Tendinitis del supraespinoso: síntomas, causas y tratamiento
- Dolor en el hombro que limita los movimientos diarios.
- Una de las lesiones más comunes del manguito rotador.

La tendinitis del supraespinoso es una causa frecuente de dolor en el hombro, especialmente en personas que realizan movimientos repetitivos por encima de la cabeza o trabajos que requieren fuerza con los brazos. Aunque suele asociarse al deporte, también afecta a personas sedentarias y a quienes mantienen posturas forzadas durante largos periodos. Comprender esta patología, cómo identificar sus síntomas y cómo curar la tendinitis del supraespinoso permite actuar a tiempo y evitar que el problema se vuelva crónico.
El músculo supraespinoso forma parte del manguito rotador y su tendón se sitúa en un espacio muy estrecho debajo del acromion. Esta localización tan ajustada favorece que el tendón supraespinoso se inflame por fricción, sobrecarga o envejecimiento natural del tejido. Cuando esto ocurre, aparece la tendinitis, una lesión que puede llegar a impedir movimientos tan sencillos como elevar el brazo, abrocharse el cinturón o dormir sobre el lado afectado.
Qué es la tendinitis del supraespinoso
La tendinitis del supraespinoso es una inflamación del tendón que une este músculo con la parte superior del húmero. Se clasifica dentro de las tendinopatías del manguito rotador y representa una de las causas más comunes de tendinitis de hombro con síntomas como dolor punzante, debilidad y limitación del movimiento.
El supraespinoso es esencial para iniciar la elevación del brazo y estabilizar la articulación del hombro. Cuando el tendón está irritado o engrosado, se genera un roce en el espacio subacromial que empeora con el uso repetitivo del brazo. Por eso, muchas personas describen el dolor como una roncha interna, un pinchazo agudo o una sensación de quemazón al levantar objetos.
En fases iniciales, los síntomas son intermitentes y mejoran con reposo. Pero cuando la inflamación se mantiene en el tiempo, el tendón puede debilitarse hasta generar microdesgarros y pérdida de fuerza significativa.
Por qué aparece la tendinitis del supraespinoso
Aunque existen diferentes causas para esta patología, las más frecuentes son:
- Sobrecarga mecánica: movimientos repetitivos, trabajos manuales intensos o deportes como natación, pádel o baloncesto aumentan la fricción del tendón contra estructuras óseas. Este roce mantenido desencadena inflamación progresiva.
- Posturas mantenidas: tareas que requieren elevar el brazo de forma prolongada -como pintar techos, colocar estanterías o manipular pesos por encima del hombro- aumentan el riesgo.
- Degeneración por edad: con los años, los tendones pierden elasticidad y se vuelven más frágiles. En personas mayores de 50 años, la tendinitis del supraespinoso puede aparecer incluso sin un esfuerzo concreto.
- Impacto subacromial: algunas anatomías favorecen que el tendón quede “atrapado” al mover el brazo. Cuando el espacio es muy estrecho, la fricción es constante.
- Debilidad muscular: un manguito rotador debilitado obliga al supraespinoso a trabajar más de lo debido, creando una sobrecarga continua.
- Traumatismos: una caída sobre el hombro o un movimiento brusco puede desencadenar inflamación inmediata del tendón.
En todos los casos, actuar pronto es clave para evitar que la lesión se convierta en una tendinopatía crónica.
Síntomas típicos de la tendinitis del supraespinoso
Las manifestaciones dependen del grado de inflamación, pero suelen incluir:
- Dolor al elevar el brazo. Es el síntoma principal. La molestia se localiza en la cara externa del hombro y puede irradiarse hacia la parte superior del brazo, algo que muchos describen como tendinitis en el brazo derecho o izquierdo según el lado afectado.
- Dolor nocturno. Dormir sobre el hombro lesionado aumenta la presión sobre el tendón, por lo que el descanso suele verse alterado.
- Debilidad muscular. Cuesta sostener objetos o realizar movimientos por encima de la cabeza.
- Chasquidos o sensación de roce. Aparecen cuando el tendón está engrosado y roza contra el acromion.
- Dificultad para actividades cotidianas. Peinarse, ponerse una chaqueta o alcanzar un armario alto se vuelve complicado.
Cuando estos signos se prolongan durante semanas, es necesario acudir a un especialista para evitar complicaciones mayores, como roturas parciales del manguito rotador.
¿Con tendinitis del supraespinoso se puede trabajar?
La respuesta correcta sería que “depende del tipo de actividad laboral”. Si el trabajo implica cargar peso, levantar brazos de manera repetitiva o realizar movimientos por encima del hombro, continuar sin tratamiento puede agravar la lesión. En actividades más sedentarias, es posible trabajar siempre que no se realicen gestos que empeoren el dolor.
