preocupaciones con confianza.
  • Crear un ambiente seguro y relajado en la habitación
  • Tener una dieta nutritiva.

Hay que recordar a tu hijo que los terrores nocturnos van y vienen, y que pronto pasarán.

Tratamiento de los terrores nocturnos

Es importante hablar con un profesional de la salud mental puede ayudar a descubrir los factores que determinan los terrores nocturnos. Estos profesionales pueden realizar una evaluación y establecer medidas para que los niños duerman bien tales como:

  • Limitar la cafeína.
  • Establecer un horario de sueño regular.
  • Evitar los estímulos excesivos.
  • Asegurarse de que los niños estén relajados antes de acostarse.
  • Fomentar patrones de sueño saludables.

Los terrores nocturnos son parte del desarrollo normal de los niños y se suelen superar por sí solos a medida que el niño crece. Si te sientes preocupado por los terrores nocturnos de tus hijos, debes acudir a un profesional de la salud mental para obtener información y ayuda. En SaludOnNet contamos con pediatras especializados en este asunto dispuestos a ayudarte.

¿Qué es la herpangina y cómo se contagia?

La herpangina es una infección faríngea viral que afecta principalmente a la población pediátrica. Esta enfermedad infecciosa está provocada, en la mayoría de los casos, por el virus Coxsackie de tipo A y, a veces, por otros enterovirus. Es muy frecuente en niños de 3 a 10 años y afecta a la parte de la boca. Sin embargo, la herpangina en adultos no es tan habitual; tampoco en lactantes.

Esta enfermedad se presenta con úlceras, a partir de vesículas, y ampollas rodeadas de un anillo rojo en cavidad bucal.

Principales síntomas de la herpangina

El síntoma más característico, que aparece unas 48 horas después que el resto, son las lesiones papulo vesiculosas en la zona de la amígdala, el paladar blando, la úvula y la lengua. Son pequeñas (1-2 mm de diámetro) y no suele haber más de 15 o 20 lesiones (lo habitual es entre 4 y 5). En las 24 horas siguientes a su aparición se convierten en úlceras superficiales. Es raro que su tamaño exceda de 5 mm de diámetro y se curan cuando pasan entre 1 y 5 días.

Otros síntomas de esta enfermedad, previos a las lesiones, son:

  • Aparición brusca de fiebre. El niño se encuentra decaído y con malestar general.
  • Dolor de garganta.
  • Cefalea.
  • Dolor en el cuello, abdomen y extremidades.
  • Vómitos y convulsiones (sobre todo en lactantes).
  • Falta de apetito.

Una de las principales complicaciones de la herpangina en niños es la deshidratación. Los niños, al tener aftas en la boca que les duelen, no quieren ingerir alimentos ni bebidas. Los padres, al detectar esta falta de apetito, deben acudir al médico.

Pasados 7 días desde su inicio los síntomas desaparecen, estando el paciente ya asintomático. Tras haber pasado la enfermedad la herpangina deja inmunidad frente a la cepa que lo ha provocado, pero pueden producirse episodios de repetición causados por otros virus Coxsackie del grupo A o por otros enterovirus.

Diagnóstico de la herpangina

El diagnóstico es clínico y se establece por los síntomas, sobre todo por las lesiones orales características. Para confirmarlo se puede realizar aislamiento del virus de las lesiones. El periodo de incubación es de 2 a 10 días.

Tal y como se explica en el Manual MSD cuando se habla de esta patología, este virus puede confundirse con la estomatitis herpética (se caracteriza por úlceras mayores y más persistentes), las aftas recidivantes y las aftas Bednar (que rara vez aparecen en la faringe y que no suelen asociarse a síntomas generales). También con el virus Coxsackie A10, que causa una enfermedad similar, la faringitis linfonodular, pero con lesiones orales y faríngeas diferentes, que consisten en nódulos sobreelevados blanco-amarillentos.

