Cómo leer etiquetas de productos solares: filtros físicos vs químicos y SPF reales
- Reaplicar cada 2 horas sigue siendo una regla fundamental, sin importar el SPF indicado.
- Cada piel tiene necesidades específicas, y el protector solar debe adaptarse a ellas.

La elección de un protector solar no debería basarse solo en el diseño atractivo del envase o en frases como “pantalla total” o “resistente al agua”. Entender qué dicen realmente las etiquetas es clave para proteger correctamente la piel del sol, evitar quemaduras, prevenir el envejecimiento prematuro y reducir el riesgo de cáncer de piel. Para tomar decisiones informadas, conviene conocer qué son los filtros físicos y químicos, cómo interpretar el número de SPF y qué afirmaciones pueden resultar confusas o incluso engañosas.
Filtros físicos y filtros químicos: diferencias clave
Los ingredientes que componen un protector solar se dividen en dos grandes grupos: filtros físicos (también llamados minerales) y filtros químicos (u orgánicos). Ambos tipos actúan como barreras frente a los rayos ultravioleta, pero lo hacen de manera diferente.
- Filtros físicos: reflejan la radiación solar. Forman una capa sobre la piel que actúa como un espejo. Los más comunes son el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Son ideales para pieles sensibles, reactivas o con dermatitis, ya que no penetran en la piel y tienen menos riesgo de provocar alergias. También ofrecen protección inmediata tras su aplicación.
- Filtros químicos: absorben la radiación UV y la transforman en calor. Necesitan alrededor de 20 a 30 minutos para empezar a proteger después de su aplicación. Contienen moléculas como avobenzona, octinoxato u oxybenzona. Son más ligeros en textura y se integran mejor en fórmulas cosméticas invisibles, pero pueden generar irritación en algunos tipos de piel o reaccionar con la luz.
Muchas marcas optan por fórmulas mixtas que combinan ambos tipos de filtros para lograr una cobertura más amplia y texturas agradables al tacto.
Qué significa realmente el SPF
El SPF (Sun Protection Factor) es uno de los datos más visibles en los envases de protectores solares. Sin embargo, su interpretación suele prestarse a confusión. No representa el tiempo de exposición al sol sin quemarse, sino el nivel de protección frente a los rayos UVB, responsables del enrojecimiento y quemaduras solares.
- SPF 15: bloquea aproximadamente el 93% de los rayos UVB.
- SPF 30: bloquea el 97%.
- SPF 50: ofrece cerca del 98% de protección.
- SPF 100: llega a un 99%, pero no existe una protección total.
La diferencia entre SPF 30 y 50 puede parecer poca, pero en personas con piel muy clara o condiciones de riesgo (como antecedentes de melanoma), esa diferencia puede ser significativa. Aun así, un SPF alto no implica que se pueda prolongar indefinidamente la exposición al sol sin consecuencias. La protección disminuye con el sudor, el agua o simplemente con el paso de las horas.
Por eso, reaplicar cada 2 horas sigue siendo una regla fundamental, sin importar el SPF indicado.
¿Qué es “amplio espectro”?
Cuando un protector solar afirma tener «protección de amplio espectro», significa que protege tanto contra los rayos UVB como los UVA.
- Los UVB son los responsables del enrojecimiento y quemaduras solares.
- Los UVA penetran más profundamente en la piel y se relacionan con el envejecimiento prematuro y el daño celular que puede derivar en cáncer de piel.
No todos los países exigen el mismo nivel de prueba para afirmar «amplio espectro». En la Unión Europea, por ejemplo, el producto debe proporcionar al menos un tercio de la protección frente a UVA respecto a su SPF para que la etiqueta lo indique.
Por eso, es recomendable buscar protectores con símbolos reconocibles, como el círculo UVA, que garantiza esta cobertura según estándares europeos.
Frases engañosas: “pantalla total”, “resistente al agua” y otros reclamos
Algunos términos que aparecen con frecuencia en los envases pueden inducir a error:
- “Pantalla total” o “bloqueador solar”: ningún producto bloquea el 100% de los rayos solares. Estas expresiones tienden a desaparecer porque inducen a un falso sentido de seguridad.
