Qué es la fisioterapia y diferencia con osteopatía

Son muchas las ocasiones en las que una persona recurre a un fisioterapeuta. Algunas de las más frecuentes son cuando tiene un dolor que le impide llevar una vida normal o después de una intervención quirúrgica, con el objeto de recuperar movilidad y tono muscular. Estos profesionales son expertos en aliviar el dolor, prevenir y corregir una disfunción existente, aumentar la circulación y ayudar en la recuperación de la fuerza, movilidad y coordinación. 

Qué es la fisioterapia y para qué sirve 

La fisioterapia es una disciplina de la salud que se enfoca en el diagnóstico, tratamiento y prevención de lesiones y enfermedades que afectan el sistema musculoesquelético. Es un conjunto de métodos y técnicas que, mediante la aplicación de medios físicos, curan, previenen, y recuperan a las personas afectadas de disfunciones somáticas y orgánicas o a las que se desea mantener en un nivel adecuado de salud. 

A la pregunta qué es la fisioterapia la OMS señala que consiste en el tratamiento físico por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, luz, agua, masaje y electricidad para mejorar la calidad de vida de los pacientes

Por eso es muy frecuente que la consulta con este especialista no sólo se base en la realización de un masaje terapéutico, con fines preventivos o de reparación del daño. De hecho, a veces se recomienda realizar la fisioterapia en el agua y otras se utilizan aparatos para conseguir recuperar el movimiento natural de cada músculo, eliminando el dolor.

Un fisioterapeuta puede reestablecer la amplitud del movimiento articular, las capacidades funcionales o el progreso de una persona, en áreas tan diferentes como la neurológica, la respiratoria, cardiológica y la que afecta al sistema músculo esquelético. 

Actualmente en España la fisioterapia es una carrera universitaria que consta de cuatro años de estudio. Por eso es importante que cuando una persona decida buscar un fisioterapeuta elija aquel que esté titulado y colegiado y cuente con experiencia. Es la mejor forma para asegurarse de que el tratamiento va a ser lo más eficaz posible. 

Principales objetivos de la fisioterapia

¿Para qué sirve la fisioterapia? Uno de los principales objetivos de la fisioterapia es aliviar el dolor y promover la curación de lesiones y enfermedades musculoesqueléticas. Esto se logra mediante una variedad de técnicas manuales como masajes, movilizaciones articulares y estiramientos. Estas técnicas ayudan a reducir la inflamación, mejorar la circulación sanguínea y promover la relajación muscular, lo que contribuye a la recuperación de los tejidos dañados.

La fisioterapia también desempeña un papel importante en la prevención y el manejo de enfermedades crónicas. Los fisioterapeutas trabajan con pacientes que tienen patologías degenerativas como artrosis y artritis, enfermedades cardiovasculares y otras sistémicas como la diabetes para ayudarles a mantener o mejorar su función física y reducir el riesgo de complicaciones. Esto se logra a través de programas de ejercicio personalizados, educación sobre hábitos de vida saludables y asesoramiento para el manejo del dolor.

Otro aspecto clave de la fisioterapia es la rehabilitación de pacientes después de una cirugía o un traumatismo grave. Mediante programas de recuperación específicos para cada paciente, se incluyen ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, entrenamiento de equilibrio y coordinación, y técnicas de movilización y manipulación. Ayudan a restaurar la función normal del cuerpo, mejorar la movilidad y reducir el tiempo de recuperación.

La fisioterapia también tiene un papel importante en el cuidado de pacientes con discapacidades y trastornos neurológicos. Los fisioterapeutas trabajan con personas que tienen condiciones como parálisis cerebral, lesiones medulares y enfermedad de Parkinson, para mejorar su movilidad, fortaleza y coordinación. Utilizan técnicas y dispositivos especializados, como terapia con ejercicios de marcha asistida, estimulación eléctrica y órtesis, para ayudar a los pacientes a maximizar su independencia y mejorar su calidad de vida.

Además de los beneficios físicos, la fisioterapia también puede tener un impacto positivo en la salud mental y emocional de los pacientes. El dolor crónico y la limitación de la función física pueden tener un efecto significativo en el bienestar psicológico de las personas. Los fisioterapeutas trabajan en colaboración con los pacientes para establecer metas realistas y desarrollar estrategias para superar los desafíos físicos y emocionales que enfrentan. Esto puede incluir técnicas de relajación, educación sobre la gestión del estrés y apoyo emocional.

Tipos de fisioterapia

Como ya explicamos en el artículo Tipos de fisioterapia según la lesión, existen diferentes tipos, cada uno con sus propias técnicas y enfoques para abordar diferentes condiciones. La selección del tipo de fisioterapia adecuada depende de la condición médica específica de cada paciente y de sus objetivos personales de rehabilitación.

Los principales tipos que hace un fisioterapeuta son: 

  • Fisioterapia musculoesquelética. Se centra en el tratamiento de lesiones y afecciones que afectan los músculos, los huesos, las articulaciones y los tejidos blandos. 
  • Fisioterapia neurológica. Se enfoca en el tratamiento de pacientes con enfermedades o lesiones del sistema nervioso central y periférico. Se trabaja con personas que sufren de accidentes cerebrovasculares, lesiones medulares, esclerosis múltiple, parálisis cerebral, enfermedad de Parkinson y otros trastornos neurológicos. 
  • Fisioterapia respiratoria. Se ocupa de tratar a pacientes con problemas respiratorios, como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la fibrosis quística. 
  • Fisioterapia pediátrica. Se enfoca en el tratamiento de niños y bebés con condiciones congénitas, enfermedades neuromusculares y retrasos en el desarrollo. 
  • Fisioterapia geriátrica. Se dedica a tratar a personas mayores que experimentan problemas de movilidad, debilidad muscular, dolor crónico y deterioro físico y funcional. 

