Adicción a las nuevas tecnologías

  • Dedicar excesivo tiempo, pérdida de control e interferencia con las actividades de la vida cotidiana son algunas de las señales de alerta.
  • Es importante aprender a controlar los comportamientos descontrolados e implementar estrategias de afrontamiento en situaciones peligrosas.
persona usando un móvil

Las nuevas tecnologías han sido creadas para ayudarnos en nuestro día a día. Sin embargo, dentro de los adolescentes y jóvenes pueden surgir grandes pasiones y un uso desmedido que conlleva repercusiones negativas en su día a día.

En la consulta, cada vez son más los padres que me cuentan “mi hijo no puede dejar de estar sin el móvil”, “estamos en una convivencia familiar y en cuanto nos sentamos o no tiene nada que hacer me pide el móvil”, “cuando entro a la habitación y me dice que estaba haciendo deberes lo pillo jugando siempre a los videojuegos”, etc. Pero ¿Qué podemos considerar como adicción a las nuevas tecnologías?

Adicción a las nuevas tecnologías en adolescentes y jóvenes

A pesar de la falta de consenso para determinar cuándo una conducta se acerca a una adicción a la tecnología, podemos considerarla como tal cuando hay excesivo tiempo dedicado a dicha actividad, la pérdida de control y la interferencia con las actividades de la vida cotidiana.

Entre las adicciones a las nuevas tecnologías más comunes nos encontramos: la adicción al móvil, a internet (redes sociales) y a los videojuegos.

Adicción al móvil

El teléfono móvil se ha convertido, en poco más de dos décadas de existencia, en un medio de comunicación indispensable para la mayoría de las personas de los países desarrollados. La prevalencia de la adicción a dispositivos móviles y redes sociales oscila entre el 2% y el 5% de la población de usuarios. Además, más allá de la función comunicativa, el teléfono se ha convertido también en un instrumento de entretenimiento y ocio.

La nomofobia se define como el miedo irracional relacionado con la imposibilidad de ponerse en contacto con otras personas a través del teléfono móvil (por ejemplo, dejarse en casa el teléfono) y las manifestaciones de ansiedad consecuentes como inquietud, angustia, agitación, nerviosismo, sensación de vacío y tristeza.

Síntomas de la adicción al móvil

Existen diferentes criterios para el diagnóstico de adicción al móvil:

  • Tolerancia:  cuando recibimos una llamada o un mensaje a nuestro teléfono móvil produce satisfacción. En consecuencia, con el paso del tiempo, para recibir la misma intensidad de dicha emoción necesitamos que el tiempo sin recibir notificaciones sea menor. Por ese motivo, la mayoría de las personas comienzan a realizar conductas de repetición, llamadas sin ningún objetivo aparente o enviar mensajes para recibir también ellos.
  • Abstinencia: ante un fallo en la batería o la imposibilidad de utilizar el móvil, la persona que tiene una adicción a los móviles puede desarrollar alteraciones emocionales y conductas de irritabilidad, de enfado, frustración, ansiedad … Es un síntoma parecido a los que presentan las personas con una adicción a otro tipo de sustancias, pero en este caso, ante la imposibilidad de acceder a la red.
  • Mayor uso del que se pretendía: al principio la mayoría de las personas pueden utilizar el teléfono móvil para un fin, pero con el paso del tiempo acaban usándolo para otras actividades, lo que provoca una gran pérdida de tiempo.
  • Existe un deseo de controlar el uso del móvil: la persona puede intentar controlar el uso del teléfono bloqueando llamadas, desconectando el sonido… pero una vez eliminadas este tipo de medidas vuelve al mismo comportamiento.
  • Reducción de actividades de ocio y recreativas: el uso continuado del móvil puede ocasionar graves problemas en el ámbito laboral, social, familiar y escolar.
  • Seguir realizando esta conducta a pesar de tener conciencia de los efectos negativos.
  • Privación del sueño.
  • Pérdida de la noción del tiempo cuando está conectado.