Tampoco debe confundirse la herpangina con la enfermedad boca-mano-pie, provocada por el virus Coxsackie A16, que se aparece en forma de exantema vesiculoso de la piel y las mucosas. También afecta con más frecuencia a niños pequeños. Su evolución es similar a la herpangina, pero el exantema vesiculoso se distribuye por la mucosa bucal y el paladar, con lesiones similares en las manos y los pies y, a veces, en el área del pañal.

Cómo se contagia la herpangina

La transmisión de este virus es por contacto, por lo que su contagio es frecuente teniendo que en cuenta que los niños eliminan el virus en sus secreciones (nariz, saliva y boca) y contaminan con sus manos muchos lugares comunes en colegios y guarderías.

Por este motivo es muy importante enseñarles a lavarse bien las manos, ya que los virus mueren con el lavado de manos y con el gel hidroalcohólico. Asimismo, los padres deben evitar llevarlos al colegio cuando están enfermos, para no propagar el contagio.

Cómo curar la herpangina

No existe un tratamiento para este virus, por lo que actualmente lo único que se hace es intentar aliviar los síntomas. Generalmente se dan analgésicos para el dolor, antitérmicos para la fiebre y mucha hidratación. En ocasiones se recurre a pomadas anestésicas, como lidocaína, para calmar el malestar en la boca.

La dieta debe ser blanda y debe consistir en alimentos fríos, para aliviar el dolor de la boca, así como evitar alimentos calientes, fritos o que puedan irritar, como los cítricos o los salados. Es recomendable realizar una buena higiene bucal, con cepillos dentales suaves y enjuagues con anestésicos locales.

Si tu hijo presenta aftas en la boca, que van acompañadas de fiebre y malestar, te aconsejamos que acudas al médico para que realice un diagnóstico acertado. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios muy competitivo.

Cómo prevenir y tratar los piojos

Todos los años hay un momento en el curso escolar en el que llega una notificación del colegio a los padres avisando de que hay piojos en la clase. Estos pequeños insectos, que viven en el cuero cabelludo de las personas, nos acompañan desde hace miles de años. Son más habituales en niños en edad escolar, pero también puede sufrirlos adolescentes y adultos.

Tener piojos en la cabeza se denomina pediculosis de la cabeza, tal y como explican los autores J.M. Gairí Tahull, V. Molina Morales, F.A. Moraga Llop, X. Viñallonga Sardá, E. Baselga Torres, es una ectoparasitosis ocasionada por los piojos, que son parásitos externos que requieren un tratamiento para su desaparición. Los piojos tienen un ciclo vital de unos 30 días y un tamaño aproximado de entre 2 y 4 mm. Los piojos hembra pueden poner de 6 a 10 huevos al día y pueden sobrevivir entre 24 y 38 horas fuera de la cabeza.

Los piojos aparecen en todas las clases sociales. Su saliva es irritante y necesitan calor humano para sobrevivir. Se alojan mayoritariamente en la nuca y en la parte posterior de las orejas. Desde la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria dan las pautas sobre cómo poder actuar.

Características y contagio de los piojos

Los piojos viven entre 30 y 40 días, se alimentan de sangre, provocan picor y hacen que aparezcan ronchas en la cabeza. Se contagian por contacto físico, pasando de una cabeza a otra, ya sea jugando, haciendo deporte o compartiendo artículos personales como peines, cepillos o almohadas.

Síntomas y tratamiento

Es importante que los padres estén pendientes de si sus hijos se rascan, porque los piojos producen una sensación de cosquilleo, de sentir que algo se mueve en la cabeza. Además, causan granos e irritación en el cuero cabelludo, así como ardor e irritación.