H2: Efectos de la fisioterapia

Los efectos de la fisioterapia son numerosos y beneficiosos para el organismo. Los principales son: 

  • Ayuda a reducir el dolor. A través de diferentes técnicas como la terapia manual, la electroterapia o el uso de vendajes funcionales, el fisioterapeuta puede aliviar el dolor de los pacientes y contribuir a su bienestar.
  • Mejora la movilidad y la funcionalidad del cuerpo. Las técnicas de movilización y estiramientos específicos permiten que las articulaciones, músculos y tejidos se mantengan flexibles y activos. Esto es especialmente beneficioso en casos de lesiones o postoperatorios, donde la inmovilidad puede generar complicaciones.
  • Contribuye a fortalecer el sistema muscular. Mediante ejercicios terapéuticos personalizados, el fisioterapeuta puede trabajar en el fortalecimiento de los músculos debilitados o afectados por una lesión. Esta fortaleza muscular no solo mejora la movilidad, sino que también previene posibles recaídas o nuevas lesiones.
  • Mejora de la circulación sanguínea. A través de diferentes técnicas como el drenaje linfático o los masajes, el fisioterapeuta puede estimular el sistema circulatorio y favorecer la eliminación de toxinas y líquidos retenidos en el organismo. Esto es especialmente beneficioso en casos de edemas o inflamaciones.
  • Impacto positivo en el sistema respiratorio. Mediante técnicas de reeducación respiratoria, el fisioterapeuta puede ayudar a los pacientes a mejorar su capacidad pulmonar, controlar la respiración y prevenir posibles complicaciones en enfermedades respiratorias crónicas como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
  • Efectos positivos en el sistema nervioso. A través de diferentes técnicas como la electroestimulación, el fisioterapeuta puede estimular los nervios y contribuir a la recuperación de lesiones neurológicas como los accidentes cerebrovasculares o las lesiones medulares. Además, la fisioterapia también puede ayudar a aliviar los síntomas de patologías neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer. 

Como cualquier otro tratamiento, también se puede hablar de algunas desventajas de la fisioterapia. Entre ellas, se encuentra la necesidad de contar con un profesional cualificado, lo que implica costes económicos adicionales. Asimismo, algunos pacientes pueden experimentar molestias o dolores temporales durante las sesiones de tratamiento. También debemos tener en cuenta que en ocasiones los tiempos de recuperación son más largos de lo deseado e implican un compromiso por parte del paciente.

Sin embargo, estos inconvenientes son mínimos en comparación con los numerosos beneficios de la fisioterapia, como la mejora de la movilidad, la disminución del dolor y la promoción de la recuperación física. Por lo tanto, la fisioterapia sigue siendo una opción terapéutica altamente recomendable.

Fisioterapia para recuperar masa muscular

La inactividad física, el envejecimiento, las lesiones y algunas patologías médicas pueden desencadenar la pérdida de masa y fuerza muscular. En estos casos el papel de lo que es la fisioterapia desempeña un lugar fundamental en la recuperación y fortalecimiento de los músculos.

Cuando se experimenta pérdida de masa muscular, ya sea debido a una lesión, enfermedad o falta de ejercicio, es fundamental llevar a cabo un programa de rehabilitación adecuado. Los fisioterapeutas diseñan programas de ejercicio específicos para cada paciente, teniendo en cuenta su estado de salud actual, condición física anterior a la lesión y objetivos de recuperación. Incluyen ejercicios de resistencia y fortalecimiento muscular, así como técnicas de estiramiento y movilidad.

Además del ejercicio terapéutico, también se puede recurrir a la terapia manual. Esta técnica se utiliza para normalizar el tono muscular y mejorar la circulación sanguínea en los músculos, lo que favorece la recuperación de la masa muscular. 

Ejercicios para recuperar tono muscular

Recuperar el tono muscular es un proceso gradual que requiere enfoque y constancia. En la siguiente tabla mostramos los ejercicios más efectivos para recuperar el tono muscular. 

TIPO DE ENTRENAMIENTODESCRIPCIÓNBENEFICIO
ResistenciaCon pesas, máquinas de resistencia o el propio peso corporal. Estimula el crecimiento muscular y fortalece los tejidos conectivos. 
Peso corporalFlexiones, sentadillas, estocadas y ejercicios que usen el peso corporal. No requieren equipo y mejoran fuerza y resistencia. 
Yoga y pilatesSe centran en fuerza, flexibilidad y equilibrio. Mejoran la postura y fortalecen el cuerpo. 
Cardiovascular La actividad moderada mejora la circulación y la salud muscular. Para realizar ejercicios de resistencia hay que tener una buena salud cardiovascular. 
EquilibrioEjercicios para fortalecer los músculos estabilizadores. Previene caídas y activa los músculos. 
Ejercicios para recuperar el tono muscular

Diferencia entre osteópata y fisioterapeuta

Existen diferencias entre la fisioterapia y la osteopatía. La osteopatía es un conjunto de técnicas que se basan en la creencia de que los huesos, músculos, articulaciones y tejido conectivo juegan un papel fundamental en la salud de la persona, independientemente de la función que tienen en el cuerpo humano. Por eso pretenden liberar la energía que hay en los músculos mediante manipulaciones

Los beneficios de la osteopatía incluyen: 

  • Alivio del dolor musculoesquelético. 
  • Mejora de la movilidad y flexibilidad. 
  • Favorecimiento de la circulación sanguínea y linfática. 
  • Reducción del estrés y la tensión. 
  • Prevención de problemas posturales. 
  • Apoyo a la salud visceral. 

La elección entre un osteópata y un fisioterapeuta puede depender de las preferencias individuales, la filosofía de tratamiento buscada y la naturaleza específica de la afección del paciente. Hay que tener en cuenta que para buscar un osteópata en España un requisito indispensable es ser titulado universitario en Fisioterapia. Esto es así porque actualmente la osteopatía no existe como una carrera independiente, sino que se cursa como estudios de segundo ciclo. 

Diferencia entre fisioterapeuta y quiropráctico

Dos especialidades que a veces se confunden son la fisioterapia y la quiropráctica. Aunque ambas buscan mejorar la función del cuerpo y aliviar el dolor, tienen enfoques y metodologías distintas. 

Los fisioterapeutas y quiroprácticos comparten el objetivo de mejorar la salud física y aliviar el dolor, pero difieren en sus enfoques y filosofías. Los fisioterapeutas adoptan un enfoque holístico, utilizando una variedad de técnicas para mejorar la función general del cuerpo. Por otro lado, los quiroprácticos se centran en la columna vertebral y el sistema nervioso, creyendo que los ajustes espinales pueden tener impactos positivos en la salud en general.