Los especialistas recomiendan:
- Evitar tareas que provoquen dolor durante la fase aguda.
- Adaptar las cargas o tiempos de trabajo.
- Realizar ejercicios terapéuticos supervisados.
En ocasiones, se aconseja una baja temporal para permitir que el tendón se recupere adecuadamente.
Cómo curar la tendinitis del supraespinoso
El tratamiento combina reposo relativo, fisioterapia y fortalecimiento específico. Aunque la recuperación no es inmediata, un abordaje adecuado suele resolver la lesión en pocas semanas.
1. Reposo funcional (pero no absoluto). No se trata de inmovilizar el brazo, sino de evitar los movimientos que generan dolor. La actividad ligera mantiene la articulación en marcha sin sobrecargar el tendón.
2. Aplicación de frío en la fase aguda. El hielo reduce la inflamación cuando el dolor es intenso. Se aplica durante 15-20 minutos, varias veces al día.
3. Antiinflamatorios pautados por un médico. Pueden ayudar en los primeros días, pero no deben utilizarse sin supervisión profesional.
4. Fisioterapia especializada. Es uno de los pilares del tratamiento. Incluye:
- Movilización suave para mejorar el espacio subacromial.
- Técnicas manuales que reducen tensión muscular y mejoran la función del manguito rotador.
- Ejercicios de fortalecimiento progresivo del supraespinoso, del infraespinoso y de la musculatura escapular.
- Ondas de choque o EPI, según criterio del fisioterapeuta, en casos más rebeldes.
La fisioterapia no solo disminuye el dolor, sino que previene recaídas fortaleciendo la estructura que rodea el tendón.
5. Infiltraciones (solo en casos seleccionados). La infiltración de corticoides puede reducir la inflamación cuando el dolor es muy intenso y limita la rehabilitación. Sin embargo, no es la primera opción y debe valorarla un traumatólogo.
6. Ejercicio terapéutico en casa. El trabajo constante es clave para la recuperación. Algunos ejercicios recomendados incluyen:
- Elevaciones laterales con cargas ligeras.
- Rotaciones externas con banda elástica.
- Estiramientos del pectoral y del deltoides.
La progresión debe ser suave y guiada por un especialista.
7. Cirugía (solo en lesiones graves). Cuando existe una rotura importante del tendón o el dolor es persistente pese a meses de tratamiento, puede requerirse una artroscopia para liberar el espacio subacromial o reparar el tendón. Afortunadamente, la mayoría de los pacientes mejoran con medidas conservadoras.
¿Cuánto tarda en curarse la tendinitis del supraespinoso?
En casos leves, la recuperación suele oscilar entre 3 y 6 semanas. En lesiones moderadas, el proceso puede extenderse a 2–3 meses.
La constancia en los ejercicios y la reducción de gestos dolorosos aceleran notablemente la mejora. Cuando la tendinitis se vuelve crónica, el tratamiento es más largo y requiere un seguimiento estrecho por fisioterapia y traumatología.
Consejos para prevenir recaídas
Una vez desaparecen los síntomas, es importante mantener ciertos hábitos para evitar que la lesión reaparezca:
- Fortalecer hombro y escápula de forma regular.
- Evitar cargas excesivas o movimientos repetitivos sin calentamiento previo.
- Realizar pausas activas en trabajos que requieren elevar los brazos.
- Mantener una postura correcta para reducir la tensión en la articulación.
- Escuchar el cuerpo: si aparece dolor persistente, reducir la actividad antes de que evolucione a una nueva inflamación.
Cuidar el entorno muscular del hombro es clave para que el tendón supraespinoso trabaje con la mínima fricción posible.
Vivir con tendinitis del supraespinoso: cuándo pedir ayuda médica
Aunque muchos casos mejoran con tratamiento conservador, hay señales que requieren valoración profesional:
- Dolor que no mejora tras varias semanas.
- Incapacidad para elevar el brazo.
- Pérdida evidente de fuerza.
- Dolor nocturno intenso que interrumpe el sueño.
- Sospecha de rotura del manguito rotador.
Un diagnóstico temprano mediante exploración clínica y, si es necesario, ecografía o resonancia magnética evita complicaciones y acelera la recuperación.
Cuidar la salud del hombro es fundamental para mantener autonomía y calidad de vida. La tendinitis del supraespinoso, aunque común, puede resolverse con un tratamiento adecuado y una estrategia progresiva de fortalecimiento. Si se presenta dolor persistente o limitación funcional, resulta aconsejable consultar con un especialista para recibir una valoración precisa y un plan de tratamiento adaptado.
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