No existe un método efectivo al 100% para eliminarlos. No obstante, los especialistas recomiendan combinar el uso de champús, lociones y la remoción manual mediante liendreras. Se recomienda:

  • Utilizar lociones que incluyen insecticidas, dejando actuar el tiempo que establece el fabricante. Este tratamiento debe repetirse pasada una semana, para matar los insectos que hayan podido resistir, ya que tras 7 días se transforman en piojos.
  • Pasar la liendrera mechón a mechón para que salgan los piojos que pueda haber y también las liendres. Hay veces que es necesario quitar las liendres de manera manual, ya que son tan pequeñas que la liendrera no las coge. Pasadas 24 horas es importante pasar de nuevo la liendrera.
  •  Desinfectar los utensilios para los cabellos con agua hirviendo o jabón durante 10 minutos. Pasar la aspiradora por la alfombra, los sofás, los asientos del coche…etc. Lavar la ropa, las toallas y la ropa de cama a 60º.
  • Examinar a los otros miembros de la familia para comprobar que no se han infestado.

Prevención para evitar coger piojos

Aunque es complicado librarse de los piojos, sobre todo en el colegio, algunos consejos pueden lograr que escapemos de estos insectos tan molestos. Los principales son:

  • Pasar la liendrera o un peine de púas finas sobre el cabello húmedo una vez a la semana, durante la ducha. Asimismo, revisar el pelo de los niños de manera frecuente.
  • No compartir gorras, peines, bufandas, toallas ni cepillos.
  • Llevar el pelo largo recogido en clase.
  • Usar repelente de piojos, como el árbol de te en la nuca, detrás de las orejas o añadido al champú.
  • Utilizar champú de vinagre de manzana.
  • Después de haber tenido piojos es importante limpiar bien los cepillos y peines en agua caliente, a 60 grados, de manera habitual.
  • Los artículos que no pueden lavarse se tienen que meter en una bolsa hermética al menos 14 días o dejarlos un día a temperatura de congelación con el fin de evitar la supervivencia de los piojos.

Falsos mitos de los piojos

Hay afirmaciones sobre los piojos que han pasado de generación en generación creyendo que eran ciertas y con el tiempo se ha comprobado que no lo son. A continuación, mostramos algunas de ellas:

  • Tener piojos no está relacionado con tener malos hábitos higiénicos. Las personas muy limpias también los cogen.
  • Los animales y mascotas no contagian los piojos.
  • Son más frecuentes en niños, pero pueden afectar a los adultos. Seguro que conocemos a alguna madre que, a la vez que sus hijos, ha tenido que seguir el tratamiento para eliminar los piojos de su cabello.
  • Estos insectos no vuelan ni saltan. Tampoco se ahogan en el agua.
  • No es necesario aislar a los niños que tienen piojos, solo tratarlos.
  • Cortar el pelo es algo que no acaba con los piojos, ya que suele estar en el cuero cabelludo, no en la melena.

Si quieres saber más sobre estos incómodos insectos que vuelven con el curso escolar te recomendamos que acudas a un especialista que te explique cómo tratarlos. En Saludonnet contamos con médicos dispuestos a ayudarte en lo que necesites.

Cómo hacer más llevadera la vuelta al colegio

Llega septiembre y un año más, vuelta a la rutina. Si a los adultos nos cuesta incorporarnos al trabajo después de las vacaciones de verano, es fácil entender que a los niños se les haga cuesta arriba. Hay que pensar que, después de dos meses y medio sin demasiadas obligaciones, deben volver al colegio.

Pero la realidad es que tienen que ir a la escuela o al instituto con la mejor actitud posible. Para ello, los expertos dan algunas pautas que pueden ayudar a los padres para que esos primeros días no tengan que arrastrar a sus hijos con lágrimas en los ojos, sino que vayan por su propio pie contentos por el inicio de un nuevo curso.

Desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos proponen unos consejos muy útiles para esta vuelta al cole sobre alimentación, sueño, peso de las mochilas y formas de evitar los piojos.

Motivación y calma

La clave está en no esperar al último día para cambiar la rutina del verano. En vacaciones los niños se acuestan más tarde y dedican la mayor parte del día al ocio. Por eso es bueno ir acostumbrándoles a cambiar sus horarios de despertarse y dormir, de manera paulatina. También se recomienda hacer una programación diaria en la que los pequeños vean qué van a hacer cada día.