En muchos casos, estas dos disciplinas pueden complementarse entre sí. La elección entre un fisioterapeuta y un quiropráctico dependerá de la condición específica del paciente y de sus necesidades individuales. 

Diferencia entre osteópata y quiropráctico

La osteopatía y la quiropráctica son dos disciplinas que abordan trastornos musculoesqueléticos, pero difieren en sus filosofías, enfoques y áreas de énfasis. Mientras que la osteopatía se centra en la relación entre la estructura y la función del cuerpo, afrontando el cuerpo en su conjunto, la quiropráctica se enfoca específicamente en la columna vertebral y su conexión con el sistema nervioso. 

Los osteópatas utilizan diversas técnicas para mejorar la movilidad y el equilibrio en todo el cuerpo, mientras que los quiroprácticos se centran en ajustes espinales para corregir subluxaciones y mejorar la función nerviosa. Ambas disciplinas requieren una formación específica, pero la regulación y el reconocimiento varían según el país.

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La hidroterapia y sus beneficios

La natación es uno de los ejercicios más completos que existen. Reduce los niveles de estrés, ayuda a mantener un buen tono muscular y es un deporte de bajo impacto, muy recomendable para las articulaciones. Además, son muchas las disciplinas que se pueden practicar en el agua, además de nadar en los diferentes estilos que existen (crol, braza, espalda y mariposa). Aeróbic, pilates o aquagym se han puesto muy de moda en los últimos años por los beneficios que reportan. También la hidroterapia.

Las múltiples ventajas del agua han hecho que los fisioterapeutas lo utilicen como medio rehabilitador y aconsejado en la población general sana como deporte para mantenerse activo físicamente y prevenir futuras lesiones debidas, sobre todo, a sobrecargas musculares que se producen en otro tipo de deportes.

¿Qué es la Hidroterapia?

La hidroterapia es una técnica terapéutica que utiliza el agua como herramienta principal para tratar diversas afecciones y promover la salud en general. Esta forma de fisioterapia acuática ha demostrado ser efectiva en el alivio del dolor y en la mejora del funcionamiento físico en muchos pacientes.

Así, los fisioterapeutas recomiendan este tratamiento para la recuperación de lesiones en músculos y articulaciones y también en pacientes crónicos con patologías de traumatología, reumatología o neurología.  

H3: Beneficios de la hidroterapia

La terapia acuática tiene diversos beneficios para la salud y se ha utilizado durante siglos en diversas culturas, tanto para la rehabilitación como para el bienestar general. Sus propiedades terapéuticas hacen que sea una opción muy recomendada para pacientes con problemas musculoesqueléticos, reumatológicos, neurológicos y respiratorios. Los principales beneficios son: 

  • Reduce la carga sobre las articulaciones. El hecho de que el agua soporte parte del peso corporal del paciente alivia la presión sobre las articulaciones, lo que facilita la realización de ejercicios y movimientos sin dolor. Esto es especialmente beneficioso para personas con patología degenerativa articular, como artrosis y artritis, lesiones en las articulaciones o sobrepeso, ya que les permite ejercitar sin dolor y con menor riesgo de lesiones sobrevenidas y sobrecarga.
  • Ayuda a mejorar la resistencia muscular y cardiovascular. El agua ofrece una resistencia natural que ayuda a fortalecer los músculos y a mejorar la capacidad cardiovascular. Es particularmente útil para pacientes en proceso de rehabilitación después de una cirugía o lesión. Los ejercicios en el agua permiten trabajar los músculos de forma segura y efectiva, evitando el impacto que se produce al hacer ejercicio en tierra firme.
  • Alivia el dolor. El agua caliente puede ayudar a relajar los músculos y disminuir la sensación de dolor. Por otro lado, el agua fría puede reducir la inflamación y aliviar el dolor asociado a lesiones agudas. En general, la temperatura del agua utilizada en la hidroterapia se adapta a las necesidades específicas de cada paciente y condiciones particulares.
  • Mejora la movilidad y la flexibilidad. El agua reduce la fuerza de gravedad, lo que facilita la realización de movimientos y ejercicios que de otra manera podrían resultar difíciles o imposibles. Esto es especialmente beneficioso para personas con enfermedades degenerativas, como la artritis o el Parkinson, que afectan la movilidad y la coordinación.

Asimismo la rehabilitación acuática también tiene beneficios específicos para bebés y niños

  • Hidroterapia para bebés. Es especialmente útil para estimular el desarrollo neuromotor, fortalecer los músculos y promover la relajación. El agua crea un ambiente tranquilo y seguro que facilita el tratamiento y mejora la calidad de vida de los más pequeños.
  • Niños mayores.  La hidroterapia infantil puede ser beneficiosa para el tratamiento de trastornos de movilidad, trastornos neuromusculares y afecciones respiratorias.

Riesgos y contraindicaciones de la hidroterapia

A pesar de los numerosos beneficios que la hidroterapia puede brindar, existen algunas contraindicaciones que es importante tener en cuenta. No todas las personas son candidatas para este tipo de terapia. La hidroterapia está contraindicada en los siguientes casos: 

  • Infecciones o enfermedades de la piel. 
  • Patologías del corazón no controladas. 
  • Incontinencia fecal o urinaria. 
  • Fiebre alta. 
  • Enfermedades infecciosas contagiosas. 

Además, las personas con heridas abiertas o suturas recientes deben evitar el contacto directo con el agua.

Existen determinadas patologías, además de las anteriores, que presentan contraindicaciones relativas de la rehabilitación y del deporte en este medio. Un caso especial sería la osteoporosis. Con esta patología, con mayor incidencia en mujeres tras la menopausia, debemos recomendar sesiones dentro del agua de no más de 30 minutos y máximo 2-3 sesiones por semanas. El motivo es que al tener menos impacto intraarticular dentro del agua también estamos limitando la absorción del calcio por el hueso, que se facilita con dicho impacto y cargas relativas en las articulaciones.

Tipos de Hidroterapia

A lo largo de la historia, se han desarrollado varios tipos que se adaptan a las necesidades y preferencias individuales. Cada uno utiliza el agua de forma diferente, pero todos tienen en común su capacidad para mejorar la salud y el bienestar de las personas.

