Presión en el pecho: cuándo es ansiedad y cuándo cardíaco

  • Cuando la ansiedad aprieta el pecho, pero no es el corazón.
  • Señales que alertan de un posible problema cardíaco.
pacientes dolor pecho

Sentir presión en el pecho puede generar un miedo inmediato: ¿será algo del corazón? Este síntoma es una de las causas más frecuentes de consulta médica y de urgencias. Sin embargo, no siempre se trata de un problema cardíaco. En muchos casos, el origen está en la ansiedad, el estrés o una contractura muscular. Aprender a diferenciar ambos tipos de dolor es clave para actuar a tiempo y evitar preocupaciones innecesarias.

Por qué se siente una presión en el pecho

La sensación de opresión o peso en el esternón puede deberse a distintos factores. No siempre se manifiesta igual: algunas personas lo describen como una “banda que aprieta el pecho”, otras como pinchazos en el lado izquierdo o una molestia que sube hacia el cuello o el brazo.

Las causas más habituales incluyen:

  • Tensión muscular por mala postura o sobreesfuerzo.
  • Reflujo gastroesofágico, que puede provocar ardor y dolor retroesternal.
  • Problemas respiratorios, como bronquitis o crisis asmáticas.
  • Trastornos de ansiedad, donde el cuerpo reacciona al estrés con síntomas físicos reales.
  • Alteraciones cardíacas, que requieren valoración médica inmediata.

La dificultad es que la ansiedad y las dolencias cardíacas pueden provocar sensaciones muy parecidas.

Dolor en el pecho por ansiedad: cómo se manifiesta

La ansiedad puede causar síntomas físicos tan intensos que muchas personas creen estar sufriendo un infarto. Se estima que uno de cada tres pacientes que acude a urgencias por dolor torácico tiene un origen emocional y no cardíaco.

El dolor en el pecho por ansiedad se produce por una combinación de hiperventilación, tensión muscular y liberación de adrenalina. Suele presentarse de forma intermitente y puede acompañarse de:

  • Sensación de falta de aire o nudo en la garganta.
  • Palpitaciones o latidos fuertes.
  • Sudor frío y mareo.
  • Pinchazos en el pecho izquierdo o en la zona del esternón.
  • Hormigueo en brazos o cara.
  • Sensación de muerte inminente o pánico repentino.

Una característica importante es que la presión torácica por ansiedad no suele aparecer durante el esfuerzo físico, sino en momentos de preocupación, reposo o al despertar con angustia.

Dolor esternón y ansiedad

El dolor en el esternón por ansiedad es frecuente. Se origina por una contracción mantenida de los músculos del tórax y el cuello, generando una molestia que puede confundirse con un dolor cardíaco. No se intensifica al hacer ejercicio, pero sí al respirar profundo o al tocar la zona.

Costocondritis por ansiedad

Otro motivo común es la costocondritis, una inflamación del cartílago que une las costillas al esternón. Aunque no tiene relación directa con el corazón, puede aumentar durante periodos de estrés. Se reconoce porque el dolor se agrava al presionar la zona o con determinados movimientos.

Cuándo la presión en el pecho puede ser cardíaca

La presión torácica de origen cardíaco es un síntoma de alarma. Suele estar relacionada con una disminución del flujo sanguíneo al músculo cardíaco (isquemia), como ocurre en la angina de pecho o el infarto agudo de miocardio.

A diferencia del dolor por ansiedad, este empeora con el esfuerzo físico y mejora con el reposo. Es típico que se sienta como una opresión intensa o un peso en el centro del pecho, a veces irradiado hacia el cuello, mandíbula, hombro o brazo izquierdo.

Otros signos de posible origen cardíaco incluyen:

  • Dolor opresivo que dura más de 5 minutos.
  • Dificultad respiratoria o sensación de ahogo.
  • Sudor abundante y palidez.
  • Náuseas o vómitos.
  • Cansancio extremo o sensación de debilidad súbita.

En estos casos, lo más prudente es acudir a urgencias de inmediato o llamar a los servicios de emergencia. Cuanto antes se evalúe, mayor será la probabilidad de un tratamiento eficaz.

Diferencias entre dolor cardíaco y ansiedad

En el siguiente cuadro se observan las diferencias entre los dos tipos de dolor.