Una buena idea, para evitar el shock que supone la vuelta a la rutina, es intentar realizar alguna actividad de ocio que les recuerde un poco a las vacaciones. Las primeras semanas de colegio suelen ser más tranquilas y seguramente sin mucha carga escolar, por lo que es un buen momento para poner en práctica este consejo.

Para un niño la vuelta al colegio puede suponer muchas cosas: ver a sus amigos, cambiar de clase, de profesores, aprender cosas nuevas…etc. Por eso es importante motivarles y que unos días antes se impongan de nuevo las rutinas olvidadas durante las vacaciones, tanto de sueño como de hora de comer. Hay que hacerles entender que ir al colegio es algo práctico que les va a servir en su día a día. Pero no se le debe preguntar al niño si quiere ir al colegio, ya que debe darse por hecho que va a ir.

Definir objetivos

Ayudarles a preparar el material escolar hace que se motiven para afrontar el inicio del curso. En ocasiones los padres no sabemos cómo motivar a los hijos, pero hay que saber que motivar no es animar, sino darle motivos para que afronte el curso de la forma más sana posible. También hay que evitar asustarles con frases como “el curso que vas a empezar es muy difícil”, generando inseguridades y miedos.

Hay que definir objetivos, antes de cualquier comienzo de curso. Reunirse con ellos y preguntarles qué es lo que esperan del curso que van a empezar. De esta forma podemos saber cuáles son sus metas en materia académica y también en la parte social, en la relación con los compañeros y en cómo los ven y cómo les gustaría que los vieran. De esta forma, a final de curso es fácil comprobar si ha habido mucha desviación en cuanto a sus intenciones, quedando por debajo de las expectativas o superándolas.  

Capacidad de adaptación

En definitiva, muchas veces con la vuelta al cole sufren más los padres que los hijos. Los niños tienen una capacidad de adaptación extraordinaria. Puede que entren a la escuela llorando o tristes, pero a los 5 minutos lo normal es que se les haya pasado y disfruten de la experiencia de los primeros días de colegio, en los que cuentan a sus amigos cómo ha sido su verano.

Por último, como padres, hay que detectar cuando un niño dice que no quiere ir al colegio porque está mejor de vacaciones o porque tiene algún problema en el centro escolar. En el segundo caso habría que detectarlo y tomar medidas.

Si tu hijo no quiere ir al colegio y crees que hay un motivo de peso detrás es importante que acuda a un especialista que le pueda ayudar, además de informar al centro educativo. En SaludOnNet contamos con psicólogos dispuestos a escuchar a tu hijo y ayudarle.

¿En qué percentil debe de estar un niño?

El percentil un método estadístico que compara niños; una medida tomada de unas gráficas que utilizan los pediatras o las enfermeras pediátricas para conocer el crecimiento del niño. Se basa en un modelo estadístico realizado a partir de estudios de altura y peso tomados entre miles de niños y niñas, que representan a la población infantil.

Percentil es una palabra que aparece con frecuencia en las conversaciones de madres y padres de niños recién nacidos y en edad escolar. Se valora comparando, en una gráfica de crecimiento, las medidas de un niño concreto frente a los de su misma edad. Es un reflejo del estado global de salud y de nutrición.

Esto hace que, en determinadas ocasiones, cuando el percentil es bajo, los progenitores se preocupen, muchas veces sin motivo. Además, a veces piensan que este dato ayuda a hacer predicciones sobre cuál va a ser la altura del niño cuando sea mayor. Pero estos pronósticos son complicados, porque el crecimiento final está marcado por el momento del cambio puberal; en función de cuándo se produzca, el niño crecerá más o menos.

Qué es el percentil del bebé

Los percentiles marcan los márgenes de la normalidad. Cuando se dice que un niño está en el percentil 30 de talla lo que quiere decir es que, de 100 niños, hay 30 que son más bajos que él y 70 que son más altos. Es una manera de situar al niño en el contexto de toda la población infantil.