- “Resistente al agua”: indica que mantiene su efectividad durante un tiempo limitado mientras se nada o se suda. En la UE y EEUU, deben especificarse los minutos concretos: 40 o 80 minutos. Después de ese periodo, es imprescindible reaplicar.
- “Hipoalergénico”: no garantiza que no cause reacciones. Solo sugiere que tiene menos probabilidad de generar alergias, pero no es una certificación oficial.
- “Dermatológicamente testado”: significa que fue evaluado por un dermatólogo, pero no asegura eficacia ni ausencia de efectos adversos.
- “Protección 24h”: este reclamo no es aplicable en fotoprotección. La piel debe protegerse con reaplicaciones frecuentes mientras dure la exposición.
Conocer estas distinciones ayuda a elegir mejor y no confiar ciegamente en las frases del envase.
Consejos para elegir el protector solar ideal según el tipo de piel
Cada piel tiene necesidades específicas, y el protector solar debe adaptarse a ellas. Estas son las recomendaciones más útiles:
- Piel sensible o reactiva: optar por filtros físicos (minerales), fórmulas sin perfumes ni alcohol. Ideal para bebés, personas con rosácea, dermatitis o tras procedimientos dermatológicos.
- Piel grasa o con acné: elegir fórmulas oil-free o no comedogénicas, que no obstruyan poros. Los productos en gel o fluido son preferibles.
- Piel seca: buscar protectores solares con componentes hidratantes como ácido hialurónico o glicerina.
- Piel clara y propensa a quemarse: conviene un SPF 50+ con protección UVA reforzada.
- Piel oscura: también requiere protección solar. Aunque tiene mayor cantidad de melanina, los rayos UVA penetran igual y pueden causar daño. Se puede usar un SPF 30 si no hay antecedentes de melanoma.
- Deportistas o personas que nadan: preferir fórmulas resistentes al agua, en texturas ligeras que no se deslicen con el sudor.
- Maquillaje diario: hay protectores solares con color o sprays fijadores que permiten reaplicar durante el día sin alterar el maquillaje.
Otros puntos importantes al revisar la etiqueta
Además del SPF y tipo de filtro, hay otras características útiles que conviene revisar:
- Fecha de caducidad: fundamental para asegurarse de que el producto no ha perdido eficacia.
- PA++++: sistema asiático que indica protección frente a UVA. Cuantos más signos “+”, mayor protección.
- Ingredientes activos: en Europa deben figurar claramente. Si se busca evitar sustancias como oxybenzona o avobenzona, hay que revisar esta parte.
- Indicaciones sobre uso correcto: aplicación abundante (2 mg/cm²) y reaplicación cada 2 horas.
¿Qué productos solares no son recomendables?
Conviene evitar productos:
- Con fragancias o alcoholes si la piel es sensible.
- En formato spray sin control, especialmente en niños (pueden inhalarse).
- Que no especifican protección UVA.
- Que prometen “bronceado seguro” o similares, ya que generan confusión.
Es preferible apostar por marcas con buena reputación, aval dermatológico y que sean transparentes con sus ingredientes.
Proteger la piel empieza por saber leer las etiquetas y entender lo que realmente se está comprando. Elegir un buen protector solar no debería depender de la publicidad ni de la moda, sino del tipo de piel, la intensidad de la exposición solar y la calidad de los ingredientes. Tomarse un momento para analizar la etiqueta puede marcar una gran diferencia en la salud cutánea a corto y largo plazo.
Para resolver dudas sobre el tipo de protector solar más adecuado según tu piel o tus hábitos de exposición, en SaludOnNet hay dermatólogos que pueden ayudarte sin esperas, desde cualquier lugar y a precios muy asequibles.
Te informamos de que solo utilizaremos tus datos para enviarte las actualizaciones que se produzcan en los comentarios de post.
Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación u oposición al tratamiento de datos y portabilidad en materia de protección de datos en la dirección de correo electrónico dpo@saludonnet.com tal y como se detalla en la “Información Adicional”, que podrá ser consultada en https://www.saludonnet.com/politica-privacidad