CaracterísticaDolor por ansiedadDolor cardíaco
InicioBrusco, en reposo o con estrés emocionalDurante esfuerzo físico o tras una comida copiosa
DuraciónSegundos o minutos, intermitenteMás de 5 minutos, persistente
LocalizaciónZona del pecho, variable, a veces punzanteCentro del pecho, sensación de peso u opresión
IrradiaciónRara vez se irradiaCuello, mandíbula, brazo izquierdo, espalda
Síntomas asociadosNerviosismo, palpitaciones, hormigueoSudor frío, falta de aire, náuseas
Mejora conRespiración profunda o distracciónReposo o medicación (nitroglicerina)

Por qué la ansiedad puede causar síntomas físicos tan reales

Cuando el cerebro interpreta una situación como peligrosa, activa la respuesta de lucha o huida. Esto libera adrenalina y cortisol, hormonas que aceleran el corazón y aumentan la tensión muscular. El resultado puede sentirse como una fuerte presión en el pecho o palpitaciones.

Si esta respuesta se repite con frecuencia, el cuerpo entra en un estado de alerta continua, generando dolores musculares, mareos o incluso espasmos en el diafragma, que aumentan la sensación de falta de aire. Por eso, la ansiedad puede producir síntomas físicos tan convincentes como una enfermedad cardíaca.

Cuándo acudir al médico

Es importante no asumir que el dolor se debe solo a la ansiedad. Incluso las personas jóvenes o sin factores de riesgo pueden sufrir un problema cardíaco. Se recomienda consultar a un médico o cardiólogo en los siguientes casos:

  • Si la presión torácica aparece durante el ejercicio o al subir escaleras.
  • Si se acompaña de mareo, falta de aire o sudoración intensa.
  • Si el dolor irradia al brazo, cuello o mandíbula.
  • Si existen antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular.
  • Si el paciente tiene hipertensión, colesterol alto, diabetes o sobrepeso.

Ante la duda, nunca se debe minimizar el síntoma. Un electrocardiograma o un análisis básico pueden descartar un problema grave y ofrecer tranquilidad.

Pruebas para descartar una causa cardíaca

El cardiólogo es quien decide qué estudios realizar según la edad, los antecedentes y la descripción del dolor. Entre las pruebas más útiles se encuentran:

1. Electrocardiograma (ECG)

Registra la actividad eléctrica del corazón. Permite detectar alteraciones del ritmo o signos de falta de riego sanguíneo. Es una prueba rápida, indolora y esencial en cualquier valoración de dolor torácico.

2. Test de esfuerzo

Evalúa cómo responde el corazón durante la actividad física controlada. Es especialmente útil cuando los síntomas aparecen al realizar ejercicio o esfuerzo.

3. Holter

Consiste en un dispositivo portátil que monitoriza el ritmo cardíaco durante 24 o 48 horas. Ayuda a detectar arritmias o episodios intermitentes que no se observan en el ECG de reposo.

En algunos casos, el médico puede complementar el estudio con un ecocardiograma o un análisis de enzimas cardíacas, según el tipo de dolor y los hallazgos clínicos.

Cómo manejar la presión en el pecho por ansiedad

Cuando el origen es emocional, el tratamiento se centra en reducir el estrés y reeducar la respiración. Algunas medidas efectivas son:

  • Respirar profundamente con el abdomen para oxigenar mejor y relajar el tórax.
  • Practicar técnicas de relajación o meditación diaria.
  • Realizar actividad física moderada, que regula la tensión muscular y la ansiedad.
  • Dormir lo suficiente y mantener horarios regulares.
  • Evitar exceso de cafeína, tabaco o alcohol.

En ocasiones, el médico puede indicar tratamiento farmacológico temporal o derivar al paciente a un psicólogo especializado en trastornos de ansiedad.

A qué se debe la presión en el pecho recurrente

Si la presión en el pecho aparece con frecuencia, conviene realizar una evaluación médica completa. Puede estar relacionada con:

  • Hipertensión arterial o enfermedad coronaria incipiente.
  • Anemia o trastornos respiratorios.
  • Problemas digestivos, como reflujo o hernia de hiato.
  • Trastornos musculoesqueléticos del tórax.
  • Ataques de pánico o ansiedad generalizada.

Solo el diagnóstico adecuado permite aplicar el tratamiento correcto y evitar la cronificación de los síntomas.

Cuándo consultar a cardiología y cómo reservar una prueba

Sentir presiones en el pecho o pinchazos en el lado izquierdo no debe ignorarse. Si bien la ansiedad es una causa muy común, el riesgo cardíaco debe descartarse primero. Consultar a un especialista en cardiología es la mejor forma de aclarar el origen del problema y prevenir complicaciones.

En SaludOnNet puedes reservar cita online con un cardiólogo, sin esperas y al mejor precio. También puedes contratar directamente pruebas como el electrocardiograma (ECG), el test de esfuerzo o el Holter para evaluar la salud de tu corazón y quedarte tranquilo sabiendo que todo está bajo control.

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