Según señalan desde la Asociación Española de Pediatría el crecimiento de un niño depende, sobre todo, del potencial genético de cada individuo y del sexo. No obstante, también influyen otros factores como la nutrición, la actividad física o la aparición de problemas de salud.

En qué consiste la medición

Para calcular el percentil de un bebé o niño los pediatras utilizan unas tablas. Trabajan con 4 tablas de percentil de crecimiento diferentes, que se dividen en edad y sexo. Serían:

  • 2 gráficas desde el nacimiento hasta los 2/3 años: una para niños y otra para niñas.

En ambos casos se evalúa el peso, la talla con el niño tumbado de pies a cabeza y el perímetro craneal o el percentil de la cabeza del bebé. Como la medición de la talla se realiza con el bebé tumbado en un tallímetro, puede haber errores si se le estira mucho de los pies y se despega de la cabeza. Por este motivo en estas edades es más fiable el dato del peso, para conocer el crecimiento del lactante.

  • 2 gráficas desde los 2/3 años hasta la adolescencia: una para niños y otra para niñas.

En niños mayores de 2 años se mira la talla (de pies a cabeza en bipedestación) y el percentil del peso. También puede tomarse en cuenta el índice de masa corporal (IMC), un dato que se obtiene dividiendo el peso por la talla al cuadrado (peso/talla2).

¿Cuál es el percentil normal?

Para valorar si un niño crece de manera normal y está sano no es necesario que esté en un percentil determinado. Tan normal es el percentil 3 como el 97.  Es importante saber que la talla final del niño depende, en buena parte, de factores genéticos que no se pueden modificar. Si el niño tiene unos padres muy altos seguramente va a ser muy alto y si son bajos, será así también. Pero eso no significa que esté menos sano. De hecho, también hay niños que por debajo por encima de lo que se considera “normal” (entre 3 y 97) y no significa que tengan ningún problema.

Lo deseable, según indican los pediatras, es que la curva de crecimiento del niño sea armónica y siga una evolución. Es decir, el percentil debería ser más o menos constante y no estancarse. Cuando un niño está en el percentil 30 y se mantiene siempre igual, es que todo va bien. Sin embargo, un niño que siempre lleva un percentil 75 y de repente baja al 30 o 40, puede indicar que hay un problema.

Si quieres saber cuál en qué percentil está tu hijo debes acudir a consulta de pediatría para que realice las mediciones necesarias. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte, sin esperas y a precios muy accesibles.  

¿Qué es el test de Apgar y cuándo se realiza?

El test de Apgar es un examen clínico que se realiza al recién nacido justo después del parto. Se utiliza como sistema de medición para conocer las condiciones en las que nace el bebé y así poder actuar de forma inmediata, en caso de ser necesario. Esta prueba solo pueden realizarla los médicos que se encuentran en el paritorio, ya que exclusivamente tiene validez en el momento del nacimiento.

Nacer es una situación traumática para un bebé. Tiene que salir por un sitio por el que aparentemente no cabe y con una serie de cambios fisiológicos en su organismo importantes. Debe adaptarse al medio, ya que pasa de uno líquido interno a otro aéreo externo. Además, al cortar el cordón umbilical se le acaba el suministro de oxígeno y de comida y tiene que aprender a respirar por sí solo en segundos.

Test de Apgar: puntuación

Según indican desde la AEPED (Asociación Española de Pediatría) esta prueba mide el bienestar del bebé y debe realizarse al minuto del nacimiento y a los 5 minutos de vida. Es un test neonatal que evalúa cinco parámetros y puntúa de 0 a 10 (2 puntos máximo por parámetro analizado). La primera medición sirve para evaluar el nivel de tolerancia del bebé al proceso de nacimiento y la segunda para saber cómo se está adaptando al medio ambiente y cuál es su capacidad de recuperación.

