Cómo cuidar el hígado: hábitos que protegen tu salud hepática

  • Con pequeños gestos el hígado se mantiene limpio, funcional y protegido ante agresiones externas.
  • La inactividad se relaciona con mayor incidencia de enfermedad hepática metabólica.
mujer bebiendo agua para el hígado

El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano. Participa en la digestión, regula el metabolismo, depura sustancias tóxicas y almacena nutrientes esenciales. A pesar de su relevancia, muchas veces se le presta atención solo cuando aparecen señales de daño. Sin embargo, adoptar ciertos hábitos diarios puede marcar una gran diferencia para mantenerlo en óptimo estado.

No se trata de hacer dietas drásticas o recurrir a modas desintoxicantes, sino de integrar cambios simples pero poderosos en la rutina. Con pequeños gestos sostenidos en el tiempo, el hígado se mantiene limpio, funcional y protegido ante agresiones externas.

Alimentación para un hígado saludable

La dieta influye directamente en la salud hepática. Una alimentación equilibrada es clave para evitar la acumulación de grasa en el hígado y prevenir enfermedades como la esteatosis hepática no alcohólica.

Alimentos que benefician al hígado:

  • Verduras crucíferas: brócoli, coles de Bruselas y coliflor estimulan enzimas hepáticas implicadas en la desintoxicación.
  • Ajo y cebolla: ricos en compuestos azufrados que promueven la producción de glutatión, antioxidante crucial en la limpieza hepática.
  • Frutas con alto contenido de agua y fibra: como manzana, pera y sandía, ayudan a eliminar toxinas a través de la orina.
  • Té verde: contiene catequinas que favorecen la función hepática y el metabolismo de grasas.
  • Cúrcuma: su ingrediente activo, la curcumina, tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que protegen el hígado.

Qué evitar:

  • Azúcares añadidos y bebidas azucaradas: aumentan el riesgo de hígado graso.
  • Exceso de grasas saturadas y trans: presentes en bollería industrial, frituras y comida rápida.
  • Alcohol: su consumo regular, incluso en pequeñas cantidades, puede dañar progresivamente las células hepáticas.

Hidratación: el gran aliado invisible

Tomar suficiente agua permite que el hígado procese y elimine mejor las toxinas. Una hidratación adecuada facilita el transporte de nutrientes, mejora la digestión y reduce la carga sobre el sistema hepático.

  • Lo ideal es beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, en función de la edad, actividad física y temperatura ambiental.
  • Se puede complementar con infusiones digestivas como manzanilla, boldo o diente de león, siempre que no existan contraindicaciones médicas.

Ejercicio físico moderado y regular

Mantenerse activo no solo ayuda al control del peso, sino que también mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la inflamación sistémica, factores clave para evitar la acumulación de grasa en el hígado.

  • Se recomiendan al menos 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico como caminar, nadar o montar en bicicleta.
  • El entrenamiento de fuerza también es beneficioso para regular el metabolismo de la glucosa.

La inactividad, por el contrario, se relaciona con mayor incidencia de enfermedad hepática metabólica.

Control del estrés y descanso adecuado

El estrés crónico favorece procesos inflamatorios que pueden alterar el funcionamiento del hígado. Además, influye en los hábitos alimentarios, fomentando el consumo de comida ultraprocesada o alcohol.

Medidas útiles:

  • Practicar técnicas de respiración o meditación.
  • Dormir entre 7 y 8 horas por noche, permitiendo que el cuerpo, incluido el hígado, lleve a cabo sus funciones regenerativas.

Un mal descanso prolongado deteriora las funciones inmunológicas y metabólicas, afectando también la salud hepática.

Suplementos y plantas medicinales: ¿cuándo están indicados?

Algunas plantas pueden apoyar la salud del hígado si se utilizan de manera controlada y bajo orientación médica. Entre las más utilizadas están:

  • Cardo mariano (silybum marianum): su principio activo, la silimarina, actúa como antioxidante hepático.
  • Alcachofa: estimula la secreción biliar y favorece la digestión de grasas.
  • Diente de león: ayuda a eliminar líquidos y toxinas, siendo útil como complemento ocasional.

Es importante tener en cuenta que, aunque sean naturales, estos productos no están exentos de efectos adversos o interacciones con medicamentos.

Evitar el abuso de medicamentos

Muchos fármacos son procesados en el hígado. Su uso prolongado o en dosis elevadas puede causar toxicidad hepática. Esto es especialmente relevante con:

  • Antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, diclofenaco).
  • Paracetamol, si se excede la dosis recomendada.
  • Antibióticos o antifúngicos de uso prolongado.

Siempre se debe respetar la dosis y duración indicadas por el profesional de salud.

Atención a las señales del hígado

Aunque suele ser un órgano silencioso, el hígado puede manifestar ciertas señales cuando algo no va bien:

  • Fatiga constante sin causa aparente.
  • Dolor o molestia en el cuadrante superior derecho del abdomen.
  • Ictericia (coloración amarilla en piel u ojos).
  • Orina oscura o heces claras.
  • Hinchazón abdominal o en piernas (retención de líquidos).

Si alguno de estos síntomas aparece, es importante acudir a un especialista para hacer una valoración completa.

Exámenes médicos: seguimiento y prevención

Realizar analíticas periódicas permite detectar alteraciones hepáticas antes de que se conviertan en un problema mayor. Entre los parámetros más comunes que se revisan están:

Más allá de modas o dietas milagro, cuidar el hígado es una responsabilidad diaria. No hace falta hacer cambios radicales, sino construir una rutina saludable que favorezca su funcionamiento. Comer mejor, moverse más, dormir bien y evitar tóxicos es una fórmula sencilla con grandes beneficios.

Invertir en la salud del hígado es invertir en calidad de vida. Y si ya existe alguna condición hepática, es fundamental contar con el acompañamiento adecuado. SaludOnNet ofrece acceso a hepatólogos y médicos de digestivo para resolver dudas, interpretar pruebas o iniciar tratamientos con la confianza de estar bien atendido.

Servicios médicos relacionados

Artículos relacionados

¿Te has quedado con dudas?

Pregunta a los mejores especialistas médicos

Y tú, ¿qué opinas?

Te informamos de que solo utilizaremos tus datos para enviarte las actualizaciones que se produzcan en los comentarios de post.

Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación u oposición al tratamiento de datos y portabilidad en materia de protección de datos en la dirección de correo electrónico dpo@saludonnet.com tal y como se detalla en la “Información Adicional”, que podrá ser consultada en https://www.saludonnet.com/politica-privacidad

¿Necesitas ayuda?

Newsletter
¿Cómo quieres contactar con este especialista?

Esto se cerrará en 0 segundos