 Los principales tipos son: 

  • Hidromasaje. Esta técnica consiste en sumergir el cuerpo en un baño de agua caliente con chorros de agua a presión que masajean suavemente los músculos y las articulaciones. Es especialmente beneficioso para relajar los músculos tensos, aliviar el estrés y promover una sensación general de bienestar.
  • Fisioterapia acuática. Este método utiliza el agua como medio para llevar a cabo ejercicios terapéuticos. La flotabilidad del agua reduce el impacto en las articulaciones y facilita el movimiento, lo que resulta ideal para personas con lesiones, artritis u otras afecciones que dificultan la movilidad. También fortalece los músculos y mejora la resistencia cardiovascular.
  • Hidroterapia de contraste. Es una técnica que alterna entre agua caliente y agua fría para estimular la circulación sanguínea y fortalecer el sistema inmunológico. Es especialmente beneficioso para aliviar dolores musculares, reducir la inflamación y mejorar la función del sistema linfático. Se recomienda alternar entre agua caliente y fría durante varios minutos, finalizando siempre con agua fría para cerrar los poros de la piel.
  • Hidroterapia de colon.  Utiliza agua para limpiar y desintoxicar el colon. Se lleva a cabo a través de un enema o irrigación colónica, donde se introduce agua a través del recto para eliminar toxinas y residuos acumulados en el intestino grueso. Se utiliza comúnmente para tratar problemas digestivos, mejorar la absorción de nutrientes y promover una buena salud intestinal.

Hidroterapia Fría

Es una técnica terapéutica que utiliza agua fría para tratar una amplia variedad de afecciones físicas. Se basa en el principio de la vasoconstricción, donde los vasos sanguíneos se estrechan y reducen el flujo de sangre a una determinada área del cuerpo. Esto puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el dolor en articulaciones y músculos.

Hay varias formas de realizar la hidroterapia fría. Una de las más comunes es sumergir el área afectada en agua fría durante unos minutos. También se pueden aplicar compresas frías o usar bolsas de hielo para reducir la inflamación.

Numerosos estudios respaldan su eficacia para aliviar el dolor y la inflamación muscular. Además, también se utiliza con éxito para tratar afecciones como la artritis, esguinces, torceduras y lesiones deportivas

Pero es importante destacar que no es adecuada para todas las personas. Deben evitarla las personas que tengan: 

Es importante seguir las recomendaciones de un profesional de la salud y evitar el uso de agua extremadamente fría o aplicar frío directamente sobre la piel durante largos períodos de tiempo.

Hidroterapia caliente

La hidroterapia caliente es una técnica que consiste en utilizar agua caliente como tratamiento terapéutico para aliviar dolores musculares, relajar la mente y mejorar la circulación sanguínea

Se utiliza en spas y centros de bienestar como una forma eficaz de aliviar el estrés y promover la relajación. Se ha demostrado científicamente que el calor del agua aumenta la circulación sanguínea y relaja los músculos, lo que puede aliviar el dolor y mejorar la función articular.

Es beneficiosa para las personas que sufren de artritis y otras enfermedades reumáticas. También puede ser útil para tratar lesiones deportivas. El calor del agua aumenta el flujo sanguíneo y ayuda a eliminar los productos de desecho acumulados durante el ejercicio, como el ácido láctico.

Aunque puede parecer una forma sencilla y relajante de tratamiento, es importante tener en cuenta algunas precauciones. Deben evitarla las siguientes personas: 

  • Con enfermedades del corazón.
  • Presión arterial alta.
  • Diabetes. 

Técnicas propias de la fisioterapia en el agua

Este tipo de fisioterapia utiliza diversas técnicas para rehabilitar y mejorar la funcionalidad del paciente. La flotación, la resistencia del agua, la hidroterapia y la propulsión son algunas de las más utilizadas en este ámbito.

  • Flotación. El agua permite que el paciente flote, lo que alivia la presión y el peso sobre las articulaciones y los músculos del cuerpo. Esto facilita el movimiento y reduce el dolor, permitiendo llevar a cabo ejercicios de una manera más cómoda y efectiva.
  • Resistencia del agua. El agua ofrece una resistencia natural que obliga a los músculos a trabajar más para moverse. Esto ayuda a fortalecer los músculos y mejorar la resistencia física del paciente. Además, también contribuye a mejorar la función cardiovascular, ya que el corazón debe trabajar más para enviar la sangre oxigenada a los músculos.
  • Hidroterapia con calor o frío es otra técnica destacada de la fisioterapia en el agua. Consiste en la aplicación de calor o frío a través del agua para reducir la inflamación, aliviar el dolor y promover la relajación muscular. El calor dilata los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y favoreciendo la recuperación de lesiones. Por otro lado, el frío ayuda a reducir la inflamación y adormece la zona afectada, proporcionando alivio del dolor.
  • Propulsión en el agua es otra técnica imprescindible en este tipo de terapia. Se utiliza para mejorar la movilidad y el equilibrio. El agua permite que el paciente se desplace y realice diferentes movimientos sin someter a su cuerpo a un impacto, como sucedería en tierra firme. Esto es especialmente útil para aquellas personas con patologías crónicas o lesiones donde la carga de peso es perjudicial.

Estas técnicas deben ser realizadas por fisioterapeutas especializados, ya que es fundamental contar con un adecuado conocimiento y experiencia para obtener resultados exitosos en cada caso.

Qué patologías podemos tratar con la fisioterapia acuática

Esta fisioterapia se realiza en piscinas terapéuticas bajo la supervisión de un fisioterapeuta especializado. Por este motivo es un tratamiento ideal para tratar patologías como lumbalgias, escoliosis, hernias, esguinces, artrosis, artritis, fibromialgia o lesiones como parálisis cerebral o hemiplejias. 