El primer Apgar puede hacerse junto a la madre, cuando está piel con piel y, si la puntuación es mayor a 7, el bebé puede continuar con su progenitora. En este caso los médicos realizan también la segunda medición con el bebé sobre la madre. Esto facilita el vínculo afectivo y ayuda a la lactancia materna.

 Si la puntuación es inferior a 7 debe ser trasladado a otro lugar para atenderlo y estabilizarlo.

Test de Apgar: interpretación. Parámetros a evaluar

El test de Apgar mide cinco parámetros diferentes, que describen la situación del recién nacido. En la primera valoración debe responder a preguntas como si el bebé es a término, si llora o respira y si tiene buen tono. En la segunda medición se suele obtener mejor puntuación. Para recordar qué mide el Test de Apgar existe una regla mnemotécnica con las iniciales A-P-G-A-R. Esta prueba valora:

  • Apariencia del bebé. Se mira la coloración de piel y mucosas. Recibe un 0 si está pálido o azul, 1 punto si tiene el cuerpo rosado, pero las extremidades siguen azuladas y 2 puntos cuando está rosado completamente.
  • Pulso (frecuencia cardiaca). Obtiene un 0 cuando está ausente, 1 si es menor a 100 ppm y 2 si es mayor a 100 ppm. En función del resultado de este parámetro se determina si el recién nacido necesita reanimación o no.
  • Gestos. Se le da un 0 si no hay respuesta, un 1 cuando realiza alguna mueca o gesto y un 2 si tose o estornuda.
  • Actividad (movimiento). Recibe un 0 si está flácido, un 1 si hay alguna flexión de las extremidades y un 2 si existe un movimiento activo.
  • Respiración (frecuencia respiratoria). Se le da un 0 si no respira, un 1 si lo hace de manera lenta e irregular y un 2 si la respiración es buena o el bebé llora.

El parámetro que más problemas da es la respiración. Según indican en el artículo Reanimación del recién nacido, un 10 % de todos los recién nacidos a término o próximos al término necesitan maniobras de estabilización para iniciar el llanto o una respiración regular.  

Valoración de la puntuación

Cualquier puntuación por encima de 7 u 8 habla de un buen estado del bebé. Es normal que un recién nacido siga teniendo las manitas y los pies morados al minuto de nacer. La coloración es uno de los parámetros en los que en la primera medición es complicado obtener un 2.  

El bebé que no ha obtenido 8 puntos en las primeras puntuaciones recibe una tercera evaluación a los 10 minutos.

Si en el total el bebé obtiene menos de 3 puntos en total se habla de una depresión neonatal grave y si consigue de 4 a 6 puntos se habla de una depresión neonatal moderada. Cuando la puntuación está por encima de 7 es aceptable

Hay factores que pueden modificar la puntuación de Apgar como los fármacos, traumatismos, anomalías congénitas, infecciones, hipoxemia, bajo peso al nacer o un parto pretérmino.

Si estás embazada y quieres saber más sobre esta prueba puedes acudir al ginecólogo para que te explique cómo se realiza. También el pediatra puede darte detalles sobre la importancia del Test de Apgar. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios muy competitivos.

Helicobacter Pylori en niños

El Helicobacter Pylori es un tipo de bacteria que causa infecciones en el estómago. Se calcula que, aproximadamente, la mitad de la población mundial mayor de 50 años tiene esta bacteria. Es más frecuente detectarla en adultos que en niños, ya que en la mayoría de los casos estos últimos son asintomáticos.

