¿Qué son las fisuras anales?

  • Afecta sobre todo a adultos jóvenes y predomina en el sexo femenino, apareciendo muchas veces después del parto.
  • No es lo mismo fisura anal que fístula anal o hemorroides
mujer con pose de dolor

La fisura anal es una herida o desgarro que se produce en el canal anal, es decir en el último tramo del tubo digestivo. Se caracteriza por un intenso dolor, tanto en el momento de la deposición como después. Este dolor es severo y no suele remitir con los calmantes convencionales.

Causas de las fisuras anales y diagnóstico

El desgarro del anodermo o piel del ano suele estar causado por un traumatismo producido por el paso diario de las heces duras o una diarrea prolongada. Afecta sobre todo a adultos jóvenes y predomina en el sexo femenino, apareciendo muchas veces después del parto.

El diagnóstico se realiza mediante inspección del ano y tacto rectal.

Fisuras anales, fístulas anales y hemorroides

Muchas personas no encuentran diferencias entre fisuras anales y fístulas anales o entre ambas y las hemorroides. Pero son patologías diferentes que en proctología tienen sus características específicas.

Las fistulas anales son conductos de paredes fibrosas infectadas, que aparecen bajo la piel que rodea el ano. El 95% de las veces surgen por infección de glándulas anales, pero también pueden salir por:

  • Antecedentes de absceso anal.
  • Enfermedad inflamatoria.
  • Lesiones quirúrgicas anales.
  • Enfermedad de Crohn

Las fístulas anales producen dolor y además un manchado ocasional, que pueden contener pus.

Las hemorroides, por su parte, son dilataciones que contienen vénulas, arteriolas y fibras de músculo liso localizadas en el conducto anal. Es decir, son venas inflamadas en el ano y la parte inferior del recto, muy parecidas a las venas varicosas. Ante la duda de si lo que tenemos son hemorroides o fisuras anales, la respuesta se puede encontrar en una visita al especialista. El médico que trata las fisuras anales es el proctólogo.

No obstante, si existe sangrado su color puede dar una pista, ya que en las hemorroides es rojo y en las fisuras anales rojo oscuro, color vino.

Principales signos y síntomas

El principal síntoma de las fisuras anales es el dolor, que aumenta tras la evacuación, sobre todo si las deposiciones son secas y duras. Existen otros como:

  • Dolor desgarrador con la defecación.
  • Sangrado al limpiarse.
  • Dolor al realizar el tacto rectal.
  • Sensación de espasmos, que se pueden presentar antes de la evacuación. Pueden ser intensos y dolorosos y pueden durar horas.
  • Apéndice cutáneo.
  • En fisuras anales crónicas se forman úlceras y levantan bordes. Esto puede estar relacionado con patologías como la enfermedad de Crohn, VIH, sífilis, tuberculosis o leucemia.

Fisuras anales: tratamiento

Las fisuras anales deben tratarse primero de manera conservadora, siempre antes de recurrir a la cirugía. Así, los pasos a tener en cuenta sobre cómo curar fisuras anales serían los siguientes:

  • Reducir al mínimo el traumatismo anal con el uso de agentes que disminuyan el volumen y ablanden las heces. También se recomiendan baño de asiento con agua tibia.
  • Aumentar la ingesta de fibra dietética.
  • Pomadas con relajante muscular y analgesia, para proporcionar alivio sintomático.
  • Se pueden usar ungüentos que mejoren el flujo sanguíneo de la zona.
  • Inyecciones de toxina botulínica en el esfínter anal interno. Produce relajación del esfínter y evita la cirugía.
  • Esfinterotomía lateral interna. Esta intervención quirúrgica disminuye el espasmo, seccionando una parte del esfínter, para reducir su tono. Se trata de una cirugía delicada, pero no especialmente difícil, que se realiza mediante anestesia local y sedación y es ambulatoria. El uso del láser de CO2 hace que la recuperación sea más rápida.

Mitos sobre la operación de la fisura anal

La intervención quirúrgica es el tratamiento definitivo de las fisuras anales. Pero tiene mala fama, por varias afirmaciones que se han extendido a lo largo del tiempo y que no son ciertas. Son las siguientes:

  • Es una cirugía muy dolorosa. No es cierto, siempre que la persona que realice la intervención sea un profesional cualificado. La cirugía consiste en realizar una diminuta incisión sobre el esfínter anal interno.
  • Los pacientes que se operan de fisura quedan incontinentes. Esta afirmación también es falsa. Cuando un paciente tiene una fisura anal es porque tiene un exceso de tono muscular, demasiada fuerza en el esfínter. La cirugía no se le va a dejar con menos fuerza, sino con la que corresponde.

Postoperatorio, recuperación y recidiva

La esfinterectomía lateral interna tiene un postoperatorio muy sencillo para el paciente y no es doloroso. Lo único que requiere es higiene, con lavados de la herida con agua y jabón, y la toma de antibióticos.

Los tiempos de baja no superan la semana, aunque a los 2 o 3 días puede incorporarse a la vida normal.

La intervención es definitiva, por lo que si se realiza bien es muy difícil que vuelva a aparecer.

Posibles complicaciones de la fisura anal

La principal complicación de no operar una fisura anal crónica es la infección. Tener una herida en el ano, lugar por el que salen las deposiciones diarias, es un riesgo. Es probable que pueda contaminarse con algunas bacterias que está en las heces, como la E. Coli o la salmonella, o en la piel como el estreptococo.

Cuando aparece una infección debe tratarse con urgencia, para evitar que se forme un absceso perianal (con pus y mucosa).

Muchos pacientes que presentan abscesos o fístulas anales tienen un historial previo de fisuras anales.

Prevención de la fisura anal

Para evitar que aparezcan fisuras anales es importante llevar una dieta equilibrada que evite el estreñimiento y la diarrea, así como unas prácticas saludables. Así, se recomienda tomar:

  • Alimentos ricos en fibra que ayuden al tránsito intestinal. Los alimentos prohibidos para las fisuras anales son los irritantes (picantes, exceso de grasas, alcohol, café…).
  • Ingerir mucho líquido (mínimo dos litros al día)
  • Realizar ejercicio de manera habitual, para movilizar el intestino y favorecer la evacuación.

Si crees que tienes una fisura anal debes acudir al especialista para que te indique cómo actuar. Un médico general también puede orientarte, si no sabes dónde acudir. En SaludOnNet contamos con profesionales dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios muy competitivos.

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