Efluvio Telógeno: pérdida de cabello después del estrés
- Un fenómeno que se ha disparado desde la, pero que tiene explicación y solución.
- Desvelamos las causas de esta caída de pelo reactiva y los tratamientos más eficaces.

La escena es familiar para demasiadas personas, especialmente en los últimos años: la ducha se llena de pelo, el cepillo parece un ovillo y la almohada amanece con más cabellos de los habituales. La alarma es instantánea. Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, las consultas de dermatología y tricología se han inundado de pacientes preocupados por una caída de cabello repentina y masiva. La mayoría de las veces, el diagnóstico tiene nombre y apellidos: efluvio telógeno.
Este fenómeno, aunque muy angustiante, no es una sentencia de calvicie. Es una respuesta del cuerpo a un shock. Y si hay algo que hemos vivido en los últimos tiempos, son shocks: estrés pandémico, la propia infección por COVID-19, ansiedad laboral y personal. Esta caída de pelo por estrés es particularmente notable y entenderla es el primer paso para solucionarla. El efluvio telógeno en la mujer es especialmente frecuente, generando una gran preocupación que, irónicamente, puede perpetuar el problema.
¿Qué es el efluvio telógeno? Desmontando el diagnóstico
Para entender qué falla, primero hay que entender qué funciona. El cabello no crece de forma continua; lo hace en ciclos.
El ciclo de vida del cabello: anágeno, catágeno y telógeno
Cada folículo piloso del cuero cabelludo es independiente y pasa por tres fases:
- Fase Anágena (crecimiento): es la fase más larga, durando entre 2 y 5 años. El cabello crece activamente (aprox. 1 cm al mes). En un cuero cabelludo sano, entre el 85% y el 90% de los cabellos están en esta fase.
- Fase Catágena (transición): Una fase corta, de 2-3 semanas, donde el crecimiento se detiene y el folículo se encoge.
- Fase Telógena (reposo y caída): Esta es la fase final, que dura unos 2-4 meses. El cabello ya no crece y permanece anclado débilmente, hasta que un nuevo cabello en fase anágena empieza a empujar desde abajo, provocando la caída del cabello viejo.
Es normal perder entre 50 y 100 cabellos telógenos cada día. Ni siquiera los notamos. El problema empieza cuando este ciclo se desincroniza de forma masiva.
Entonces, ¿qué es efluvio telógeno? (o efluvio telogénico)
Las consultas para resolver qué es el efluvio telógeno se han multiplicado. La respuesta es simple en su concepto: es una alteración del ciclo capilar donde un evento estresante (físico o emocional) provoca que un gran número de cabellos que estaban en fase de crecimiento (anágena) pasen prematuramente y de golpe a la fase de reposo (telógena).
No se caen de inmediato. Permanecen en esa fase de reposo (telógena) durante los 2 a 4 meses habituales. Y entonces, de forma sincronizada, todos esos cabellos inician su caída. Por eso, la caída de pelo por estrés nunca es inmediata; siempre ocurre unos 3 meses después del evento desencadenante. El paciente nota una pérdida de densidad repentina y alarmante.
Efluvio Telógeno agudo vs. crónico
Es vital diferenciar dos tipos principales, ya que su manejo y pronóstico son distintos:
- Efluvio Telógeno Agudo: es el más común y el que asociamos al estrés y al COVID. Es una caída intensa, repentina y que dura menos de 6 meses. Está directamente relacionada con un desencadenante claro (fiebre alta, cirugía, parto, estrés intenso). La buena noticia es que suele ser autolimitado: una vez que el folículo completa el ciclo, un nuevo cabello anágeno comienza a crecer.
- Efluvio Telógeno Crónico: Aquí la caída es más persistente (dura más de 6 meses) y difusa. A veces el desencadenante no es tan claro y puede estar relacionado con factores más sostenidos en el tiempo (deficiencias nutricionales crónicas, estrés prolongado, enfermedades autoinmunes). Es muy habitual en mujeres de mediana edad.
Causas del Efluvio Telógeno: más allá del COVID-19
El efluvio telógeno es, en esencia, la forma que tiene el cuerpo de decir «he pasado por algo gordo». El cabello, al no ser vital para la supervivencia, es de los primeros sistemas que el organismo apaga para desviar recursos a la recuperación.