Principales vías de contagio

Esta bacteria se aloja casi exclusivamente en el estómago del ser humano en la niñez. Existen diferentes medios de transmisión del helicobacter Pylori. Los principales son:

  • Entre personas. Es muy frecuente que, si los padres están infectados o han sido tratados de esta bacteria, lo contagien a sus hijos.
  • Fecal-oral: Se transmite a través del agua y de los alimentos contaminados. Por este motivo son muy importantes las medidas higiénico-sanitarias, como lavarse las manos cada vez que se va al baño.
  • Oral-oral: El helicobacter pylori utiliza como reservorio natural o hábitat la boca. Por este motivo es frecuente el contagio a través de la saliva o la placa dental. En el caso de los niños es la forma más fácil de transmisión, ya que cuando son muy pequeños es frecuente que compartan juguetes u otros artículos que van de boca a boca. También es habitual que los adultos prueben la comida y después se la den al niño, con el mismo cubierto.

Síntomas en niños

Los principales síntomas del H. Pylori son aparición de gases, hinchazón, falta de apetito, dolor abdominal o vómitos. En el caso de los niños las manifestaciones clínicas son inespecíficas y asintomáticas en el 50% de los casos, tal y como indica el Dr. Pedro Urruzuno Tellería, del Hospital 12 de octubre de Madrid, en su trabajo Manejo de la infección por Helicobacter pylori en el niño. En los pequeños produce gastritis crónica y úlcera gástrica y duodenal.

Los principales síntomas en los niños son:

  • Dolor epigástrico (en la boca del estómago).  La molestia puede ser más intensa que en los adultos e ir acompañada de vómitos. Este es el principal motivo de consulta, según señalan Mayra Perdomo y Mª José Martínez en su escrito Infección por Helicobacter pylori en niños.
  • Mejoría del dolor tras la ingesta de alimentos y antiácidos.
  • Falta de apetito. Puede estar relacionado con la inflamación de la mucosa del estómago, a causa de la bacteria.
  • Aumento del dolor tras tomar alimentos que irritan como condimentos, gaseosas o cítricos.
  • Distensión abdominal.
  • Sensación de plenitud.
  • Otros síntomas como una talla baja o cefaleas. También pueden darse casos de anemias ferropénicas.

Cómo prevenir el H. Pylori

Se puede intentar evitar la infección por Helicobacter Pylori llevando a cabo una serie de medidas. Las principales son:

  • Higiene de las manos después de usar el baño y antes de comer.
  • Ingesta de alimentos preparados adecuadamente.
  • Beber agua de fuentes limpias y segura.

Para realizar un correcto diagnóstico se recomienda realizar algunas pruebas como la búsqueda de anticuerpos en orina y saliva, la detección de antígenos en heces, una biopsia de la mucosa gástrica o una endoscopia.

La prueba que más se realiza es el Test del aliento. Debe hacerse en ayunas y después de dos semanas sin haber tomado antibiótico o algún protector de estómago.

Cómo tratar la infección en niños

El tratamiento tiene una duración de 14 días e incluye medicamentos denominados inhibidores de bomba de protones, que ayudan a disminuir el PH ácido del estómago. Entre ellos se encuentran el esomeprazol, pantoprazol, omeprazol, lansoprazol, dexlansoprazol o la amoxicilina. Las infecciones por H. Pylori se tratan con dos variedades de antibióticos a la vez,para evitar que las bacterias se vuelvan resistentes.

La dosis dependerá del peso del niño. Asimismo, el pediatra deberá valorar qué y tratamiento seguir, en función de si el niño presenta o no síntomas. También es importante, una vez terminado el tratamiento, rastrear si se ha erradicado la bacteria.

Si crees que tu hijo puede tener Helicobacter Pylori, debes acudir al pediatra para que le indique la prueba del aliento. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte, sin esperas y con la mejor atención.

¿Es frecuente que los bebés tengan la cabeza plana?

Muchos bebés, al nacer, lo hacen con una zona de la cabeza plana. Puede ser la parte posterior, en la que a veces aparece una calva, o los laterales, haciendo que sea asimétrica. La plagiocefalia es el aplanamiento de los huesos de la cabeza, montándose unos encima de otros y mostrando una deformidad.