Las principales patologías que se tratan son:  

  • Artritis. Esta enfermedad afecta a las articulaciones, causando dolor e inflamación. La hidroterapia para la artritis es una forma efectiva de tratar esta patología, ya que el agua caliente ayuda a relajar los músculos y disminuir el dolor.
  • Artrosis.  El agua proporciona un soporte suave y reduce el impacto en las articulaciones, lo que alivia el dolor y mejora la movilidad. La hidroterapia para la artrosis ayuda a tratar esta enfermedad degenerativa de las articulaciones. 
  • Hidroterapia para la rodilla. Este tratamiento es muy útil en las lesiones en la rodilla. Al realizar ejercicios en el agua se reduce la carga sobre la articulación, lo que facilita la rehabilitación y acelera la recuperación. También se usa la hidroterapia para en patología de menisco ya que, al disminuir la presión sobre la articulación dañada, se consigue una recuperación más rápida y se mejora la movilidad.
  • Hidroterapia para la columna lumbar, en personas con problemas como hernias discales. El agua proporciona un ambiente de flotación que reduce la compresión en la columna y permite realizar ejercicios de fortalecimiento y estiramiento con menos molestias.
  • Problemas en los pies. Al realizar ejercicios en el agua disminuye el peso corporal y se alivia la presión sobre los pies. La hidroterapia para los pies ayuda a mejorar la movilidad y reducir el dolor.
  • Parkinson. El agua proporciona un entorno seguro y estable. La hidroterapia para el Parkinson facilita el movimiento y mejora la coordinación.
  • Desviación de la columna. La hidroterapia para la escoliosis ayuda a tratar esta desviación de la columna vertebral. Los ejercicios realizados en el agua fortalecen los músculos de la espalda y mejoran la postura.
  • Enfermedades neuromusculares. Puede utilizarse la hidroterapia para parálisis cerebral, ya que el agua proporciona un entorno de baja gravedad, lo que facilita la movilidad y mejora la fuerza muscular.
  • Quemaduras. La hidroterapia en pacientes quemados proporciona un alivio refrescante y puede ayudar a reducir el dolor y promover la cicatrización de las heridas.
  • Hidroterapia para fibromialgia. El agua caliente ayuda a relajar los músculos y aliviar el dolor asociado con esta enfermedad.
  • Hidroterapia aplicada a la estética. El agua caliente ayuda a mejorar la circulación sanguínea y desintoxicar el organismo, lo que contribuye a una piel más saludable y rejuvenecida.

La fisioterapia en el agua o hidroterapia es un complemento a la tradicional rehabilitación combinada, que une los masajes manuales con ejercicios y el uso de aparatología. Aunque no siempre es fácil recibir tratamiento en el agua, es una técnica que se utiliza cada vez más para mejorar el estado de salud de las personas. En SaludOnNet contamos con diferentes técnicas de fisioterapia. Te invitamos a que conozcas nuestra oferta, a precios muy asequibles y con unos resultados muy satisfactorios.

¿Cómo puedo trabajar la flexibilidad y cuáles son sus beneficios?

La flexibilidad o elasticidad es un factor fundamental de la salud y la buena condición física. Hace referencia a la cantidad de movimiento que una persona tiene en sus articulaciones y otros tejidos blandos, como músculos y tendones. La capacidad para alcanzar, mantener y controlar movimientos flexibles es un componente fundamental de la salud física y se considera esencial en la preparación física.

Tipos de elasticidad

Los científicos describen principalmente dos tipos de elasticidad muscular:

  • Elástica. Lo relacionamos comúnmente con los movimientos ágiles o explosivos, como los saltos o los esprints. Esto significa que una persona puede moverse rápidamente y recuperar de manera inmediata su posición.
  • Elástica de choque. Generalmente se utiliza para mantener un equilibrio adecuado en los movimientos flexibles, como saltos de altura o baloncesto.

Factores que contribuyen a aumentar la flexibilidad

La elasticidad es un factor importante para el éxito en muchos deportes y una de las habilidades físicas más valoradas. En áreas como el atletismo, puede separar a los competidores promedio del nivel de élite. Si bien mucha gente asume que depende únicamente del entrenamiento, los estudios han demostrado que hay quien simplemente tiene mejores habilidades elásticas que otros debido a diferencias generacionales y a la edad.

Así, la flexibilidad varía de persona a persona y depende de distintos factores como:

  • Edad. Cuanto más joven más probabilidades hay de que tenga mayor elasticidad. La edad afecta la calidad y cantidad de los músculos que una persona tiene. Esto puede dar lugar a diferencias en el alcance de movimiento.
  • Condición física. Personas que están físicamente en forma tienen una elasticidad más alta que aquellas que no lo están o no han entrenado correctamente. Los estudios muestran que hay una diferencia significativa entre los grupos con diferentes niveles de fitness.
  • Genética. Se sabe que ciertas personas que tienen mejores características genéticas que otras tienen mayores niveles de elasticidad. Esto significa que hay quien puede destacar sobre otros incluso antes de comenzar a entrenar.
  • Nivel de actividad. El tipo de entrenamiento también afecta, ya que es importante que los individuos se entrenen correctamente para desarrollar los mejores patrones de movimiento.

Apuesta por la vida activa

La flexibilidad se puede definir como la cantidad de rango de movimiento que una persona tiene al realizar un determinado movimiento. Por ejemplo, en términos generales, una persona más elástica podría extender su brazo una mayor distancia que una persona que tenga menos. La misma persona también puede mover sus articulaciones en un ángulo mayor que una persona con menos.

Entender los fundamentos es esencial para mejorar la condición física de una persona. Disminuye con la edad, la inactividad y las malas posturas, por lo que es importante adoptar un estilo de vida activo.

Es una cualidad que se puede entrenar y mejorar mediante una variedad de actividades, entre las que se incluyen estiramientos, yoga, Pilates, Tai Chi y artes marciales.

Beneficios de tener una buena flexibilidad

Es un factor clave para mejorar la funcionalidad articular, el equilibrio y la postura, y para disminuir el riesgo de lesión. Además, facilita un control sobre el movimiento. Esto hace que se logre un mejor rendimiento durante la actividad física, incluidas las actividades deportivas, cotidianas, o la habilidad de conseguir una postura correcta. También ayuda a mantener buena salud a largo plazo, ya que los estudios han demostrado que una cantidad insuficiente de movimiento puede contribuir a enfermedades como la osteoporosis y la artritis.

