Trasplante capilar

Muchas personas deciden someterse a una cirugía capilar como solución para tratar la calvicie y la alopecia, tanto masculina como femenina. Según los datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología, el 18% de las consultas con el dermatólogo hacen referencia a la pérdida de pelo.

La principal causa es la alopecia androgenética, conocida también como calvicie común. Se produce por una alteración de las hormonas masculinas y un importante componente genético. Pero hay muchos tipos de alopecia, por lo que es importante acudir al médico para que realice un diagnóstico adecuado.

Existen diferentes técnicas para realizar un trasplante capilar. La más demandada en los últimos años es la conocida como FUE o Extracción Individual de Folículos. Se trata de una técnica de microinjerto que redistribuye los folículos pilosos. Funciona de la siguiente manera:

• Se extraen los folículos necesarios de la zona posterior o lateral del cuero cabelludo, zona donante, y se preparan con un microscopio.
• Con la ayuda de microinyecciones se introducen pequeños injertos de cuero cabelludo con unidades foliculares, compuestas de 1, 2, 3 o 4 folículos pilosos en las zonas con menos pelo.

Todo el procedimiento del injerto de pelo se realiza con anestesia local. Con esta técnica de implante capilar no es necesario dar puntos por lo que el paciente puede llevar el pelo corto, sin que se noten las extracciones realizadas. Asimismo, al realizar la técnica FUE de injerto capilar las cicatrices de la zona donante son prácticamente invisibles.

Es importante que el paciente sepa que el trasplante de pelo no frena el proceso de pérdida o caída. No obstante este tratamiento aumenta la densidad del pelo en las zonas en las que se estaba perdiendo.

Incluye consultas de seguimiento durante un año.