A veces la cabeza plana es muy llamativa nada más nacer, y al cabo de unos días se va redondeando sola. Otras veces se aprecia con el paso de los meses, al apoyarse el bebé siempre sobre el mismo lado. Según señalan los pediatras, esta imperfección en la mayoría de los casos se resuelve sin hacer nada, según va creciendo la cabeza del niño.

¿Por qué se produce la plagiocefalia?

Esta anomalía craneofacial puede aparecer por diversos motivos. Los más frecuentes son:

  • Tensiones intrauterinas. Sucede si durante el embarazo el bebé ha estado colocado de una forma concreta en la pelvis de la madre y los huesos del cráneo se han desarrollado así.
  • Partos instrumentalizados. Aparece cuando el bebé, al pasar por el canal del parto, presenta dificultades y el obstetra tiene que utilizar fórceps o ventosas. Esas presiones sobre el cráneo hacen que pueda quedar ligeramente aplanado.
  • Nacimiento de bebés prematuros.
  • Bebés que pasan largos periodos colocados en la misma posición.

Cómo prevenir la cabeza plana

La prevención de la plagiocefalia o cabeza plana debe ir unida también a las recomendaciones que los especialistas ofrecen sobre muerte súbita. Así como en los años 80 se establecía que los bebés debían dormir boca abajo, en los 90 se vio que era mejor que durmiesen boca arriba, con la cabeza ladeada. Pero esto aumentó el riesgo de padecer esta anomalía craneofacial.

La Asociación Española de Pediatría publica un artículo, escrito porFernando Carceller Benito, Julia Leal de la Rosa,  Plagliocefalia posicional: nuevas recomendaciones para el diagnóstico precoz y registro en la cartilla sanitaria del niño, en el que se aportan unas recomendaciones para evitar esta anomalía, entre las que destaca evitar las posiciones mantenidas en el tiempo. Otras a tener en cuenta son:

  • Colocar boca abajo al niño durante una hora al día, siempre cuando esté despierto. Aprovechar esos momentos para estimularlo y jugar con él.
  • Debe dormir boca arriba, cambiando de lado el apoyo de la cabeza, de manera alternativa.
  • Cambiar la posición de la cuna con respecto a la habitación, puesto que el niño se gira hacia donde oye el ruido.
  • Tener precaución con las sillas con cabezal muy ajustado, evitando así las presiones mantenidas.
  • Portear al niño en brazos para reducir el tiempo de apoyo occipital, llevándolo de forma ergonómica. Además de prevenir, también ayuda a los padres a detectar de forma precoz una posible anomalía.

Tratamiento de la plagiocefalia

La mayoría de las veces la cabeza plana se corrige sola, sin necesidad de hacer nada. No obstante, en los casos de parto instrumentalizado es beneficioso realizar un tratamiento precoz de fisioterapia u osteopatía.

También se recomienda rehabilitación cuando el bebé tiene tortícolis, a consecuencia de la posición mantenida. En estos casos el especialista realiza con el bebé ejercicios de cuello y movilidad que ayudan a mejorar el problema.

Cuando el problema de plagiocefalia sea más grave el médico recomendará el uso de órtesis craneales, como un casco corrector o una banda, que se ajusten a la cabeza y solucione el problema. Para casos más leves se puede usar un cojín para la cabeza plana.

Otras anomalías que hacen la cabeza plana

Además de la plagiocefalia también hay otros motivos por los que un bebé puede tener la cabeza plana. Los más frecuentes son:

  • Craneosinostosis. Ocurre cuando se cierran uno o varios espacios que hay entre los huesos y por donde va creciendo la cabeza, de forma prematura antes de que el cerebro esté formado totalmente. El tratamiento muchas veces requiere cirugía.
  • Dolicocefalia. Es un tipo de craneosinostosis que aparece en bebés prematuros, en los que la cabeza se ve alargada y estrecha. Se corrige pasados 3 o 4 meses.  

Si notas que tu bebé tiene la cabeza plana debes acudir al pediatra a que valore si es normal y te dé unas pautas para corregirlo. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte, sin esperas y a precios muy competitivos.

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