Consecuencias de la adicción al móvil

Algunas de las consecuencias que tiene el abuso y la adicción a los móviles son:

  • Consecuencias económicas: a través del teléfono móvil se tiene acceso a gran cantidad de ofertas y servicios. En consecuencia, la posibilidad de entrar a todos estos servicios puede comportar un gasto excesivo de dinero.
  • Efectos sobre la salud: un empleo excesivo del teléfono móvil puede provocar dificultades para dormir y ser más susceptible a tener fatiga y estrés. En este sentido, el efecto cóctel dio lugar al estudio de la atención selectiva. En dicho trabajo se comenzó a observar que cuando se cruzan multitud de estímulos somos capaces de prescindir de aquellos que consideramos no necesarios para atender al que realmente nos interesa. Estudios como el de Samarrrai (2016) explican que el uso cada vez más generalizado de los smartphones podría estar causando síntomas similares al TDAH en la población en general.
  • Acoso psicológico a través del móvil. En la actualidad, el uso del teléfono móvil e internet, con la finalidad de provocar daño sobre la otra persona, es una de las consecuencias a la que más nos estamos enfrentando en los últimos tiempos.
  • Establecimiento de relaciones indeseadas y el acceso a contenidos inapropiados: el acceso a internet y a diferentes aplicaciones de chat ha propiciado el incremento de relaciones a través de las redes sociales. En consulta, siempre me gusta proponer la siguiente pregunta: ¿le darías el teléfono o tu dirección o quedarías con la primera persona que te cruzas por la calle? Habitualmente, la respuesta suele ser “no”. De manera que concluyo diciendo que eso es lo que hacen cuando conocen a alguien por internet: no saben su aspecto, no saben la realidad que hay al otro lado de la pantalla, de manera que deben tener cuidado y saber qué tipo de información dan a personas desconocidas.
  • Acceso a otras adicciones: el teléfono móvil puede ser empleado como medio para acceder a otras adicciones como el juego patológico , las compras compulsivas o la adicción a internet.

Adicción a las Redes Sociales

Las redes sociales son comunidades virtuales donde cualquier persona puede crear su propio perfil virtual, incluyendo cualquier tipo de información. Esto facilita la interacción con los perfiles virtuales del resto de personas con las que compartan una relación de amistad online y cada vez es más habitual encontrar a personas con adicción a Instagram, adicción a Facebook, adicción a Tiktok, Whatsap u otras redes sociales.

Tal y como marca Enrique Echeburúa (2010), catedrático emérito de Psicología Clínica en la Universidad del País Vasco), algunas de las motivaciones para hacer uso de las redes sociales son: ser visible ante los demás, reafirmar la identidad ante el grupo o estar conectado con los amigos. De tal forma que el anonimato produce terror.

La opción de publicar y compartir fotos con los demás, lo que supone una actividad de socialización, construye la formación de la identidad; es decir, ayuda al proceso de forjar el autoconcepto y fortalecer la autoestima. De esta forma, la acción de darle al botón de like, puede acabar convirtiéndose en una forma de reconocimiento social y terapia particular para sentirse bien con uno mismo. No obstante, esa necesidad de retroalimentación puede llegar a suponer la pérdida de contacto con la realidad, limitando la vida exclusivamente a la red, donde se puede tener y mostrar una “vida ideal” que en la realidad no se tiene.

Otra de las consecuencias de la adicción a las redes sociales y su uso continuado es el uso inhibido de la posibilidad control que otorgan, ya que permiten estar en contacto continuo, incluso conocer dónde y cuándo la otra persona se ha conectado, afectando de este modo a las relaciones interpersonales.

También puede ocasionar un deterioro de las habilidades sociales y de la comunicación, dificultando la capacidad de relación y socialización con otras personas, y por consiguiente, aislando, mermando y delimitando considerablemente la vida de la persona.

Finalmente, también pueden causar problemas relacionados con la imagen.

Facebook, instagram, Tiktok… ¿qué patrones comparten?