Cómo entrenar la flexibilidad

Se puede entrenar de forma segura y efectiva, a través de una variedad de ejercicios y estiramientos específicos. La forma de entrenamiento adecuada depende del nivel de la persona, sus objetivos y sus necesidades específicas.

Los estiramientos pueden mejorar la flexibilidad al alargar los músculos y otros tejidos blandos alrededor de las articulaciones. Ejercicios como el yoga, el Pilates y el Tai Chi enseñan a moverse de forma consciente con una variación de patrones. Estas actividades pueden ser especialmente efectivas cuando se combinan con estiramientos dinámicos, es decir, estiramientos que se realizan con movimiento.

Los principiantes probablemente recibirán beneficios al realizar estiramientos pasivos, ya sea estático o dinámico. Estos ejercicios se pueden realizar en cualquier lugar, son baratos y no se necesita equipo.

Los deportistas de alto nivel a menudo hacen una combinación de estiramientos pasivos, estiramientos activos, rutinas de Yoga y Pilates y actividades como la danza.

Consejos para no lesionarse

Todos los entrenamientos deben realizarse con calma y control. Esto incluye tomarse el tiempo suficiente para calentar y realizar los ejercicios correctamente para evitar lesiones y ayudar a mejorar el rendimiento. La duración de los ejercicios depende del objetivo de uno y del nivel de condición física.

Es muy importante evitar el dolor durante los ejercicios y construir gradualmente la resistencia para que no haya lesiones y mejorar el rendimiento.

La flexibilidad es una habilidad esencial para la salud y el bienestar. Su mejora ayuda a las personas a disfrutar plenamente de actividades físicas como el ejercicio, el deporte y la vida cotidiana. A medida que avanzamos en la edad, es importante hacer ejercicios para mantener un nivel óptimo para prevenir lesiones y maximizar el rendimiento. Por lo tanto, se recomienda a las personas de todas las edades ejercitarse regularmente y así disfrutar de una mejor calidad de vida.

Si necesitas algún consejo antes de empezar a trabajar la flexibilidad seguramente un fisioterapeuta puede ayudarte. En SaludOnNet contamos con profesionales dispuestos a ayudarte. Puedes comprar una sesión de tratamiento combinado intensivo desde 22 euros. Puedes elegir entre 4000 clínicas y hospitales en toda España.

Magnetoterapia: qué es y para qué sirve

Qué es la magnetoterapia

La magnetoterapia es un tratamiento utilizado en fisioterapia que consiste en el uso de campos magnéticos de baja o alta frecuencia para curar dolencias crónicas o agudas, sobre todo del sistema músculo esquelético. La intensidad del tratamiento se mide en Gauss y varía en función del aparato utilizado.  Es una técnica en la que se utilizan los imanes como medio terapéutico.

Puede solucionar numerosas patologías y, a largo plazo, los resultados suelen ser positivos, ayudando a mejorar la calidad de vida del paciente. Además, esta técnica apenas tiene efectos secundarios, por lo que su aplicación es muy segura. No obstante, en algunos casos no está indicado su uso. 

La magnetoterapia cada vez se utiliza más en tratamientos de rehabilitación, aunque existen opiniones médicas que no la consideran efectiva. Se basan en casos en los que se aprecia que su aplicación en las estructuras óseas no consigue acelerar la consolidación de las fracturas de los huesos largos. Sin embargo, en el tratamiento del edema óseo la magnetoterapia tiene un efecto vasodilatador que ayuda a eliminar el exceso de líquido en el hueso y reduce la presión. 

Magnetoterapia: como se aplica

Para aplicar la terapia de campos magnéticos se utiliza una máquina que genera un campo magnético emitido por imanes insertados en diferentes objetos como pulseras, brazaletes, rodilleras, fajas lumbares u órtesis colocadas en la zona a tratar.  

Los campos magnéticos se crean gracias a unas bobinas por las que pasan las corrientes eléctricas. Así, el cuerpo humano capta las ondas sin tener que aplicar las corrientes directamente, por lo que no causa molestia ni dolor.

Estos dispositivos pueden ser planos o cilíndricos. En el primer caso están en contacto con la piel del paciente y en el segundo es la parte del cuerpo del paciente que presenta una lesión la que se introduce dentro.

Están compuestos de: 

  • Consola o generador de campos magnéticos. 
  • Aplicador, bobina de aire o solenoide. 
  • Camilla.

Se denomina solenoide a cualquier dispositivo que puede crear un campo magnético uniforme e intenso en su interior y débil en el exterior. En la magnetoterapia, este dispositivo se introduce en un cilindro de plástico que puede tener diversos tamaños: 

  • Pequeño. Se usa para las extremidades como la pierna (hasta la rodilla), el brazo y el antebrazo. 
  • Grande. Para el resto de las zonas de mayor tamaño. 

Cuando se quiere aplicar en todo el cuerpo el solenoide se desplaza a lo largo de la camilla, gracias a un motor con el que realiza barridos por el cuerpo. Este tratamiento no requiere preparación del paciente. 

Para qué sirve la magnetoterapia

La magnetoterapia con imanes genera ondas que se almacenan en los tejidos y funcionan durante un tiempo, después de aplicación. Este periodo más amplio hace posible garantizar una efectividad más profunda a la hora de tratar patologías músculo esqueléticas.  

Para saber cómo funciona la magnetoterapia es importante conocer que se trata de una técnica no invasiva e indolora que ayuda en el control y la disminución del dolor, por lo que su uso es regenerativo y analgésico

Los principales tejidos que se tratan son huesos, cartílagos, tendones, ligamentos, músculos, nervios y dermis

Los equipos de magnetoterapia pueden ser: 

  • Baja frecuencia. Se usa una frecuencia inferior a 120 Hz. Se crea un campo magnético de alta intensidad. Está indicada para el tratamiento de enfermedades o lesiones relacionadas con los huesos.
  • Alta frecuencia. Se utilizan en una frecuencia entre los 100 Hz y los 8000 Hz. Se usa para tratar patologías que afectan a los tejidos blandos.