Analizamos las principales causas:
El estrés físico: el gran detonante
Las principales causas físicas son:
- COVID-19 y fiebre alta: la infección por COVID-19 es la «tormenta perfecta». Combina una fiebre muy alta (la fiebre es un desencadenante clásico de TE), una respuesta inflamatoria sistémica (la famosa «tormenta de citoquinas») y un enorme estrés psicológico. Millones de personas han experimentado un efluvio telógeno agudo tres meses después de pasar la infección.
- Cirugías mayores: una operación importante supone un trauma físico significativo para el cuerpo, que reacciona de la misma manera.
- Parto (efluvio posparto): Durante el embarazo, los altos niveles de estrógeno mantienen el cabello en fase anágena más tiempo (por eso se ve tan bien). Tras el parto, la caída hormonal brusca provoca una entrada masiva en fase telógena. Es un efluvio telógeno fisiológico y esperado.
- Dietas extremas: Una pérdida de peso muy rápida o dietas muy restrictivas (especialmente bajas en proteínas) son interpretadas por el cuerpo como una situación de hambruna.
El estrés emocional y la caída de pelo por estrés
Este es uno de los motivos de consulta más difíciles de gestionar. La caída de pelo por estrés es real. Un evento traumático (la muerte de un ser querido, un despido, una ruptura sentimental) o un período de ansiedad y estrés crónico elevan los niveles de cortisol.
El cortisol, la hormona del estrés, tiene un impacto directo en el folículo piloso. Puede acortar la fase anágena y empujar al cabello a telógeno. Esto es especialmente visible en la caída de pelo por estrés en mujeres, donde el componente hormonal y el estrés suelen ir de la mano.
Deficiencias y desajustes internos
A veces, el «shock» no es un evento, sino una carencia silenciosa:
- Déficit de hierro (ferritina): es la causa más común de efluvio crónico en mujeres. La ferritina (los depósitos de hierro) es esencial para el crecimiento del cabello. Niveles bajos (aunque no lleguen a anemia) pueden provocar caída.
- Problemas de tiroides: tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo desregulan todo el metabolismo, incluido el ciclo capilar.
- Falta de vitaminas: especialmente la Vitamina D, el Zinc y la Vitamina B12.
- Medicamentos: ciertos fármacos (anticoagulantes, algunos antidepresivos, retinoides, betabloqueantes) pueden tener el efluvio telógeno como efecto secundario.
Diagnóstico: ¿efluvio telógeno o algo más?
Ante una caída de pelo, la auto prescripción de suplementos no es la solución. Se necesita un diagnóstico dermatológico preciso. El dermatólogo-tricólogo utilizará varias herramientas:
- Historia clínica: Es la clave. El médico preguntará qué pasó en tu vida hace 3 meses, buscará la fiebre, el estrés, la dieta, el parto o el nuevo fármaco.
- Prueba de Tracción (Pull Test): tirará suavemente de un mechón de pelo en diferentes zonas. Si salen más de 5-6 cabellos fácilmente (y se ve el bulbo telógeno, esa «cabeza» blanca al final), sugiere un efluvio activo.
- Tricoscopia: Es el microscopio del pelo. El dermatólogo mira el cuero cabelludo con aumento para ver el estado de los folículos, el grosor del tallo y descartar otros problemas.
- Análisis de sangre: Imprescindible para buscar las causas ocultas del efluvio telógeno: hemograma, ferritina, TSH (tiroides), Vitamina D, Zinc, B12.
¿Es posible efluvio telógeno y pelo miniaturizado?
Esta es una de las dudas más importantes en consulta. La respuesta es un rotundo SÍ.
- ¿Qué es el pelo miniaturizado? la miniaturización es el proceso por el cual el folículo piloso se encoge progresivamente, produciendo un cabello cada vez más fino, corto y débil. Este es el signo distintivo de la Alopecia Androgenética (calvicie común), tanto en hombres como en mujeres.
- Convivencia: una persona puede tener una Alopecia Androgenética (AGA) de base, que avanza lentamente causando miniaturización, y de repente sufrir un efluvio telógeno agudo por estrés o COVID.
El efluvio provoca una caída masiva de golpe y la alopecia de base hace que el pelo que vuelve a nacer (o el que ya estaba) sea más fino. El efluvio, en estos casos, desenmascara o acelera la alopecia androgenética. Por eso, es vital que un dermatólogo evalúe con tricoscopia si es posible tener efluvio telógeno y pelo miniaturizado, ya que el tratamiento será doble.
Tratamiento de caída de pelo: ¿cómo recuperar el cabello?