Las personas con adicción a las redes sociales como Facebook, Instagram, Tiktok…etc, comparten patrones comunes como:

  • Aumento de la cantidad de tiempo pasado navegando en tales plataformas.
  • Inicio de conductas compulsivas, como chequear constantemente notificaciones o actualizaciones.
  • Baja autoestima provocada por la necesidad de buscar aprobación de los demás e incluso el elevado sentimiento de ansiedad al no poder acceder a su cuenta.
  • Invertir mucho tiempo en tratar de proteger y mantener su imagen de perfiles de redes sociales, creando contenido para obtener me gusta y comentarios, en lugar de desarrollar relaciones personales y conectar con otros de manera significativa.
  • Aumento en la exhibición de comportamientos compulsivos como el uso excesivo de notificaciones y el acceso a redes sociales incluso cuando la persona debería estar haciendo otra cosa.

Tratamiento de la adicción a las nuevas tecnologías

¿Cómo desengancharse del móvil? Cuando se trata de comportamientos que son necesarios para ciertas actividades de la vida diaria, el objetivo de la terapia ante la adicción a las nuevas tecnologías no es lograr el retiro completo, sino aprender a controlar los comportamientos descontrolados e implementar estrategias de afrontamiento en situaciones peligrosas. Y es que la completa abstención de las nuevas tecnologías es, hoy en día, prácticamente imposible.

Primera Fase: Prevención de las recaídas

La primera fase del tratamiento consiste en concienciar sobre el problema y la necesidad de cambiar las conductas adictivas, así como establecer cómo controlar y prevenir la adicción a las nuevas tecnologías. El objetivo es evitar la exposición a estímulos y situaciones asociadas a conductas adictivas. Esto se hace para reducir la posibilidad de un comportamiento descontrolado y sus consecuencias. La prevención de recaídas es un aspecto importante del tratamiento destinado a reducir el riesgo del paciente de uso repetido e incontrolado del teléfono móvil.

Segunda Fase: Límites y actividades alternativas

En la segunda fase del tratamiento, se administrará una exposición programada y controlada para permitir que el nivel de malestar subjetivo se vaya disipando gradualmente y dar a los pacientes una mayor confianza en su capacidad para controlar su adicción. También es importante introducir nuevas actividades que no sean compatibles con el uso de dispositivos móviles.

Además, también es importante implementar estrategias específicas para manejar la ansiedad y la activación dado el malestar psicológico que todos estos tratamientos pueden causar. En mi experiencia, algunas de las actividades que más suelo emplear son: ejercicios de relajación, técnicas de control de la respiración o técnicas que se encuentran en las terapias de tercera generación. Son actividades que permitan al paciente mantener un estilo de vida más saludable.

 Otras estrategias, dependiendo de las necesidades del individuo, pueden basarse en proporcionar herramientas que reduzcan las posibilidades de recaída en su adicción, tales como la formación en resolución de problemas, planificación de actividades, auto grabación durante la terapia…

¿Es igual la adicción a las redes en jóvenes y adultos?

La adicción a las redes sociales es un problema común tanto entre jóvenes como adultos. Aunque se cree que la brecha generacional hace que los adultos sean más resistentes al uso excesivo de las redes sociales comparado con los jóvenes, también están expuestos al riesgo de desarrollar una adicción a las redes sociales.

La preocupación aumenta, ya que en ocasiones los adultos pueden tener más acceso a herramientas y recursos para poder desarrollar cierta adicción a las redes sociales. Sin embargo, también hay estudios que sugieren que los jóvenes también desarrollan un encadenamiento a redes sociales y la cantidad de tiempo y atención invertida puede ser mayor que la de los adultos.

En cualquier caso, dependiendo de la cantidad de tiempo y la frecuencia con los que se usan las redes sociales, ambos grupos pueden presentar problemas relacionados con la adicción. Especialmente los adultos que ya tienen experiencia en el uso de estas redes sociales y están más expuestos a los riesgos de desarrollar adicción a las redes sociales. Por lo tanto, debe tenerse cuidado tanto con jóvenes como con adultos a la hora de usar las redes sociales y no hacerlo en exceso para evitar desarrollar una adicción.

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