Qué enfermedades pueden curarse con magnetoterapia 

La magnetoterapia con imanes ayuda en la aceleración de procesos regenerativos en tejidos del cuerpo y huesos. Se pueden tratar patologías y fracturas como:

Cuánto tiempo se puede usar la magnetoterapia

La magnetoterapia es un tratamiento para reducir el dolor y la inflamación y acelerar la recuperación en lesiones músculo esqueléticas. Requiere de unos tiempos relativamente largos para que sea efectivo, por lo que si no se cumplen es probable que el paciente tenga la sensación de que el tratamiento no le ha servido, porque no nota cuándo empieza a hacer efecto la magnetoterapia. 

El número de sesiones depende de la patología, los síntomas y la evolución. No obstante, algunos especialistas recomiendan realizar tandas que van entre los 45 y los 90 días, lo habitual suele ser empezar con ciclos de entre 20 y 30 sesiones y valorar la evolución. La duración de la sesión varía entre los 30 y los 45 minutos al día, pudiendo ampliarse en algunos casos a 2 horas o más. Lo recomendable es realizar al menos 3 sesiones por semana

La magnetoterapia no tiene prácticamente contraindicaciones, por lo que no hay riesgo. No obstante, hay que consultar al médico antes de comenzar su aplicación. Los ciclos pueden repetirse varias veces al año, sobre todo cuando el tratamiento se realiza para tratar enfermedades crónicas. Los beneficios en ocasiones son visibles a las pocas horas, aunque lo habitual es que el paciente comience a notar alivio después de las dos primeras aplicaciones. 

Efectos de la magnetoterapia

Este tratamiento produce efectos muy positivos para el cuerpo. No es fácil saber cuándo empieza a hacer efecto la magnetoterapia, porque depende de factores como la lesión o patología y el estado de salud inicial del paciente. Pero se sabe que presenta importantes beneficios. Los principales son: 

  • Analgésicos. La aplicación de la magnetoterapia alivia el dolor al liberar el exceso de presión, ayudando a desinflamar la zona. Asimismo, trabaja como relajante muscular. 
  • Antiinflamatorios. Al aumentar el flujo sanguíneo aumenta la cantidad de oxígeno para restaurar las células. El campo magnético consigue eliminar las toxinas, lo que hace que la inflamación disminuya.
  • Regula la circulación sanguínea, generando un efecto vasodilatador. El campo magnético de baja frecuencia abre los vasos, lo que ayuda a aumentar la circulación.  
  • Acción sobre el tejido óseo. Ayuda a metabolizar el calcio en los huesos y el colágeno y estimula la curación ósea. Así, en el caso de las fracturas óseas su uso es muy bueno ya que ayuda en la consolidación del hueso, acortando su curación. También tiene efectos positivos cuando hay desgarros o degeneración de partes óseas.
  • Regeneración de los tejidos. La magnetoterapia aumenta la circulación y la secreción de sustancias que ayudan en la regeneración de los tejidos. Incrementa la presión de oxígeno en los tejidos y cicatriza las heridas. También acelera el metabolismo celular.
  • Evita la retención de líquidos estimulando la reabsorción de los edemas.  
  • Relajación de la musculatura. El campo magnético disminuye el tono simpático, actuando sobre el sistema nervioso central

Contraindicaciones de la magnetoterapia

Esta técnica de fisioterapia no tiene apenas efectos secundarios, pero sí está contraindicado su uso en algunos casos. Así, es importante saber cuándo no usar magnetoterapia. Los casos más frecuentes son: 

  • Dispositivos cardiacos implantados (marcapasos). 
  • Heridas hemorrágicas. 
  • Hipotensión, por el riesgo de sufrir una lipotimia.  
  • Cáncer, porque provoca vasodilatación. 
  • Mujeres embarazadas. No hay estudios concluyentes, pero se recomienda no utilizar esta técnica durante los primeros meses de embarazo en la zona abdominal. 
  • Implantes metálicos.
  • Menores en proceso de crecimiento. 
  • Enfermedades virales y micosis. 

La posibilidad de calentamiento de placas o implantes metálicos es muy remota. Es importante tener en cuenta que los campos magnéticos no deben apuntar al corazón.  

Alternativas a la magnetoterapia

Los pacientes que no pueden someterse a un tratamiento de rehabilitación con magnetoterapia disponen de otras técnicas que ofrecen buenos resultados. Una de ellas es la acupuntura, una práctica de la medicina tradicional china que estimula determinados puntos del cuerpo a través de finas agujas de acero inoxidable

Otros aparatos de fisioterapia que pueden ayudar en la recuperación de los tejidos son el láser de alta potencia, la radiofrecuencia o la cavitación

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Dolor de espalda al teletrabajar

El teletrabajo es una alternativa que antes solo utilizaba una pequeña parte de la población. Cero desplazamientos, menos contaminación y mayor conciliación de la vida laboral y familiar. De un tiempo a esta parte teletrabajar forma parte del día a día de muchas personas. Es una buena opción, pero tiene sus cosas negativas, ya que implica estar muchas horas sentado frente al ordenador. Por ese motivo el teletrabajo tiene que ir acompañado de una higiene postural para evitar lesiones y dolores corporales, tal y como indican en el trabajo Recomendaciones ergonómicas y psicosociales, realizado por la Univerisdad Complutense de Madrid.

¿Cómo afecta teletrabajar a corto plazo?

La mayoría de las personas trabaja unas 8 horas diarias. Pasar el 95% del tiempo de ese tiempo sentado aumenta el riesgo de sufrir lesiones físicas y padecer enfermedades. De manera inmediata diversos estudios señalan que ocurre lo siguiente:

  • Nada más sentarse la actividad eléctrica de los músculos de miembros inferiores se apaga. La quema de las calorías desciende a 1 por minuto.
  • Pasadas dos horas el colesterol bueno cae en torno a un 20%.
  • Pasado un día la efectividad de la insulina disminuye un 24% y aumenta el riesgo de diabetes.

Efectos del sedentarismo en el tiempo

A medio-largo plazo los efectos son también muy visibles.