Si te han diagnosticado un efluvio telogeno, la primera palabra que debes interiorizar es: paciencia. El tratamiento de caída de pelo se enfoca en dos áreas: detener la causa (si sigue activa) y estimular el nuevo crecimiento.
Paciencia y control de la causa raíz
Si el efluvio fue por COVID, una cirugía o un estrés agudo que ya pasó, la causa está eliminada. El cabello volverá a crecer solo. La recuperación es lenta: el pelo crece 1 cm al mes. Recuperar la densidad y la longitud puede llevar de 6 a 12 meses.
Si la causa es una deficiencia, el tratamiento de caída de pelo pasa por suplementar:
- Hierro (si la ferritina está baja).
- Vitamina D (si hay déficit).
- Controlar el tiroides.
- Manejar el estrés crónico (meditación, ejercicio, terapia).
Tratamientos médicos para acelerar la recuperación
Aunque el efluvio telógeno agudo se resuelve solo, la mayoría de las perdonas no quiere esperar un año para verse bien. Aquí es donde la medicina dermatológica ayuda a acelerar el proceso de cómo recuperar el cabello:
- Minoxidil: Es el tratamiento tópico (o en bajas dosis orales) más eficaz. Su función en el efluvio es acortar la fase telógena (hace que los pelos que iban a caer caigan antes, lo que puede provocar un shedding inicial) y alargar la fase anágena, estimulando que el nuevo cabello crezca más fuerte y rápido. Es el pilar del tratamiento si el efluvio coexiste con miniaturización (AGA).
- Plasma rico en plaquetas (PRP): un tratamiento muy eficaz en consulta. Se extrae sangre del propio paciente, se centrifuga para obtener los factores de crecimiento y se microinyectan en el cuero cabelludo. Esto «despierta» a los folículos en reposo y mejora la calidad del nuevo cabello.
- Mesoterapia capilar (vitaminas): microinyecciones de un cóctel de vitaminas, aminoácidos y péptidos (como Dutasterida en casos seleccionados) para nutrir el folículo directamente.
- Suplementos orales (Nnutracéuticos): aunque la comida es la clave, en fases de caída activa, los suplementos con Biotina, Zinc, L-Cistina (un aminoácido clave de la queratina) y Saw Palmetto (si hay componente androgénico) pueden dar un soporte extra.
Cuidados cosméticos y estilo de vida
Mientras el tratamiento médico hace efecto, debes mimar tu cabello:
- Evita la tracción: no a los moños tirantes, coletas apretadas o extensiones.
- Reduce el calor: modera el uso de secadores (aire tibio) y planchas.
- Lavado suave: usa champús dermatológicos suaves, sin sulfatos agresivos. No por lavar más se cae más; el pelo que cae en la ducha ya estaba en fase telógena. Es mejor mantener el cuero cabelludo limpio.
- Dieta: asegura una ingesta adecuada de proteínas (carne, pescado, huevos, legumbres) y hierro (carne roja, lentejas, espinacas).
¿Tu cabello no vuelve a ser el mismo?
La caída del cabello tiene un impacto psicológico profundo. El efluvio telógeno, aunque benigno y reversible en la mayoría de los casos, genera una enorme angustia. Esperar a que se pase solo puede ser la estrategia correcta si fue un efluvio telógeno agudo post-COVID, pero es un error si lo que hay de fondo es una deficiencia de hierro o una alopecia androgenética que avanza.
Confundir una caída de pelo por estrés con una alopecia que requiere tratamiento crónico es el error más habitual. No dejes que la preocupación te paralice ni te automediques con suplementos que quizás no necesitas.
Un diagnóstico a tiempo lo es todo. Si notas una caída de pelo que te preocupa, el primer paso es consultar a un especialista. Un dermatólogo tricólogo puede analizar tu caso, pedir las analíticas correctas y diseñar un plan de tratamiento de caída de pelo personalizado.
En SaludOnNet puedes comprar una consulta de Dermatología (especialista en tricología) con los mejores profesionales, sin esperas y a un precio accesible. Recupera el control de tu salud capilar hoy mismo.






















Te informamos de que solo utilizaremos tus datos para enviarte las actualizaciones que se produzcan en los comentarios de post.
Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación u oposición al tratamiento de datos y portabilidad en materia de protección de datos en la dirección de correo electrónico dpo@saludonnet.com tal y como se detalla en la “Información Adicional”, que podrá ser consultada en https://www.saludonnet.com/politica-privacidad