¿Es malo crujirse los dedos?

Los crujidos en los dedos son algo común tanto para los niños como para los adultos. El hábito periódico de crujirse los dedos puede ser motivo de preocupación para algunas personas. Está justificado por la idea comúnmente aceptada de que puede causar artrosis, y algunas veces se asocia con otros problemas articulares. Pero este pensamiento se ha desmontado recientemente y se ha confirmado que el crujido de los dedos no tiene nada que ver con el desarrollo de artrosis. En cambio, es una forma normal de aliviar la tensión en las articulaciones.

Así, los crujidos no suponen un riesgo ni un peligro para la salud, siempre y cuando estén libres de dolor.

¿Por qué se produce ese sonido al crujirse los dedos?

Las articulaciones son un punto de conexión entre dos o más huesos para permitir el movimiento entre ellos. El tejido que se encuentra alrededor de las articulaciones consiste en un ligamento, una cápsula articular y un cartílago. Los movimientos, algunos pequeños y otros grandes, hacen que la cápsula articular tenga burbujas de aire en el interior de la articulación a través de un proceso de desgasificación. Estas burbujas de pequeño tamaño no son audibles por el oído humano, sin embargo, cuando entran en contacto con el líquido sinovial alrededor de la articulación, el resultado es un crujido audible.

Así, cuando los dedos se doblan, las articulaciones se aprietan y disminuye el espacio que hay alrededor. Esto hace que el gas presente se condense, causando un ruido seco característico de los crujidos de los dedos o cualquier otra articulación. Cuando los dedos se estiran, el espacio entre las articulaciones aumenta y el gas se libera, provocando además un ruido típico.

No hay evidencia de que crujirse los dedos cause daño en las articulaciones, ya que se trata de una actividad completamente normal, por lo tanto, no existe ningún riesgo. Si bien puede causar incomodidad en algunas personas, no tiene repercusión en el organismo a nivel fisiológico.

Beneficios de crujirse los dedos

De acuerdo con un artículo publicado en la revista Clínica Orthopedicum, existen algunos beneficios relacionados con crujirse los dedos. Según los investigadores serían:

  • Es útil para aliviar el estrés y promover la relajación.
  • Ayuda a liberar la tensión en las articulaciones y reducir la inflamación.
  • Mejora el flujo sanguíneo en la articulación que se cruje. Esto puede resultar beneficioso para las personas que sufren de fatiga, problemas de movilidad o cualquier otra afección relacionada con el sistema musculoesquelético. El flujo sanguíneo mejorado también beneficia a aquellos que experimentan dolores en los dedos, espalda, hombros y rodillas.

Efectos negativos

Aunque hay múltiples beneficios relacionados con crujirse de los dedos, también existen efectos negativos. El crujido de los dedos puede provocar dolor de articulaciones, hematomas o abrasiones si se exagera el movimiento. Así, se aumenta la presión intracapsular en las articulaciones, lo que puede provocar dolor y, a largo plazo, lesiones.

Si se acompaña de dolor o rigidez, es recomendable visitar al médico para descartar cualquier trastorno subyacente. Lo mismo si el dolor no disminuye y el crujido se produce sistemáticamente.

Qué articulaciones crujen más

Algunas articulaciones tienen una alta capacidad de crujir como la muñeca, los hombros y los tobillos. Presentan características físicas únicas desarrolladas con el propósito de absorber los golpes al caminar, correr y saltar.

  • Muñeca. La articulación de la muñeca es un ejemplo común de una articulación comúnmente crujiente que está localizada en el área entre los dos huesos situados en el medio de la parte superior del brazo. Está conectada a los huesos de la mano y también le permite aligerar la fuerza de un movimiento.
  • Hombro. Es otro ejemplo de articulaciones frecuentemente crujientes. Permite al brazo un amplio rango de movimiento.
  • Tobillo. Ubicada entre los dos huesos en la parte inferior de la pierna, es igualmente conocida por sus características cartilaginosas que permiten un rápido desplazamiento a través de la articulación con un ligero movimiento.
  • Otras. Además de estas tres articulaciones, hay algunas otras como los codos, la columna vertebral, la rodilla y los dedos del pie que también son propensas a emitir un crujido diferente, sin embargo, estas crujidos son menos comunes.

Cuándo acudir al médico

El crujido excesivo en las articulaciones no es normal, ya que podría indicar un daño temporal. Esto puede deberse a lesiones relacionadas con la edad, esguinces, enfermedades autoinmunes, un uso excesivo o el estrés. Si el crujido excesivo es un problema permanente, es recomendable seguir el consejo de un médico para obtener un tratamiento adecuado.

La terapia física con ejercicios es una buena forma de reducir el crujido en las articulaciones, así como los medicamentos para aliviar el dolor. Si los medicamentos no son suficientes para ayudar, la cirugía también puede ser una opción. Implica la reparación de la lesión mediante el uso de injertos óseos, la profundización de una articulación o incluso la fijación de órganos específicos.

Cómo evitar el crujido de los dedos

El crujido de los dedos es un hábito común entre muchas personas, pero también puede ser un comportamiento ruidoso y desagradable, además de ser potencialmente doloroso o peligroso. Quienes abusan corren el riesgo de sufrir fracturas, esguinces o incluso desgaste en las articulaciones. Por suerte, existen formas de reducir o evitar este problema.

  • Adoptar un estilo de vida saludable. Esto significa descansar y realizar una actividad física adecuada. El ejercicio ayuda a fortalecer el tejido alrededor de las articulaciones, mejora la postura y reduce el estrés, lo que a su vez evita lesiones traumáticas que contribuyen al crujido de los dedos.
  • Mejorar la flexibilidad, especialmente si eres una persona sedentaria o con poco movimiento articular. Los estiramientos ayudarán a mantener las articulaciones flexibles y saludables.
  • Realizar ejercicios específicos diseñados para reducir la tensión en las articulaciones de los dedos. Son sencillos y reparadores y pueden ayudar a mantener tus dedos sin crujido
  • Evitar los ejercicios o movimientos bruscos o sin sentido que pueden provocar lesiones. También se debe evitar apretar los dedos, ya que esto puede estrechar demasiado una articulación, lo que hará que esta se bloquee y provoque el crujido. También protegerse de los golpes fuertes en las articulaciones o su exposición al frío.
  • Usar remedios caseros como los masajes y las compresas calientes, para promover el movimiento articular e incrementar la flexibilidad de las articulaciones. También ayuda el aceite de oliva. Aplicado regularmente, tiene propiedades antiinflamatorias que contribuyen a reducir el crujido.
  • Visitar al fisioterapeuta. Puede recomendar ejercicios específicos mejorados para reducir el crujido.

Crujirse los dedos es un hábito muy extendido, ya sea de forma consciente o inconsciente. Los médicos y fisioterapeutas no consideran este acto como una preocupación de salud importante, excepto cuando se vuelve severo o excesivo. Así que muchas veces la mayor preocupación no es tanto el hecho de crujirse los dedos, sino el grado de compulsión en el que se puede llegar a realizar este hábito. Si eres de los que crujes los dedos constantemente y quieres dejar de hacerlo un fisioterapeuta te puede ayudar a eliminar esta manía. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte. Puedes comprar una consulta con un fisio desde 10 euros y elegir entre más de 4000 clínicas y hospitales de toda España.

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