  • Al estar mucho tiempo sentados el cuerpo sostiene los músculos en el torso, el cuello y el hombro en una posición fija que provoca que los vasos sanguíneos se aprieten y se reduzca la sangre que llega, causando fatiga.
  • Muchas personas experimentan una disminución de la condición física y de la eficiencia pulmonar y cardíaca. Asimismo también aumenta el riesgo de que aparezcan lesiones y enfermedades, sobre todo en quienes no están acostumbrados a realizar ejercicio en su rutina diaria. Estar sentado mucho tiempo se ha relacionado con una presión arterial alta y un elevado colesterol. De hecho se sabe que las personas que llevan una vida sedentaria tienen el doble de posibilidades de padecer una enfermedad cardiovascular.
  • La sangre se acumula en la parte inferior de las piernas, lo que produce entumecimiento y venas varicosas.
  • Esta posición acumula una gran cantidad de estrés en la columna vertebral, sobre todo en las regiones de la espalda baja y el cuello.

Cambios para mejorar la postura

Hay algunos cambios que se pueden hacer en el día a día al teletrabajar para evitar que la columna vertebral sufra. Son pequeñas modificaciones de las rutinas que ayudan a mejorar la salud de quienes pasan muchas horas sentados. Algunas de ellas son:

  • Tener una silla cómoda para trabajar, preferiblemente con respaldo reclinable y ruedas.
  • Levantarse de vez en cuando, dando un paseo por la casa o la oficina, subiendo escaleras. Una vez acaba la jornada laboral es muy recomendable realizar ejercicio diario, al menos 30 minutos con intensidad moderada.
  • Ajustar la curvatura del asiento. Cuando una persona se sienta en una posición de 135 grados ejerce menos tensión en la espalda que si se encorva hacia adelante o incluso si se sienta derecho, en una posición de 90 grados.
  • Evitar las malas posturas, como tener el tronco girado o torcido cuando se está sentado y tener el ordenador a la altura de los ojos.

Si tienes dolores de espalda por teletrabajar te recomendamos que acudas al traumatólogo para que realice un diagnóstico sobre lo que te ocurre. En muchas ocasiones unas sesiones de fisioterapia ponen fin a las molestias. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte a que recuperes tu salud.

Operación de luxación de rótula

La rótula o patela es un hueso pequeño y redondeado que se encuentra en la articulación de la rodilla, en el que se insertan el tendón del cuádriceps y el ligamento rotuliano. Ayuda al cuádriceps a mejorar su eficiencia al aumentar el brazo de palanca del mecanismo exterior y protege las estructuras de la rodilla. Asimismo la rótula es necesaria para que se realice el movimiento extensor de la articulación de la rodilla. La luxación de rótula o inestabilidad patelar no es una lesión común, supone el 3% de las lesiones de rodilla, aunque en los últimos años se ha incrementado con el aumento de las actividades deportivas. Ocurre cuando  la rótula y los ligamentos que la sostienen se deslizan hacia la parte exterior de la rodilla.

Lesión de adolescentes y jóvenes

Generalmente se da en adolescentes o en adultos jóvenes, entre los 15 y los 30 años y más en mujeres que en hombres, cuando realizan movimientos rotacionales a la vez que contraen el cuádriceps. En ocasiones los episodios puede ocurrir hasta varias veces al día, luxándose y colocándose a continuación el hueso. Es decir, el porcentaje de recidiva es muy elevado. Esta lesión está asociada a diversos factores entre los que se encuentran los traumatismos o tener una anomalía anatómica de la articulación de la rodilla. Las principales son:

  • Rotación tibial externa excesiva.
  • Rotación interna del fémur.
  • Tener la rótula alta.
  • Atrofia del vasto medial.
  • Displasia de la Rótula.

Síntomas de la luxación de rótula y diagnóstico

Al producirse una luxación de rótula se siente un dolor intenso, localizado en lado medial cuando la rodilla está en posición de flexión. Generalmente no puede enderezar la articulación y en ocasiones la persona se cae al suelo. Se produce, por tanto, una reducción de la movilidad articular. Asimismo la rodilla aparece hinchada y la persona puede desplazar la rótula de un lado a otro. Cuando se ocasiona a causa de un traumatismo es normal que se produzca una inflamación a consecuencia de un sangrado interno. Es frecuente que en personas que tienen alguna anomalía anatómica esta lesión se repita en el tiempo.

El médico en consulta, con la exploración física y realizando la maniobra de Fairbank, puede notar que la rótula está en una posición anormal. En ocasiones vuelve a su sitio de forma espontánea sin necesidad de tocarla. En estos casos también se recomienda acudir al traumatólogo, para descartar una lesión interna de rodilla.

Tratamiento para la luxación de rótula

El tratamiento inicial de las lesiones del sistema locomotor suele ser conservador y consta de varias partes:

  • El especialista en consulta intenta manipular el hueso, para que vuelva a su lugar. Esta técnica se denomina reducción.
  • Después el médico procede a la inmovilización de rodilla con una órtesis durante varias semanas, para evitar que se flexione.
  • La aplicación local de frío en la zona ayuda a bajar la hinchazón.
  • Una vez se retira la órtesis es necesario que el paciente comience un tratamiento rehabilitador, para recuperar la fuerza muscular perdida y mejorar la movilidad de la rodilla.

Si se toman estas medidas pero la rodilla continúa siendo inestable es necesario operar, para prevenir futuras luxaciones. La cirugía se realiza generalmente mediante técnica artroscópica, aunque en ocasiones el médico opta por una cirugía abierta. A la hora de la intervención quirúrgica hay que tener en cuenta algunos factores como la edad del paciente, el grado de maduración ósea, la alineación del tendón rotuliano y la rótula o el grado de deformidad que existe. En función de las características del paciente y de las estructuras que se hayan visto afectadas en la lesión el cirujano puede realizar una reparación de la rótula o del ligamento fémoropatelar medial o una transposición de la tuberosidad tibial anterior.

Postoperatorio de la luxación de rótula

Tras la intervención la fisioterapia juega un papel importante para conseguir que la rodilla sea de nuevo estable y recupere la fuerza perdida. La recuperación total varía en función de si la lesión se ha producido por hiperlaxitud o por un traumatismo. En el primer caso a los dos meses el paciente puede realizar vida normal. En el segundo caso el postoperatorio se alarga entre 3 y 6 meses.

Si tienes una luxación de rótula acude al médico para que te ponga el mejor tratamiento. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a mejorar tu calidad de vida, sin esperas y a precios asequibles.

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